Palabras Clave es el espacio de opinión, análisis y reflexión de eldiario.es Castilla-La Mancha, un punto de encuentro y participación colectiva.
Las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad de sus autores.
Recientemente se ha acuñado un término que ha tenido mucho éxito, referido a la difusión intencionada de mentiras, con el fin de manipular a la opinión pública y conseguir ventajas para ciertos grupos de interés, me refiero a la “postverdad”. Si este neologismo es mas o menos acertado, no es el objetivo de este artículo. Pero un asunto que encaja a la perfección en este concepto es el de la gestión de los residuos nucleares y, por extensión, el de la energía nuclear. Veamos y analicemos una de estas “postverdades” que escuchamos un día sí y otro también: “Los residuos nucleares de alta actividad (a partir de ahora RAA) y el combustible nuclear gastado (a partir de ahora CG) se están llevando a Francia puesto que aquí no tenemos donde almacenarlos y pagamos 60.000 euros diarios”.
A pesar de ser rotundamente falsa, esta frase ha tenido un enorme éxito y ha calado irreversiblemente en la población. Nos atreveríamos a decir que la mayoría de los ciudadanos la asumen como cierta. Aunque es difícil saber quién fue el primero, el Ministro Soria difundió esta idea por tierra mar y aire en los medios de comunicación. El alcalde de Villar de Cañas, aprovechó que la mentira había echado raíces, y que le venía bien para sus intereses, para repetirla una y otra vez.
Lo más curioso es que es fácil desmontar esta mentira. Simplemente acudiendo a las fuentes primarias (cosa que debería hacer cualquier periodista que se precie). Pero esta mentira que se suele soltar del tirón, está compuesta de 3 partes. Por tanto, mejor analizarlas, con datos y rigor, una por una, haciéndonos una serie de preguntas:
1. ¿Se están llevando RAA o CG fuera de nuestras fronteras?
Rotundamente no. Las fuentes oficiales en relación con la gestión de los residuos nucleares son (sobre todo) Enresa, empresa pública encargada de la gestión de los residuos nucleares y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Así Enresa dice en su web: “Actualmente en España no se realizan transportes de residuos de alta actividad y combustible nuclear gastado, ya que permanecen en las piscinas o en los almacenes temporales individualizados en las propias centrales.
2. ¿Dónde están y cómo son los almacenes actuales de los RAA y el CG? ¿Están custodiados de forma segura? ¿En algún momento salió RAA o CG de nuestras fronteras?
La respuesta la da el CSN en su último informe anual: “El combustible nuclear gastado generado en España (con la excepción del generado en la operación de la central nuclear Vandellós I y el generado en Santa María de Garoña hasta 1982), se encuentra actualmente almacenado en las piscinas de almacenamiento de combustible asociadas a los reactores nucleares y en los contenedores de almacenamiento en seco ubicados en los Almacenes Temporales Individualizados (ATI) existentes en los emplazamientos de las centrales nucleares de Trillo, José Cabrera y Ascó.”
En cuanto a los residuos en el extranjero, en el centro de reprocesamiento de Sellafield (Reino Unido), hay 500 barras de CG de la CN de Garoña, que supone unas 97 toneladas (menos de 1,5% del total de RAA). Pero los últimos se enviaron en 1982. El ATI de Garoña se está construyendo desde agosto de 2016 y por tanto en breve podrá regresar el CG de Garoña.
Por otro lado, al centro de reprocesamiento de La Hague (Normandía, Francia), propiedad de la empresa semipública Areva, se enviaron hasta 1989 los RAA y el CG de la CN de Vandellós I, tras un accidente que obligó a cerrar dicha central. Y el resto del CG, de las otras centrales nucleares, como dice el CSN, está almacenado en “piscinas de almacenamiento” y en “Almacenes Temporales Individualizados”.
3. ¿Es verdad que estamos pagando 60.000 euros diarios a Francia?
Para respondes a esta pregunta es necesario conocer los avatares de los residuos de Vandellós I (únicos residuos nucleares en Francia). El CG de Vandellós I, se reprocesó en La Hague, para extraer Plutonio. Los acuerdos de la propietaria de Vandellós I (Hifersa) se subrogaron a Enresa en 2001. Desde entonces, se han realizado sucesivas rondas de conversación con Areva para regular la custodia y el regreso de esos residuos. Desde 2001, Enresa ha pagado en torno a 500 millones de Euros por los residuos de Vandellós I en concepto de: “reprocesamiento”, “tratamiento”, “acuerdo de densificación” y “fabricación de residuos”.
Pero solo consta en las memorias anuales de Enresa 23,7 millones de Euros bajo el concepto de “Compensación de costes derivados de no haberse hecho cargo de los residuos reprocesados” es decir, cerca, de 65.000 Euros diarios durante 2011. Dicho de otro modo, solo en 2011 se ha pagado penalización por no producirse el regreso de los residuos. Así, merced al acuerdo de octubre de 2012, “según el director técnico de Enresa, en estos momentos no se abona ninguna cantidad y continuará siendo así hasta junio de 2017, en virtud del acuerdo firmado con el gigante nuclear francés.”
En el acuerdo de octubre de 2012, además de fijar la fecha de vuelta de los residuos, se aprobó una reducción en el volumen. En 2013 un nuevo acuerdo permite una nueva reducción de cara a la vuelta de los residuos. Así, se ha pasado de 690 m de residuos antes del acuerdo de 2012 (tanto de alta como de media actividad) a los 41 m actuales. Cantidad ridícula si tenemos en cuenta que el total de residuos que albergaría el ATC son 12.000 m. Areva en 2014 empezó a fabricar los 4 contenedores de doble uso (transporte y almacenamiento) para la vuelta de los residuos. Por lo que no habría ningún problema en depositarlos sin más en un ATI. El más cercano es el de Ascó con amplio espacio disponible. Pero también se podría esperar a la construcción del ATI de Vandellós que, en todo caso, estaría antes que el ATC.
El oscurantismo que caracteriza a Enresa nos hace desconocer, los términos económicos de los últimos acuerdos (2013 y posteriores). Por lo que no podemos saber si a partir de junio de este año se pagará cantidad alguna a Areva. En todo caso, estas cantidades (las ya pagadas o por pagar), al tratarse de fianzas, se devolverían, en su mayor parte, cuando los residuos regresen a nuestro país.
En definitiva, las verdades irrefutables son: No hay ninguna necesidad inmediata de construir un almacén central para los residuos nucleares (ya están almacenados en las piscinas y los ATI). No se están enviando residuos nucleares a Francia. Ni se está pagando cantidad alguna por llevarlos ni por custodiarlos.
La mentira y el engaño premeditado, se difunde una y otra vez en el negocio nuclear, para mantener a flote, a toda costa, una industria (la nuclear) que está en recesión (sobre todo en occidente).
Por mucho que ese empeñe el lobby nuclear, según datos oficiales de REE para 2016 [12], las nucleares, suponen el 7,19 % de la potencia eléctrica instalada en nuestro país. La potencia eléctrica peninsular en 2016, era de 100.088MW, mientras que la demanda de potencia máxima instantáneas ha sido de 40.489 MW. Las CC.NN. generaron en 2016 en nuestro país el 20,93% de la energía eléctrica consumida en 2016 y (por tanto) poco más del 4% de la energía final total consumida. En definitiva, se podrían cerrar mañana las nucleares y (con ciertos reajustes en la distribución) no existiría ningún problema de suministro eléctrico.
Hemos llegado al final de esta serie de artículos. Pero no pretenden ser el final, al contrario pretenden ser el principio de un debate honesto, abierto, sincero y sin trampas sobre el cementerio nuclear. Muchas personas no estarán de acuerdo con las opiniones expuestas. Por eso, estoy dispuesto a debatir con todas y cada una de ellas, con la única condición del respeto mutuo. Desgraciadamente, mi experiencia en estos 7 años, en los que el debate sobre el cementerio nuclear ha brillado por su ausencia, no me hace albergar muchas esperanzas.