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Torrelavega tiene tres años para frenar la pérdida de población y paliar el quebranto económico que se le avecina

Torrelavega pierde población desde finales del pasado siglo.

Javier Fernández Rubio

Torrelavega dispone de tres años para frenar la pérdida de población y evitar el quebranto económico. La capital del Besaya lleva desde hace décadas envejeciendo y perdiendo población lo que, de no frenarse, repercutirá negativamente en sus arcas públicas, ya que un tercio de sus ingresos se calculan en virtud de coeficientes que varían según la población.

El Ayuntamiento de Torrelavega percibe 13 millones de euros, un 27% ciento de su presupuesto anual, mediante cesiones de fondos que se calculan con un coeficiente para municipios de más de 50.000 habitantes. Si, en 2022, la cabecera de comarca baja de este umbral, como predice el Icane, se aplicará a las transferencias del Estado un coeficiente multiplicador inferior (1,3) propio de municipios de entre 20.000 y 50.000 habitantes.

Una proyección demográfica del Instituto Cántabro de Estadística (Icane) establece que Torrelavega tenía hace dos años 51.964 habitantes y el pasado año, 51.556. Este organismo calcula que la población en 2019 se fijará en 51.115 personas. En 2022 tendrá 49.981 habitantes. La progresión a la baja no terminará ahí, ya que para 2025 prevé 48.860 habitantes y para 2037, 44.835. Si esto se confirma, Torrelavega perdería en cuatro décadas, entre 1996 (58.196 habitantes) y 2037, 13.291 vecinos.

La pérdida de población por debajo del umbral de 50.000 vecinos no solo afecta a la financiación, sino a las competencias atribuidas. Los municipios de esta magnitud tienen servicios mínimos obligatorios que han de mantener, como abastecimiento de agua, transporte, instalaciones deportivas, alumbrado, tratamiento de residuos, limpieza viaria y pavimentación de viales, entre otros. La pérdida de población afectaría a la sostenibilidad de estos servicios y que otra administración tuviera que asumirlos.

Cartes, Polanco, Suances y Miengo

Torrelavega tiene una de las poblaciones más envejecidas de Cantabria. La relación entre jóvenes (20-24 años) y personas próximas a la jubilación (60-64 años) es de 68-100, cuando la media regional es de 85-100. Ello es debido, aparte de a la baja natalidad característica de todo el país, a la diáspora de los jóvenes hacia municipios limítrofes, que son precisamente los que están ganando población estos años y tienen una mayor tasa de juventud: Cartes, Polanco, Suances y Miengo. 

Tener una población envejecida tiene el añadido de que el ayuntamiento de turno ha de dedicar más recursos a la atención a la dependencia, que es una inversión no productiva, al tiempo que se pierde dinamismo económico que se traslada con los jóvenes a otros municipios. Ello minora los recursos derivados de impuestos de la actividad económica, que se suma a la minoración de las transferencias de otras administraciones por pérdida de población. Una tormenta perfecta. 

Otros ayuntamientos como Santander han entrado en la misma dinámica y hace tiempo que salieron de los municipios que ganan población. La capital de Cantabria tenía hace dos años 170.527 habitantes. La previsión para este año son dos mil menos, 168.580. Como comunidad autónoma, Cantabria también pierde población. Si ahora acoge a 571.819 habitantes, en 2035 tendrá 50.000 menos (523.610).

Tres años para recuperar

El Ayuntamiento de Torrelavega, que está dirigido por regionalistas y socialistas, es consciente desde hace años de esta situación, al igual que el resto de formaciones. De hecho, en los programas electorales con que concurrieron a los comicios de mayo llevaban la recuperación de la población como una de sus propuestas estrella.

El impulso a la actividad industrial y comercial, la mejora del empleo y de los servicios son las estrategias genéricas para fijar y recuperar población, aunque también hay medidas puntuales como la oferta de vivienda pública de alquiler y el fomento de la natalidad mediante cheques-guardería, como ha propuesto el actual alcalde torrelaveguense, Javier López Estrada. 

En  una reciente intervención pública, López Estrada delegó en su concejal de Dinamización Poblacional, Plan Estratégico y Tics, Jesús Sánchez (PRC), la responsabilidad de invertir la situación a lo largo de la legislatura, tomando como base el Plan Estratégico Torrelavega 2026, el cual tiene como objetivo prioritario “tutelar y dirigir todas aquellas medidas encaminadas a que Torrelavega supere ese reto poblacional de no bajar de los 50.000 habitantes, e intentar atraer nuevos vecinos a la ciudad”.

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