'Fridays for Future' pide declarar la Emergencia Climática en el 'Manifiesto de la Magdalena'

Cuatro jóvenes miembros del movimiento 'Fridays for Future' de Cantabria y Bilbao han realizado hoy en Santander una lectura pública de la 'Declaración de la Magdalena para la Emergencia Climática', en la que instan al Gobierno a declarar el Estado de Emergencia Climática y piden “medidas concretas” contra el cambio climático.

En la declaración, que coincide con el curso 'Jóvenes y cambio climático' que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), lamentan que en los últimos meses se hayan “batido récords” en concentraciones atmosféricas de CO2, encontrado “montañas de plásticos a miles de metros de profundidad” en los océanos o alcanzado “temperaturas extremas” en varios países. “¿Es este el legado que nos queréis dejar?”, se han preguntado los jóvenes.

Ante esta situación han llamado a “escoger” entre políticas que “no respetan los derechos fundamentales de las personas” y que “agreden a la Tierra” o bien “dar un paso al frente valientemente” y exigir medidas que “respeten la dignidad de los pueblos y su tierra sin poner nuestro planeta en la cuerda floja”.

Según han recordado, los movimientos juveniles y estudiantiles en Europa “han despertado la necesidad” de tomar esas medidas “urgentes” que permitan mejorar la calidad de vida, que respeten el medioambiente y que no pongan en peligro el futuro de los seres humanos como especie.

En concreto, exigen que los gobiernos declaren el Estado de Emergencia Climática en Cantabria, y en el Estado Español, así como que se comprometan a impulsar “medidas concretas y urgentes” para alcanzar, “como mínimo”, los objetivos establecidos en los Acuerdos de París y cumplir las recomendaciones establecidas por el IPCC. “Ya basta de políticas cortoplacistas. Queremos un futuro, no el panorama desolador que se nos presenta”, han apostillado.

Del mismo modo, exigen “más fortaleza política” y “mano firme” ante las acciones de las grandes empresas y capitales económicos que, a su juicio, “reproducen dinámicas de crecimientos económicos insostenibles y han llevado a la decadente situación actual”.

“La mayoría de estas grandes empresas perpetúan políticas extractivistas y ecocidas que van en contra de la vida. El discurso del desarrollo verde no nos sirve a menos que vaya acompañado de justicia social y global y asociado a políticas vinculantes. Se deben implementar líneas políticas biocéntricas: es decir, gobernar no sólo para las personas, sino para todas las otras formas de vida. Queremos poner la vida en el centro”, señalan.

Economía social, justicia y educación

Para ello, instan a “dejar atrás de una vez por todas” modelos económicos que “van en contra de la vida” y que “priorizan el crecimiento y los beneficios económicos por encima de todo”. Según los jóvenes, “es el momento de impulsar economías sociales que apuesten por el decrecimiento y donde los ecosistemas y todas sus formas de vida sean el eje sobre el que trabajar”.

Asimismo, resaltan la importancia de que la justicia, la democracia y la transparencia actúen como “pilares fundamentales” de todas las medidas que se apliquen respecto al cambio climático, y piden establecer un mecanismo de toma de decisiones ciudadano de carácter vinculante, para lo que, aseguran, “será necesario establecer indicadores y objetivos verificables y medibles”.

Por otro lado, han subrayado el papel de la educación, que “debe aportar las herramientas a la sociedad” para exigir esa toma de medidas “sobre la base del consenso científico universal”.

A su juicio, la educación debe responder “a los rechazos de aquellos que niegan la verdad objetiva de las causas e impactos del cambio climático actual en nuestras vidas”, por lo que exigen a las universidades propuestas de nuevos modelos educativos y comunicativos.

Movilización social y juvenil

También consideran “imprescindible” la movilización social para “obligar y exigir a los responsables políticos” que tomen las medidas “urgentes”, “eficaces” y “profundas” con el objetivo de frenar el deterioro ecológico.

Además, instan a “aumentar la visibilidad” del conocimiento científico y su impacto en la sociedad a través de “nuevas pautas de educación y comunicación en todos los niveles y sectores”, con el fin de “retroalimentar la fuerza de los movimientos juveniles y sociales para que la sociedad y sus responsables políticos y económicos ”reaccionen antes de que sea demasiado tarde“.

“El cambio climático es la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad en toda su historia, y para hacer frente a esta situación, todas las personas debemos actuar, más que nunca, de forma unida y coordinada. Sabemos que se nos acabó el tiempo pero podemos empezar aquí y ahora. Juntos. ¡Ya!”, concluye la declaración.