La caída de Pablo Casado da aire a la presidenta del PP cántabro y despeja el camino para su continuidad
Se podría decir que ha sido 'salvada por la campana'. Y es que el desenlace del combate fratricida entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso ha supuesto un balón de oxígeno para la presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, cuya continuidad al frente del partido parecía tener los días contados hace apenas una semana.
Así, la caída del todavía líder 'popular' tras una guerra abierta con la presidenta madrileña ha dado aire a Sáenz de Buruaga, quien ahora se ve manteniendo su cargo, una vez se celebre el cónclave interno en el que puede revalidar su puesto. “Esa es mi agenda: Congreso Regional tan pronto como el nuevo escenario lo permita e inmediatamente renovación de las juntas locales pendientes desde el año 2010. No admite más demoras”, aseguró este pasado jueves en la Junta Directiva Regional.
La dirección saliente de Génova, cuyo relevo se materializará en el Congreso Extraordinario Nacional que tendrá lugar los días 2 y 3 de abril, llevaba meses buscando reemplazo para Buruaga, llegando incluso a estar sobre la mesa la posibilidad de empujar a la actual alcaldesa de Santander, Gema Igual, a tomar las riendas del PP cántabro.
Cabe recordar que Casado ya defenestró a la presidenta autonómica del partido en las elecciones de 2019, cuando la apartó para nombrar candidata a la campeona olímpica Ruth Beitia, una apuesta fallida que duró dos semanas y que se tradujo en que finalmente Buruaga encabezó la lista tras digerir el mal trago del desplante de sus superiores en Madrid.
Desde entonces y, sobre todo, después del resultado electoral que volvió a dejar al partido fuera del Gobierno de Cantabria, esta vez en segunda posición por detrás de un Miguel Ángel Revilla (PRC) que arrasó en las urnas, su liderazgo parecía tener fecha de caducidad inminente.
No obstante, Génova no terminaba de dar el paso definitivo, aunque todo apuntaba a que sería de cara al Congreso Regional fijado para los primeros meses de este año. Sin embargo, el estallido de la guerra interna entre acusaciones de corrupción y espionaje de Génova y Sol, respectivamente, ha cambiado por completo el escenario y la situación para el PP de Cantabria.
Buruaga apeló ante los suyos a la unidad porque el partido “no soporta más enfrentamientos y más tensiones”, y volvió a reiterar su “apoyo rotundo” a Alberto Núñez Feijóo para ocupar el puesto de Casado, por ser “el líder natural y un referente moral, social y político que está en su mejor momento”. “Comparto su forma de entender el partido y su cultura política del entendimiento, admiro su proyecto de Gobierno en Galicia con cuatro mayorías absolutas que se ha ganado a pulso y creo que nadie como él tiene España en la cabeza y en el corazón”, expresó la presidenta del PP cántabro.
Así pues, se deshizo en elogios hacia quien cogerá las riendas del PP en abril, sabedora de que por ahí el camino hacia su continuidad está más despejado. “El partido tiene que prepararse para abordar su reto más importante: las elecciones municipales y autonómicas de 2023”, concluyó.
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