CSIF denuncia falta de personal y medios en las oficinas agrarias y servicios dependientes de la Consejería de Agricultura
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado falta de personal y medios en las oficinas agrarias y los servicios de ganadería y agricultura dependientes de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, lo que genera “una situación insostenible que condena al campo al olvido”.
Según ha señalado la vicepresidenta de CSIF Castilla-La Mancha, Victoria Ortiz, y la delegada provincial del Sector de Administración General de la Comunidad Autónoma, María Teresa Muñoz, en la rueda de prensa que ofrecieron en Ciudad Real, en la actualidad hay 74 oficinas agrarias en la región (16 en Cuenca y Toledo; 15 en Ciudad Real y Albacete, y 12 en Guadalajara), entre oficinas comarcales y unidades técnicas agrícolas y ganaderas. “A pesar de ser un elemento clave como vertebradores y dinamizadores del mundo rural, y de ser la puerta de entrada de un sector agroalimentario que supone hasta el 17 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la región, se encuentran totalmente abandonadas”, subrayan.
Victoria Ortiz ha señalado que estos servicios son “esenciales” porque gestionan la tramitación de subvenciones, actúan como registros oficiales, resuelven expedientes, emiten certificados y resuelven cualquier problemática o duda. Sólo en la tramitación del pago básico de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) se gestionan casi 600 millones de euros, a lo que añade la cantidad ingente de trámites que se realizan como son la cesión de derechos de pago, el control de la maquinaria agrícola o la sanidad animal.
“Con carácter general falta sobre todo personal administrativo que realiza, entre otras, las labores de registro y atención al público”, apunta, para agregar que del total de plazas del catálogo de puestos de trabajo de la Junta de Comunidades en las oficinas agrarias, sólo el 70% están ocupadas.
Por ejemplo, afirma, en las provincias de Ciudad Real y Toledo hay un 30% menos de personal administrativo del que establece el catálogo de puestos de la consejería y con respecto al personal técnico (ingenieros técnicos agrícolas y veterinarios) resulta paradójico que las dos provincias con mayor superficie de viñedo, olivar y mayor número de cabezas de ganado sean las que tienen mayor carencia de personal técnico, con un 20-25% menos de efectivos.
“Sin ellos es absolutamente imposible gestionar la agricultura y la ganadería en nuestra región, estamos hablando de nuestra mayor fuente de riqueza. Los productos agroalimentarios de Castilla-La Mancha ocupan siempre el primer puesto en las exportaciones. En 2021 se salió al mercado exterior por valor de 2.881 millones de euros. Vino, aceite, queso son nuestras señas de identidad, y están en riesgo”, sostiene Ortiz.
CSIF ha recordado que lleva años poniendo de manifiesto ante la Administración las carencias de personal de estos servicios que repercuten directamente en la asistencia a agricultores y ganaderos, no se cubren las jubilaciones, ni las bajas de larga duración, ni las vacantes generadas por los concursos de traslados y además se elimina el presupuesto de estas plazas de modo que tampoco se espera su cobertura en un futuro cercano.
Bajo su punto de vista, al consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, y a los delegados provinciales “les falta el tiempo para hacer declaraciones en apoyo del sector agrícola y ganadero, pero lamentablemente los hechos brillan por su ausencia, el pasado mes de enero pedimos una reunión a Martínez Arroyo para tratar específicamente este tema y no sabemos nada”, concluye Ortiz.
Ciudad Real y Toledo, las que tienen más carencias
María Teresa Muñoz también expuso que uno de los “graves problemas” es la falta de personal para la realización de trámites administrativos, lo que genera sobrecarga laboral, colapso y una dilatación injustificable de todos los procesos.
En total son 62 los puestos de trabajo vacantes las diferentes oficinas y unidades de Ciudad Real, provincia en la que, junto a Toledo, se producen más carencias.
“No se cubren las bajas, ni las jubilaciones, a lo que se suma que las plazas ocupadas por personal laboral de las antiguas cámaras agrarias que desarrollan tareas administrativas se suprimen cuando estos se jubilan, aumentando la carga de trabajo para el personal que queda”, explica Muñoz.
De hecho, se están externalizando servicios con la subcontratación de gestiones con entidades bancarias y empresas en procesos como las solicitudes de las ayudas de la PAC y de apertura de explotaciones porque no pueden ser asumidos por personal propio.
A la falta de personal añade que se suma la necesidad de renovar un parque móvil compuesto por vehículos inadecuados para viajar por caminos rurales y que en muchos casos hace casi imposible acceder a determinadas explotaciones agrarias y ganaderas.
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