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Los empleados de Greyco volverán al trabajo en el mes de noviembre

Los representantes de la plantilla de Greyco en el Parlamento de Cantabria.

Laro García

El Gobierno de Cantabria ha acordado este jueves en su reunión semanal declarar como estratégico el extinto proyecto de Greyco del que la sociedad promotora va a ser titular tras la adquisición de la unidad productiva de Fundiciones Greyco, impulsando un nuevo proyecto denominado Chill Mold Casting, que contempla la subrogación del 100% de los puestos de trabajo (53) y la puesta en marcha de la planta de San Felices de Buelna en noviembre de 2015.

Tal y como adelantó eldiario.es, con esta decisión el Ejecutivo da un paso más en el acuerdo alcanzado el pasado mes de agosto para reflotar la empresa, tras declararse en concurso de acreedores a principios de año, mediante la concesión a través de Sodercan de un préstamo participativo de hasta 750.000 euros, en condiciones de mercado y con garantía de segunda hipoteca sobre sus instalaciones, y un préstamo ordinario por importe de hasta un millón de euros, en condiciones de mercado y con promesa de garantía sobre la maquinaria que se adquirirá. El proyecto de inversión entre 2015 y 2017 asciende a 4,8 millones de euros.

La fábrica permanecía cerrada desde el pasado mes de enero, cuando los trabajadores de la fundición iniciaron una huelga como consecuencia de los reiterados impagos por parte de la anterior propietaria, Frenos Iruña, y las pésimas condiciones en las que realizaban su trabajo en la planta.

La venta de Greyco a esta firma con sede en Londres se venía negociando desde el mes de junio y, tal y como adelantó este periódico el pasado viernes, solo unos flecos separaban a los encargados de cerrar la operación y a los nuevos propietarios. Las diferencias estribaban en algunas deudas adquiridas por los antiguos gestores, como los pagos a proveedores importantes o distintas cantidades pendientes con la Seguridad Social.

El acuerdo con los empleados de la factoría estaba casi cerrado y mantiene prácticamente las mismas condiciones económicas de los trabajadores -muy afectadas por los sucesivos ERES a los que se han visto sometidos -, además de conservar aspectos como la tabla salarial, la antigüedad o el convenio colectivo.

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