Casado vuelve a Cantabria en plena campaña con su futuro en el aire tras el batacazo de las elecciones generales

El batacazo sin precedentes que sufrió Pablo Casado en las elecciones generales del pasado 28 de abril ha complicado el futuro a corto plazo del presidente del PP, al que sus críticos dentro del partido empiezan a cuestionar abiertamente, por lo que los comicios autonómicos, municipales y europeos que se celebrarán el próximo domingo 26 de mayo se han convertido en un todo o nada para el líder conservador, que podría convertirse en el más efímero de la historia si no logra una remontada poco previsible según todas las encuestas.

De esta forma, Casado llega a Santander en plena campaña con esa losa sus hombros y con un escenario muy adverso, en una comunidad donde su intervención provocó una crisis sin precedentes, que estuvo a punto de suponer la ruptura total del PP tras la imposición de Ruth Beitia como candidata autonómica, relegando a la actual presidenta de los populares cántabros, a la que tuvo que rescatar tras la espantada de la exatleta.

Para este jueves, el presidente del Partido Popular ha previsto un encuentro con empresarios en el Casino de El Sardinero en Santander, que comenzará a las 14.00 horas, y en el que además de Casado, también intervendrá la candidata del partido a la Presidencia de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, a la que le tocará arropar pese a convertirse en su segunda opción como cabeza de cartel.

El líder del PP vuelve así a Cantabria para la campaña de las elecciones municipales y autonómicas después de haber protagonizado otras dos visitas en la campaña de las generales, cuando visitó Torrelavega y Santander, y tras sumar la primera derrota de los populares en las urnas en favor del PSOE después de más de dos décadas consecutivas de ser primera fuerza en la comunidad.

A los malos resultados del 28A, donde el PP tan solo obtuvo un diputado y un senador, con una sangría de votos muy importante hacia Ciudadanos y Vox, se suma los malos augurios de las encuestas, que pronostican otro severo correctivo, en este caso, a manos de los regionalistas de Miguel Ángel Revilla, que conseguirían su primera victoria en las urnas en más de 40 años de historia, y dejando libre el camino para que el líder del PRC sea reelegido y reedite un Gobierno de coalición con los socialistas.