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El Parlamento ratifica su apuesta por un tren de altas prestaciones y desecha la opción del AVE hasta Reinosa

El Pleno se reanudó con 40 minutos de retraso hasta que los portavoces acordaron la forma de votar. | RV

Rubén Vivar

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Los diputados cántabros se han remangado antes de coger vacaciones y en el último Debate sobre la Orientación Política del Gobierno previo a las elecciones autonómicas y municipales han presentado un total de 667 propuestas de resolución, una cantidad que supone el triple de las registradas en los dos ejercicios anteriores y que ha llegado a provocar el caos en la Cámara, que ni siquiera ha votado cada una de ellas a mano alzada como es habitual, sino que los portavoces de los grupos se han limitado a ratificar de viva voz la postura manifestada previamente por escrito.

Así se ponía fin este miércoles a la doble jornada maratoniana en la que el presidente del Ejecutivo, Miguel Ángel Revilla, y los partidos que lo sustentan (PRC-PSOE) han tratado de poner en valor la mejora de la situación económica y social y la recuperación de los servicios públicos desde que llegaron al poder hace ahora tres años, mientras que la oposición ha hurgado en las heridas y ha enumerado todas aquellas promesas que a falta de menos de un año para los próximos comicios todavía no se han materializado. 

Entre las resoluciones que han salido adelante destacan la solicitud de dejar sin efecto el acuerdo aprobado por el Consejo de Administración de Cantur para rebajar la petición de pena de cárcel para su exdirector Diego Higuera -imputado por un delito continuado de malversación de fondos públicos-, así como la reclamación de PP, Podemos y Cs de cesar a la consejera de Sanidad, María Luisa Real, por la polémica en relación a algunos contratos del Servicio Cántabro de Salud (SCS). 

Esta vez estaban presentes todos los diputados y Real no se ha salvado de ser cuestionada, pese a los esfuerzos que la propia protagonista realizaba horas antes para tratar de convencer al diputado tránsfuga de que no se uniera al resto de la oposición porque lo suyo era una “caza de brujas”. En cuanto a la corrupción, que ha ocupado buena parte del debate, cada formación ha presentado varias iniciativas y todas han sido aprobadas por unanimidad, si bien ha habido críticas por la “hipocresía” del bipartido.

Real no ha sido la única consejera en entredicho. El titular de Educación, Francisco Mañanes, también ha sido cuestionado por su gestión del calendario escolar y la Cámara ha aprobado una resolución para instarle a aprobarlo de forma consensuada con los docentes y las familias y primando el “bienestar del alumnado y los criterios pedagógicos”. 

Las reivindicaciones al Gobierno central, ahora en manos del socialista Pedro Sánchez, también han centrado buena parte del careo. Todos los partidos salvo el PP han reiterado su apuesta por un tren de altas prestaciones que conecte para el año 2023 Santander con Madrid en un trayecto máximo de tres horas y han desechado el anuncio del exministro de Fomento, Íñigo de la Serna, de llevar el AVE hasta Reinosa, una propuesta que encarecía las obras en 500 millones de euros, las prolongaba hasta 2030 y que a su juicio “no se iba a cumplir”. Precisamente, esta medida ha coincidido con la aprobación por parte de Adif de contrataciones y nuevos proyectos de AVE, entre ellos la conexión a Cantabria por 55 millones.

Igualmente, en materia de infaestructuras se ha demandado una conexión ferroviaria con Bilbao en 55 minutos y aquellas carreteras que de manera reiterada se han reclamado desde el Parlamento: las obras del puerto de San Glorio y la variante de Potes (N-621), las variantes de Ramales y Lanestosa (N-629), Puente Viesgo, Alceda Ontaneda (N-623) y los trabajos de rectificación de curvas y la mejora integral de la N-621 en Cillorigo de Liébana-Panes.

En este punto, el popular Íñigo Fernández ha criticado a Revilla por “rebajar” las reivindicaciones “en cuanto han llegado los socialistas al Gobierno”, mientras que desde la bancada regionalista Rosa Valdés ha replicado que el PP ha “ignorado” todas las peticiones de Cantabria desde que llegaron a La Moncloa en 2011 y ha calificado a De la Serna como el “ministro fiasco del telemarketing”.

Otras de las reivindicaciones aprobadas por todos los partidos a excepción del PP ha sido reclamar al Ejecutivo central que paralice las obras de los diques de la Magdalena que tanta polémica han suscitado en la capital cántabra. Tampoco ha faltado otro de los clásicos de los últimos años: la financiación de Valdecilla. Nuevamente, el PP se ha desmarcado del resto de formaciones al no apoyar el pago íntegro de las obras -los 44 millones comprometidos para 2016 y 2017 y los 22 previstos en los presupuestos del Estado de 2018 y los 100 millones restantes en los próximos ejercicios-.

También con la única abstención del PP se ha aprobado otra propuesta de los grupos que sustentan a la coalición PRC-PSOE para que la Intervención general cumpla el acuerdo del Consejo de Gobierno de realizar una auditoría específica del contrato público-privado del hospital. Sin embargo, el voto en contra de PRC-PSOE y del PP ha impedido la aprobación de otras dos propuestas de Podemos sobre Valdecilla, que pedían la puesta en marcha en septiembre de la comisión de investigación cuya creación aprobó el Pleno en abril de 2016.

El debate

Durante la mañana, cada grupo parlamentario ha disfrutado de 20 minutos para fijar postura, reproduciendo en buena parte el debate que ya había tenido lugar en la jornada del jueves y que en opinión de Carrancio es poco más que “una conversación de besugos”.

El portavoz de Cs, Rubén Gómez, ha defendido desde la tribuna las 122 resoluciones presentadas por su partido que buscaban “cubrir las deficiencias” y “dinamizar” la acción del Gobierno, como reducir las listas de espera en Sanidad, poner en marcha el Bono Cultura, potencia la FP Dual o desarrollar las energías renovables. Además, ha aprovechado para dejar claro una vez más su distanciamiento con Carrancio, al que no ha apoyado ni una medida “por una cuestión de principios”, así como para marcar la primera línea roja de cara a la negociación de los presupuestos de 2019: bajar los impuestos. 

El diseño de un Plan Industrial y la aprobación del Plan de Ordenación del Territorio han sido dos de las demandas planteadas por José Ramón Blanco (Podemos), quien ha “retado” a Revilla a presentar conjuntamente una propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía para incluir derechos fundamentales como el de la vivienda. La formación morada ha pasado de presentar siete resoluciones el año anterior a 238 este año.   

En el PSOE Silvia Abascal ha incidido en una Cantabria que “está recuperando el pulso” gracias a la gestión del Gobierno y ha destacado la labor de la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, en el área social. En la misma línea ha intervenido la diputada regionalista, Rosa Valdés, quien además de resaltar que “la situación de Cantabria es hoy mucho mejor que la del año 2015”, ha aprovechado su tiempo para cargar contra el Gobierno de Mariano Rajoy. “Debemos cerra una etapa negra de nuestras relaciones con el Gobierno del Estado”, ha resumido.

Ha cerrado el turno de intervenciones Íñigo Fernández, que ha señalado que en lo que llevamos de legislatura Cantabria ha crecido más de medio punto por debajo del conjunto del Estado. “Su único mérito es dejarse llevar por la marea”, ha espetado el diputado del PP, que también ha denunciado que los proyectos estrella del presidente como el polígono industrial de La Pasiega o las explotaciones de las minas de Reocín están “manga por hombro” a falta de unos meses para cerrar su mandato. Finalmente, ha criticado el líder regionalista por “ocultar” sus “tres años en blanco” con críticas al Gobierno de Rajoy. 

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