Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

A la espera de volver a casa tres meses después de la DANA

La familia Hortelano Vieco permanece aún en la vivienda tutelada después de que su casa fuera una de las más afectadas por las fuertes lluvias que inundaron Buenache de Alarcón, en Cuenca

Las Noticias de Cuenca

Paula Montero —

0

José María Hortelano y Consuelo Vieco vivían en Durango (Vizcaya) pero decidieron regresar a Buenache de Alarcón, su localidad natal, en la provincia de Cuenca, para pasar un último verano en el pueblo.

Querían quedarse hasta pasadas las fiestas y después regresar a su domicilio habitual pero la DANA del día 2 de septiembre trastocó todos sus planes. En la vivienda familiar ubicada en la calle Cura, una de las más afectadas, el agua alcanzó 1,75 metros de altura ya que las fuertes riadas de barro y agua reventaron las puertas y ventanas del domicilio destrozando a su paso todo el mobiliario. Desde ese fatídico día el matrimonio junto a su hija Cleide, su nieto Carlos y Myriam –la mujer de este último– fueron reubicados en la vivienda tutelada del Ayuntamiento porque la parte baja de su casa quedo inhabitable. 

Han llegado a compartir ese espacio con hasta 13 personas de la localidad, pero desde hace unas semanas solo quedan ellos. Y es que la reforma de su casa se ha prolongado más de lo esperado porque ha sido necesario reacondicionarla por completo. “Hemos subido la altura de las ventanas y se ha tapiado la puerta del garaje para intentar evitar que entre el agua en caso de que vuelva a pasar algo parecido”, señala Cleide, la hija del matrimonio. Además, han tenido que poner suelos, puertas y mobiliario nuevo porque su hijo Carlos y su nuera Myriam se van a quedar a vivir en la casa familiar. “Mi hijo no estaba contento con su trabajo y cuando vinieron este verano empezó a echar currículums y ha encontrado trabajo”, explica. Una buena noticia dentro del caos de estos meses.  

Fueron también víctimas de otra inundación en 2014

Poco a poco el pueblo ha recuperado la normalidad, pero las inundaciones de los días 2 y 4 de septiembre estarán para siempre en el recuerdo de las vecinas y vecinos. “Cuando oigo llover tengo miedo porque pienso que puede volver a pasar”, cuenta Cleide. “He pasado un mes entero llorando pensando que ojalá no vuelva a pasar nunca esto”, apostilla. Y es que, a los Hortelano Vieco es la segunda vez que la fuerza del agua destroza su casa puesto que en 2014 sufrieron también una inundación, aunque no tan fuerte como la de este 2023. 

A pesar de ese temor cada día asimilan más lo que vivieron la tarde del 2 de septiembre y “damos gracias de que no pasase algo peor”. José María y Consuelo pudieron subir a la segunda planta de la vivienda por los pelos porque “minutos después ya estaba todo lleno de agua y si hubiéramos tardado más ellos no se hubieran podido salvar y tendríamos que lamentar una desgracia mayor”, recuerda la hija de ambos. 

Durante estos más de dos meses en la vivienda tutelada han sentido el apoyo de todo el pueblo, en especial de todos los trabajadores del Ayuntamiento, con Raquel Hortelano, la alcaldesa, a la cabeza. “Toda la solidaridad que ha habido en el pueblo ha sido impresionante, tenemos mucho que agradecer a todos”, reconoce Cleide. Y es que durante la primera semana fueron muchos los vecinos y vecinas de pueblos cercanos los que se desplazaron para ayudar a limpiar las calles de Buenache de Alarcón que quedaron anegadas de barro.

Una vez terminen las obras de la casa familiar Carlos y Myriam se instalarán en ella ya que quieren asentarse en el pueblo una vez que han encontrado empleo. Por su parte, José María, Consuelo y Cleide regresarán al norte.

Etiquetas
stats