“De nada sirve el marketing y cuatro señales de tráfico si no se cree en la restricción de 30km/h en las ciudades”
Cantabria ConBici lleva diez años luchando por conseguir un objetivo: que la bicicleta se convierta en un medio de transporte urbano con todos sus derechos, y es que España sigue sin ser un país -a excepción de algunas ciudades- sin una adaptación completa a esta forma de moverse de la que el colectivo destaca lo “saludable, económica y sostenible” que es, además de las “endorfinas” que genera su uso. Sergio Peña, presidente de esta asociación que cuenta con más de 200 miembros en la comunidad, no muestra reparos en pedir “valentía” a los representantes políticos para que comiencen a tomar partido en un cambio que servirá para “avanzar” y reducir los accidentes y la contaminación.
¿Qué falla para que tenga que existir una asociación que defienda el uso de la bicicleta?
Vemos que este modelo actual de movilidad y dependencia del coche llevará al planeta al colapso, y no es tremendismo, es la realidad. En este contexto vemos oportunidades de avanzar en una movilidad en beneficio de peatones y ciclistas que mejore nuestra salud, que haga de nuestras ciudades lugares más habitables y que ayude a través de su uso a minimizar lo máximo posible nuestra dependencia económica de los carburantes fósiles mejorando así nuestras economías familiares. Por todo ello, cada día somos más las que trabajamos por que se produzca ese cambio de mentalidad en nuestra sociedad. Un cambio que debe de ser ya.
Otros países llevan años desplazándose con la bicicleta, ¿por qué España no?
Aquí también tenemos muchas ciudades como Pontevedra, San Sebastián, Valladolid, Sevilla o Valencia que están cambiando el modelo, pero Santander no tiene esa visión. En el sur de Europa tenemos mejores condiciones climáticas para el fomento de la movilidad ciclista aunque muchas de nuestras ciudades están diseñadas para moverse exclusivamente en coche. Eso debe cambiar y va a cambiar por el bien de todas con el empuje de asociaciones y movimientos sociales como Cantabria ConBici, donde dependemos de ConBici organización a nivel estatal. Pero como hemos dicho, el cambio ya ha ocurrido en ciudades cercanas como las mencionadas anteriormente, ciudades que se han convertido en más habitables, sanas y seguras. Por ello pedimos valentía a nuestros representantes políticos porque ya está todo inventado, tan solo deben de mirar al norte y avanzar.
¿Qué defienden desde Cantabria ConBici y cómo están trabajando para conseguirlo?
Llevamos ya más de 10 años defendiendo los valores de comunidad y progreso en defensa de los intereses de los usuarios de la bicicleta como medio de transporte cotidiano, así como de los peatones y, en general, de todos aquellos que opten por medios de transporte urbano e interurbano no contaminantes. Somos una asociación que defiende el diálogo y el respeto, el entendimiento y hacemos ver la necesidad de un cambio, una movilidad sostenible. Para ello, trabajamos con más de 200 socios que a su vez hacen crecer la red de manera asamblearia contribuyendo a la defensa del medio ambiente, así como a la conservación y mejora del entorno urbano y de la calidad de vida. Pero también promoviendo acciones encaminadas a la creación y mejora de las infraestructuras y las medidas necesarias para el transporte seguro en bici.
Parece que los carriles bici ya se han implantado en muchos municipios, ¿ese es el camino que deben seguir los ayuntamientos?
Por nuestra parte siempre hemos pensado que una pacificación y reducción del tráfico de coches es una parte imprescindible para avanzar porque de nada servirá invertir fondos públicos en construcción de nuevas vías sin tener claro ese concepto previo. Tras ello, habilitar carriles bici aportará claramente una mayor seguridad a los ciclistas, pero eso no quita que el espacio de nuestras ciudades esté hipotecado injustamente por los coches cuando es un espacio público con todo el derecho también para los peatones y ciclistas. Y me pregunto: ¿en alguna ocasión se pararon a pensar cuánto espacio público y recursos económicos destinamos a un coche el cual pasa el 87% de su vida parado? Porque si en las ciudades se calmase el tráfico, se respetase la velocidad a 30km/h y se redujese la calzada de los coches entonces los ciclistas sí que irían más seguros y no serían necesarios esos carriles bici, salvo excepciones.
¿La bici es el nuevo modelo de movilidad sostenible por excelencia? ¿Qué hay de las bicicletas eléctricas?
La movilidad ciclista no es nueva, no hay que descubrir nada, tan solo recuperar para las personas lo que durante generaciones nos robaron con campañas de fomento del coche. Y las bicicletas eléctricas son una buena herramienta que ha llegado para poder ampliar la horquilla de personas que podrán ser usuarias de ese vehículo del pasado, presente y futuro. Santander tiene una orografía complicada y la bici eléctrica puede ser otra opción interesante, pero volvemos a decir que el tráfico y los coches son el verdadero problema, al menos en Santander.
¿Las ciudades son los únicos lugares donde hay problemas para desplazarse en bicicleta?
Por supuesto que no. Los problemas que actualmente sufrimos los ciclistas son debidos al diseño exclusivo para los coches que se hizo durante años de la vía pública… Vía que ahora debemos trasformar para poder caminar, desplazarnos en bicicleta o en transporte público.
Con la restricción de imponer 30 kilómetros/hora de velocidad en las ciudades ha dado la sensación de que sí que se está intentando hacer algo para cambiar la cantidad de vehículos que se desplazan todos los días. ¿Qué opinan?
Este es un primer paso hacia la necesaria pacificación de nuestros espacios urbanos para hacerlos más humanos, seguros y accesibles, pero como todas las normas deben hacerse cumplir pues de nada sirve una campaña de marketing y cuatro señales si las autoridades competentes no creen en ellas, no hacen su trabajo correctamente y nadie les corrige por ello. Los responsables de los ayuntamientos, de Cantabria tienen que entender que esa norma es de estricto cumplimiento y deben hacer cumplir esa norma por la salud, los accidentes y la contaminación.
En el caso de esta comunidad parece que, aunque se intente, en muchos casos sigue sin haber unas conexiones que permitan desplazarse de forma sostenible. ¿Qué proponen para que eso cambie?
Dejar atrás la visión únicamente 'cochista' y avanzar hacia otras opciones que nos permitan desplazarnos de manera eficaz. Para ello necesitamos políticas de futuro y no unas políticas anquilosadas en una movilidad ruinosa y claramente negativa para el bien común de nuestra sociedad. El Gobierno de Cantabria ha desarrollado el Plan de Movilidad Ciclista de Cantabria y es una buena opción para conseguir esa conexión, pero aparte de las conexiones interurbanas son necesarias las conexiones internas en las poblaciones o la creación de tramas ciclistas como la que demandamos para Santander.
¿Cuál es la meta de Cantabria ConBici para el corto y medio plazo?
Llevamos muchos años trabajando y vamos a seguir moviéndonos en bicicleta de manera segura porque nuestros actos cotidianos son el mejor ejemplo que podemos dar para ese necesario cambio de paradigma porque la bicicleta es salud, es economía y te recarga de endorfinas. Aparte de eso, nos parece importante hacer comprender que esta transformación del espacio urbano no es solo para ahora y para nosotros, sino que es un legado que dejaremos a las siguientes generaciones. Por tanto, otras de las vías de trabajo están en los entornos escolares. Queremos que se creen entornos y caminos seguros para que niños y niñas puedan ir andando y que se potencie la movilidad en bicicleta o patinetes, no sólo poniendo amarres en el colegio, sino creando una red de carriles que llegue a los centros escolares además de tener más frecuencia de transporte público hacia los mismos. También habría que reducir al máximo el volumen de tráfico en los colegios ya que esto asegura una mejor calidad del aire, menos estrés, más seguridad, más actividad saludable y mayor autonomía e independencia de niños y niñas. No se trata sólo de hacer campañas con poner carteles y anuncios en las paradas de bus. Se trata de una apuesta firme en las políticas sociales. De este modo haremos que ellos sean un motor de cambio en la transformación hacia unas ciudades más amigables y humanas porque no vamos a parar y nuestra herramienta, aparte de la bicicleta, es la concienciación social y política.
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