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Las Cooperativas Agroalimentarias de la región se plantean su papel en los desafíos globales de cara a la Agenda 2030

Trabajo cooperativo

Pilar Virtudes

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El modelo cooperativo como mejor fórmula para avanzar hacia un sistema alimentario sostenible que contribuya a los desafíos globales a nivel local y mundial es uno de los objetivos que se ha marcado Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha y que ha plasmado en el libro “Los ODS en la estrategia corporativa de Cooperativas Agro-Alimentarias Castilla-La Mancha: 120 acciones para mejorar el mundo” que ya se ha presentado y que se puede descargar desde la web de la organización cooperativa.

El documento, como ha señalado el director de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, Juan Miguel del Real, destaca el importante papel que tienen las cooperativas agroalimentarias en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos por la Asamblea General de Naciones Unidas en la Agenda 2030 “ ya que contribuimos a garantizar una de las necesidades más básicas de la población mundial, como es la alimentación”.

Un papel que aunque se centra especialmente en los retos asociados en la alimentación, en el desperdicio alimentario, en ‘hambre 0’, en los retos del clima y en una producción y consumo responsable pero que también alcanza a otros como la igualdad, la educación de calidad, la salud y el bienestar o conseguir ciudades y comunidades sostenibles.  

El documento subraya como el sector agroalimentario está en una posición clave para enfrentar los desafíos globales que se plantea en este momento el mundo y cada empresa debe identificar aquellos objetivos sobre los que pueda tener mayor grado de impactos positivos y empezar a trabajar sobre la consecución de estos.

En este sentido, según el documento, las empresas que forman parte del sector agroalimentario debe jugar un papel clave como agentes de desarrollo, colaborando con la sociedad civil y con la administración pública para alcanzar el gran reto que plantean al sector los ODS: avanzar hacia un sistema alimentario sostenible que contribuya a los desafíos globales a nivel local y mundial y por ello las empresas del sector agroalimentario juegan un papel fundamental para la consecución de la Agenda 203

Además plantea que juega un papel clave para afrontar los grandes retos asociados a la sostenibilidad de los municipios rurales, especialmente, para seguir dotando al sector primario de medios necesarios para frenar la especulación sobre los productos agrícolas. “El cooperativismo agroalimentario, ha sido, es y seguirá siendo el modelo más justo de reparto de la renta y la riqueza entre los agricultores y ganaderos, y, por tanto, el que mejor puede generar avances para el cumplimiento de los ODS”, señala Juan Miguel del Real.

El único modelo de desarrollo a largo plazo

Para Cooperativas Agroalimentarias la apuesta por los ODS es el único modelo de desarrollo a largo plazo que ayuda a la generación de nuevas oportunidades de negocio, promueve la innovación, mejora la reputación de cara al colectivo de consumidores, optimiza los procesos productivos y comerciales, y perfecciona la propia organización gracias a la relación personas empleadas, red de proveedores, clientela, base social, etc.

El documento identifica los impactos positivos y negativos que la actividad empresarial de estas cooperativas genera en relación con el cumplimiento de los ODS. De esta forma, se priorizan  los ODS a los que contribuyen y se establecen las actividades y medidas con las cuales se puede contribuir al cumplimiento de estos.

Una vez identificados los focos de actuación de la organización, se han establecido las metas a lograr que se deben ajustar a los recursos económicos y humanos disponibles. Además, el objetivo es que las cooperativas adapten y mejoren de forma progresiva las políticas del modelo de trabajo cooperativo, los compromisos públicos y el desarrollo de productos y servicios para que, poco a poco, se vaya consiguiendo un mayor alineamiento con los ODS.

Este libro no solo identificar los compromisos, sino también dejar constancia del grado de cumplimiento de las cooperativas y, a la vez quiere servir de ejemplo para otras empresas que se encuentran vinculadas al cooperativismo agroalimentario y que apuestan por la sostenibilidad dentro de su estrategia de negocio.

El libro señala que Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha  contribuye a 75 de las 169 metas de los ODS (44% de las metas totales) y repasa cada una de ellas.

Fin de la pobreza

Entre ellas trabajan con el objetivo del fin de la pobreza, con aportación de excedentes alimentarios de productos de proximidad a bancos de alimentos, proyectos solidarios dirigidos a las personas más vulnerables y con donaciones dinerarios a organizaciones cuyos fines están alineados con la ayuda a las personas que más lo necesitan.

Hambre cero

También aporta al objetivo ‘Hambre Cero’, ya que el modelo cooperativo “contribuye decididamente a poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y la promoción de una agricultura sostenible.

Este es precisamente uno de los desafíos del cooperativismo: alimentar una población en continuo aumento, manteniendo exigentes estándares de calidad y sin poner en riesgo la seguridad alimentaria. Para ello, vienen ya trabajando en el fortalecimiento de la cadena de suministro y la reducción de riesgos asociados a la falta de concentración de la oferta; generando de nuevas oportunidades y servicios para impulsar los avances necesarios que necesita un modelo cooperativo del siglo XXI; disminuyendo el impacto ambiental a través de energías más limpias y la economía circular; y desarrollando técnicas más sostenibles en la producción.

Garantizar una vida sana

Evidentemente la actividad de las cooperativas agroalimentarias tiene mucho que ver con el “ objetivo garantizar una vida sana y promover el bienestar de toda la sociedad”. 

El libro recoge como “la salud y el bienestar están estrechamente relacionados con la alimentación, por lo que las empresas que trabajamos por y para este sector jugamos un papel muy relevante para ser agentes claves al respecto. Nuestro compromiso es trabajar para que las cooperativas agroalimentarias pongan a disposición de la sociedad productos agroalimentarios seguros, de calidad contratada, así como coadyuvar en el fomento de hábitos sostenibles y saludables de consumo, a la vez que trabajar para que la normativa agroalimentaria esté alineada con la salud y el bienestar de la sociedad”.

Agua

Es importante también la labor de las entidades cooperativas para conseguir el objetivo del ‘agua limpia y saneamiento’, ya que el agua es un bien escaso, generador de empleo y riqueza, que se debe optimizar si se quiere llegar a un sector agrario y una industria agroalimentaria sostenible en el tiempo en nuestro medio rural.

Así, el libro señala el modelo cooperativo tienen que trabajar para una mejora continua en la gestión del uso y el tratamiento de agua con el uso de las nuevas tecnologías disponibles; mejorar la eficiencia en el uso del agua en la cadena de suministro, a la vez que concienciar a la sociedad sobre su gestión; aplicación de criterios de eficiencia en torno a la economía circular para la reutilización de las aguas residuales; y compensar la huella hídrica mediante la recuperación de ecosistemas locales y la gestión de estos.

Trabajo decente y crecimiento económico

Cooperativas Agroalimentarias señala en este libro que “ la economía social promueve un modelo empresarial de crecimiento económico inclusivo donde el incremento del valor monetario de estas organizaciones es repartido de forma equitativa entre sus miembros bajo unos estándares de esfuerzo, calidad, compromiso y sobre todo solidaridad”.

Señala que “en aquellas regiones donde su actividad agraria está cooperativizada de forma profesionalizada, las cooperativas son grandes motores de generación de valor y riqueza que se distribuye eficientemente entre miles de personas que viven y trabajan la agricultura, así como familias que a su vez generan valor de forma colateral al resto de agentes económicos, contribuyendo al crecimiento económico inclusivo, endógeno y a la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos”.

Así incorporan como líneas estratégicas de trabajo el apoyo en la valorización del capital humano a nivel personal y profesional ; la mejora de la calidad en el empleo de las cooperativas, facilitando que sus equipos de trabajo sean más productivos e involucrados en el modelo de negocio; la formación, la capacitación y la conciliación familiar y laboral, reduciendo la movilidad de las plantillas y evitando el absentismo laboral; invierten en capital humano tanto dentro como fuera de la organización, trabajando su resiliencia y prosperidad dentro de la propia organización y de las cooperativas agroalimentarias.

Industria, innovación e infraestructura

El modelo cooperativo es “fuente de generación de valor y riqueza para el medio rural, a la vez que permite afianzar y asentar población en el mismo. Por ello apostamos por una mejora de su posicionamiento en el mercado y por mejorar su ventaja competitiva”.

Así, Cooperativas Agroalimentarias trabaja para que el modelo cooperativo tenga acceso a ayudas que le permitan modernizar sus instalaciones y aumentar la eficiencia en sus modelos de producción; interveniene como lobby para que el movimiento cooperativo tenga acceso prioritario, a las ayudas públicas ligadas a inversiones, mejora de explotaciones, incorporaciones de jóvenes agricultores, calidad agroalimentaria, canales cortos, concentración de la oferta, etc. Y trabaja en la aplicación de medidas de regulación de mercado tales como gestión del almacenamiento privado de productos agroalimentarios que permita estabilizar los precios en el mercado, favorecer la diversificación en el tiempo de la oferta y evitar el desperdicio alimentario.

Reducción de desigualdades

En el objetivo de reducción de las desigualdades, el documento recoge como el modelo cooperativo, quizás es el modelo más justo a nivel económico y social que ha existido nunca. “Estamos convencidos de que cualquier modelo de negocio debe tener siempre presente el crecimiento económico y social de forma inclusiva. Por ello trabajamos: Trabajamos capacitando y facilitando trabajo a los colectivos más dependientes y vulnerables, a la vez que los apoyamos con el desarrollo de proyectos sociales y donaciones económicas”.

Ciudades y comunidades sostenibles

Cooperativas Agroalimentarias apuesta por un medio rural donde las empresas generen sostenibilidad económica y social es clave para que los pueblos no desaparezcan y queden abandonados. “A través del modelo cooperativo trabajamos en este sentido, apoyando las necesidades de las cooperativas agroalimentarias y su base social atendiendo las demandas y necesidades de sus principales grupos de interés; incorporando mecanismos para aumentar los servicios y facilitar el consumo de productos de primera necesidad en los espacios rurales; trabajando en la minimización de impactos ambientales negativos; y mejorando las relaciones entre cooperativas y agentes locales para frenar el ritmo de emigración a las ciudades intermedias y grandes ciudades”.

Producción y Consumo responsable

Según el documento, la producción eficiente, el consumo responsable y un enfoque orientado hacia la economía circular resultan de gran interés para la economía y la sociedad actual. La sostenibilidad ha ido ganando terreno en las preferencias de los consumidores. De hecho, en el caso de la alimentación, un estudio publicado en abril de 2021 por SAP y Qualtrics muestra que el 46% de los españoles afirma que escogería una marca que fuera reconocida por ser  sostenible y el 48% considera muy importante el suministro de alimentos sostenibles.

Desde Cooperativas se trabaja para que la sostenibilidad se encuentre en la estrategia social y económica del movimiento cooperativo autonómico y para ello se avanza para que el modelo cooperativo incorpore estrategias de RSC y sostenibilidad; para incorporar la economía circular para que los subproductos agrícolas pasen nuevamente a la actividad productiva; sensibilizar en la necesidad de reducir el desperdicio alimentario y mejorar las técnicas de conservación y distribución de productos agroalimentarios.

Acción por el clima

El sector agroalimentario es uno de los que más se pueden ver afectados por el cambio climático. La dependencia directa de la agricultura de las variaciones climáticas hace que sea esencial poner en marcha acciones que eviten afectaciones irreversibles al sector agrario.

También destaca el importante papel que juega el sector agrario en la reducción de gases efecto invernadero, al actuar como sumidero de Gases de Efecto Invernadero (GEI).Las emisiones de GEI de la agricultura supone un 9,78% a nivel europeo y un 11,24% a nivel de España. Estos datos muestran cómo puede existir margen de mejora para la reducción del nivel de emisiones trabajando, por un lado, en el aumento de la eficiencia en la producción y, por otro lado, en la mejora de la gestión energética.

Desde la organización trabaja para apoyar al movimiento cooperativo en iniciativas que contribuyan a mitigar los efectos del calentamiento global e implementar sistemas de gestión ambiental para hacer un uso más eficiente de los recursos.

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