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“Existe una mayoría social que demanda que el PP sea desalojado del Gobierno”

Alberto Bolado ocupa el número tres en la candidatura de Podemos al Parlamento de Cantabria.

Laro García

Alberto Bolado (Santander, 1980) se ha convertido en muy poco tiempo en una de las caras más reconocibles de Podemos en Cantabria. El apoyo masivo de sus compañeros en las elecciones primarias le aupó al tercer puesto de la candidatura de la formación que encabeza José Ramón Blanco. Este licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, que también inició la Licenciatura en Ciencias Políticas y de la Administración, ejerce como abogado con despacho propio. “El emprendimiento, aunque me apasiona, lamentablemente es una de las pocas posibilidades de integración laboral para las personas con discapacidad”, explica.

Más allá del aspecto profesional, considera que su profesión “es una de las mejores maneras de conocer los problemas de la gente y el permanente estado de injusticia en el que vivimos”. Esta circunstancia, la actual situación de “emergencia social” y “excepcionalidad política”, le ha impulsado a dar un paso al frente después de una experiencia frustrada en el Partido Socialista. Y tiene claro su objetivo, que repite a todo aquel que lo quiera escuchar: “Quiero poner mi granito de arena en la tarea de devolver el Parlamento de Cantabria a los ciudadanos y echar al Partido Popular de la corrupción y los recortes”.

-¿Cuál ha sido su trayectoria hasta acabar como integrante de la lista de Podemos al Parlamento de Cantabria?

El interés por la política me vino hace mucho tiempo, desde la época de la universidad, donde ya estuve participando: formé parte del movimiento estudiantil y fui representante de los estudiantes en la Facultad de Derecho. Siempre lo he entendido como algo más allá de la política de partidos, como un concepto más amplio. He estado implicado en los movimientos sociales, en el asociacionismo… Tuve un paso transitorio como miembro de Juventudes Socialistas, y ahí descubrí que la democracia interna brilla por su ausencia en los partidos tradicionales. Los ciudadanos tienen una percepción que para mí es acertada: son un grupo de políticos haciendo política para sí mismos. Por eso me desvinculé completamente desilusionado y estuve un tiempo centrado en lo que realmente siempre me ha gustado: colaborando en el mundo asociativo, con organizaciones vinculadas al mundo de la discapacidad. Cuando surgió el manifiesto de Podemos, lo leí y me di cuenta de que era exactamente lo que yo pienso. Firmé ese manifiesto y viví con mucha ilusión la formación y el crecimiento del partido. Aunque participé en alguna reunión previamente, me impliqué de forma más estable a raíz de las elecciones europeas en el Círculo de Astillero-Camargo. Unos acontecimientos fueron llevando a otros, hasta que me decidí a presentar la candidatura a las primarias.

-Habiendo pasado previamente por un partido como el PSOE y después de vivir distintas crisis internas, ¿cree que lo sucedido en Podemos en los últimos meses era un paso inevitable dada la complejidad de poner en marcha una estructura orgánica?

Más que el paso por el PSOE, lo que me hace tener claro la normalidad de ese tipo de cuestiones es la convicción de que cualquier grupo humano tiene dificultades y que el conflicto es inherente a las personas. Evidentemente, es algo que no me sorprende. De todas formas, la gran diferencia es que aquí los conflictos y las discusiones son totalmente públicas, se hacen con luz y taquígrafos, tenemos las paredes de cristal. En otros sitios son intrigas palaciegas, donde los problemas se resuelven de otra manera. El hecho de que seamos capaces de discutir de forma pública implica una mayor madurez.

-Se da la circunstancia de que fue la persona más votada en la elección de la lista electoral, por encima incluso del secretario general y cabeza de cartel el próximo mes de mayo. ¿Cómo valora ese apoyo masivo de sus compañeros de partido?

Me impliqué en la campaña, pero si soy absolutamente sincero, es un resultado que me sorprendió. No esperaba que el resultado fuera a ser así y estoy muy agradecido de que los compañeros hayan mostrado esa confianza en mis posibilidades.

-Ocupa definitivamente el tercer puesto en la candidatura autonómica. ¿Cuáles son sus aspiraciones a un mes de la cita con las urnas?

Parto con todas las aspiraciones, pero no para estar en el Parlamento de Cantabria, sino para que Podemos sea una alternativa real para los ciudadanos que sea capaz de cambiar sus vidas, que es como yo entiendo la política. Debe ser algo absolutamente transitorio, que en un momento determinado son unas personas las que dan un paso adelante para ocupar la primera línea y en otros momentos deben ser otras. Tiene que haber recambio en todo momento. La política es algo en lo que desde el primero hasta el último de los ciudadanos tienen que tener la oportunidad de implicarse y participar. Hasta ahora ha estado vetada. Queremos demostrar que se puede hacer política de otra manera, implicando a todos en la toma de decisiones.

-Está participando intensamente en la elaboración del programa electoral de Podemos y una de las mayores críticas que se ha hecho hasta ahora a su formación es la falta de propuestas concretas. ¿Cuándo se podrán conocer más detalles?

El proceso está siendo apasionante en sí mismo, la simple elaboración y la posibilidad de participar en su elaboración. Es algo que merece la pena desde todos los puntos de vista. Nunca había participado en política en un proceso tan constructivo, con tantos los sectores implicados. Vamos a empezar a presentar medidas concretas, que queremos explicar a la ciudadanía. El programa ha contado con múltiples contactos con los movimientos sociales. Nos hemos reunido con infinidad de asociaciones y colectivos y hemos recogido las demandas de cada uno de ellos. Van en la línea del diagnóstico que nosotros teníamos sobre la sociedad de Cantabria, donde cuestiones como la pobreza o la emergencia social son realmente las principales preocupaciones.

El paro, la corrupción, la falta de calidad de nuestra democracia nos preocupan a todos. Además, nos hemos reunido con expertos, que nos han dado su aval a los contenidos que estamos preparando. También han participado con sus propuestas los Círculos de Podemos en los diferentes territorios y sectores sobre los que trabajan. Hemos bebido de todas estas fuentes, lo hemos sintetizado, y este programa va a volver a discutir con la ciudadanía, a debatirse con todos nuestros miembros. Sale de la sociedad civil y vuelve a la sociedad civil.

-¿Cómo está funcionando la captación de microcréditos para financiar la campaña electoral?

Como casi todo lo que se hace en Podemos, será una campaña construida de forma participativa, contando con todos aquellos que quieran implicarse. Por eso me parece tan importante la idea de los microcréditos: Podemos se financia única y exclusivamente con el dinero que le prestan los ciudadanos, de manera que solo nos debamos a esos ciudadanos. Esto es así porque está dentro de nuestro ADN. El simple hecho de que no exista una dependencia económica de los bancos, como sí ocurre en el resto de los partidos, creo que es una diferencia esencial. Esas pequeñas o grandes cantidades, a sabiendas de que se lo vamos a devolver y sabiendo en todo momento en qué nos lo vamos a gastar, marca una línea divisoria con lo que están realizando otros partidos con su financiación.

-¿Dónde espera que esté Podemos el 25 de mayo, el día después de las elecciones, y cuál debe ser su primer paso si confirma su entrada en el Parlamento de Cantabria?

Nosotros aspiramos a entrar con toda la fuerza posible y a que los ciudadanos nos den su confianza para poner en marcha políticas que cambien su vida. Tenemos claras las prioridades. A nadie se le escapa que el paro juvenil hace que los jóvenes cántabros más cualificados tengan que irse porque son incapaces de encontrar trabajo. Pertenezco a una generación que ha vivido eso de una manera muy directa y muy clara. Muchos de mis amigos y compañeros han tenido que salir en busca de oportunidades. Eso es una desgracia para una comunidad como esta, porque así estamos construyendo una sociedad con los pies de barro. Por otra parte, abordaremos la emergencia social. Uno de cada cuatro cántabros está en riesgo de pobreza. Si a esas preocupaciones les sumamos la ineficacia de las políticas públicas que se han llevado a cabo, el despilfarro del dinero y la corrupción generalizada como fórmula de gobierno, hacen que nuestras medidas tengan que ir en esa línea. A estas personas más desfavorecidas, y que más han sufrido la estafa que llaman crisis, hay que buscarles alternativas en el cambio de un modelo productivo a largo plazo, no basado en políticas cortoplacistas como ha hecho el Partido Popular. Hay que poner el valor el talento de todas las personas.

-Podemos podría estar en disposición de decidir con sus votos la formación de un futuro Gobierno. ¿Cómo van a definir su política de pactos o alianzas poselectorales?

Yo creo que la ciudadanía está cansada de la actual política de pactos. Siempre se han realizado de espaldas a los ciudadanos, en despachos, con total opacidad. Creo que esas alianzas hay que definirlas pensando en las personas. No somos sectarios y Podemos alcanzará acuerdos en base a políticas que cambien la vida de la gente. No nos cerramos a nada, aunque no se le escapa a nadie a estas alturas que las políticas que están desarrollando los partidos tradicionales requerirían de un giro de 180 grados para que pudiéramos apoyarlas. Respetamos la voluntad de los cántabros, que son los que van a decidir quién estará en el Gobierno, aunque creemos que existe una mayoría social que demanda que el Partido Popular sea desalojado del Gobierno.

Si recoge su acta como diputado, ¿en qué deberá cambiar el próximo Parlamento de Cantabria?

Hasta donde yo sé, podría ser el primer diputado con una discapacidad visual. Si eso tiene alguna importancia, sería por la visibilidad para el colectivo, por el hecho de que haya un miembro del Parlamento que participe en la toma de decisiones. Más que en la adaptación de los usos de la institución para que una persona con discapacidad desarrolle su labor parlamentaria, que eso es algo relativamente sencillo, el hecho de que un candidato tenga una discapacidad permite visibilizar al colectivo, que puede sentirse identificado y seguro de que va a tener un representante que sí va a trasladar esas demandas. Se habla mucho, y con razón, de otras preocupaciones, pero si analizas en cuestión de empleo, por ejemplo, si el paro es un problema para todos, es aún mayor para alguien con una discapacidad. Si hablamos de la presencia en órganos de dirección de empresas o de representación política, el 10% de la población que suponen las personas con discapacidad en este país no tienen su espacio. Eso lo debemos combatir y requiere la puesta en marcha de políticas concretas.

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