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Lavanda, trufa y miel, tres productos que definen una comarca emblemática, la Alcarria

Abeja libando en una flor de lavanda

Pilar Virtudes

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Lavanda, trufa y miel, productos que identifican la conocida comarca de la Alcarria en Guadalajara y que es precisamente en lo que se han especializado los tres socios que forman la empresa Productosdelaalcarria.com

Hace cinco años comenzaron poniendo en la localidad de Aldeanueva de Guadalajara, un municipio en la Alcarria Alta, un vivero de plantas de trufa y a partir de ahí se lanzaron a otras producciones muy arraigadas en la zona. Su lema es primar la calidad por encima de la rentabilidad o la inmediatez para ofrecer unos productos únicos y que estén garantizados bajo el Sello de Productos de la Alcarria.

Según Jesús de la Fuente, uno de los socios, actualmente compaginan este vivero de plantas de trufa con 40 hectáreas de lavanda, en las que cultivan y realizar todo el proceso “hasta sacar la esencia en nuestra propia destilería, con un destilería portátil en un tráiler donde tenemos todo el dispositivo para hacer la destilación”.

De su vivero, ‘La Huerta del Cura’, en Horche (Guadalajara), es de donde obtienen las plantas de lavanda para reponer sus campos y poner nuevas plantaciones. Todo ello con abonos orgánicos y nada de productos químicos ni fertilizantes ni herbicidas.

“Empezamos con el vivero pero después, viendo que la lavanda aquí podía ser un bueno sitio porque las condiciones se dan y somos punteros en esto, decidimos apostar por esto, quitar cereal y poner lavanda”, señala y es que “la esencia de aquí es más apreciada que la de Francia”.  

En la última cosecha, obtuvieron unos 2.000 litros de esencia, y esperan que esta producción se incremente ya que estas plantaciones empiezan a estar en plena producción a partir de los cinco años.

De hecho, la mayor parte de la producción de esencia de lavanda se lo compran los franceses. “Nosotros nos quedamos con un poco para venderla en nuestra web pero la parte principal se lo llevan a Francia porque vienen a comprarlo aquí. Hemos buscado compradores para que se quede aquí pero es un mercado complicado”, asegura Jesús de la Fuente.

En su web comercializan esencia pura de lavandín y hidrolato de lavandín. “La esencia pura es el aceite, no lleva nada de agua, y al ir tan concentrado se utiliza para base de detergentes, perfumes y demás y también para perfumar con una gota un baño, un jabón, un almohadón. El hidrolato la gente lo compra para hacer jabones porque es el agua destilada que sale de la destilación de la lavanda, o como tónico y para perfumar habitaciones, hacer jabones”, asegura.

También, en torno a la lavanda han desarrollado el turismo. Así, cada jueves de julio, que es el momento en que los campo están en plena floración, “invitamos a la gente a que conozcan el pueblo, primero vamos al museo de instrumentos populares del pueblo, uno de los pocos de esta naturaleza de la región, y ahí empezamos la visita. De ahí los llevamos al vivero de trufa y de lavanda y con un alambique les enseñamos a sacar la esencia de la lavanda, también mostramos el proceso de la trufa y ven también como envasamos la miel. Luego se van a los campos de lavanda y acabamos en el restaurante cenando en el pueblo. La verdad que es una tarde-noche que la gente lo pasa bien”.

Lo organizan en grupos de 30 personas. “Funciona muy porque la gente se va muy contenta y con conocimientos nuevos”, asegura.

Miel de la Alcarria

Las plantaciones de lavada les llevó también a pensar en la producción de miel, producto también fuertemente identificado con la comarca. “Hace dos años al ver los campos de lavanda decidimos poner 32 colmenas que tenemos en producción para la miel de lavanda”.

El año pasado tuvieron una pequeña producción de 500 kilos que en su mayor parte se vende a través de la web y también en el pueblo y zonas cercanas a su localidad. Actualmente comercializan miel de lavanda y miel de lavanda con trufa negra.

Y “como todo esto nos parecía poco, este año hemos decidido coger las aceitunas que es la variedad verdeja castellana, que normalmente aquí no se cogen porque dan un bajo rendimiento, y lo llevamos a una almazara que hay en Buendía. Las llevamos en verde, en octubre-noviembre, las prensan a baja temperatura, a 20 grados y de ahí sale el zumo, un acete de oliva virgen extra de gran calidad. Hemos hecho analítica y nos da un zumo con una acidez 0,1 y en oxidación, que es importante también, niveles muy bajos”, y que también se comercializa en su web en latas de 250 ml.

Además, continúan con el vivero de trufas, plantando tanto trufa de invierno como de verano “que hacemos con planta de encina y de pino piñonero, las de verano”. Actualmente tienen unas 3.000 plantas aunque ellos no producen trufa para la venta.

Según Jesús de la Fuente, “está funcionando bien la venta online, aquí lo bueno que tenemos es que Madrid es un mercado próximo y eso nos vale mucho, el estar cerda de Madrid hay un cliente potencial cada vez mayor y también la gente que aprecia el producto de aquí”.

En su web venden no sólo las esencia y el hidrolato de lavanda, las mieles y el aceite de oliva sino también los plantones de lavanda y de encina trufera que producen ellos mismos. 

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