“Seremos parte de la España Vaciada, pero Guadalajara es una provincia mágica”
Dicen que en el castillo de Sigüenza, que data del siglo XII y hoy es Parador Nacional, habita el fantasma de doña Blanca de Borbón, hija Isabel de Valois y sobrina del rey de Francia, Carlos IV El Hermoso. Es una de las muchas leyendas de Guadalajara.
O que en la localidad de La Riba de Santiuste, el castillo andalusí del siglo IX es la morada del fantasma de Manuela, la ‘dama blanca’ que muchos vecinos del pueblo dijeron haber visto: una mujer ataviada con una larga túnica blanca que se asomaba a las almenas del castillo, e incluso algunos afirmaban haber escuchados sus lamentos.
“Seremos parte de la España Vaciada, pero somos una provincia mágica”. Así lo cree Ángel Arroyo Benito (Guadalajara, 1968), que acaba de publicar ‘Prodigios y misterios de la provincia de Guadalajara’ (Océano Atlántico Editores/ AACHE Ediciones, 2021).
Es su primer libro y viene a reflejar su afición desde muy niño por la temática . “A los ocho o diez años me atraían los temas de misterio y así hasta los 53 que tengo ahora”. Y se trata de una publicación solidaria ya que parte de los beneficios se destinarán al Banco de Alimentos de Guadalajara.
Ángel Arroyo cree que “el gusto por lo misterioso y las historias de miedo es inherente a la naturaleza humana y eso hay que explotarlo para que la gente venga a Guadalajara y a Castilla-La Mancha a disfrutar del turismo del misterio”.
Por eso de las “pinceladas” de una página web que puso en marcha hace años, Guadalajaramágica.es, ha llegado a este libro en el que “ he tenido ocasión de explayarme, unificar y recopilar la información” que ha estructurado a lo largo de 17 capítulos que parten del siglo XV hasta desembocar en los años 70 del siglo XX.
“Desde luces que aparecían en el cielo, quizá cometas, y que se tomaban como prodigios celestes, pasando por las historias de fantasmas, los milagros, los exorcismos y hasta los ovnis… Son cosas que solo conoce la gente de los pueblos y que no trascienden más allá”.
Arroyo ha realizado una recopilación de las noticias publicadas en la región sobre avistamientos de “platillos volantes” en Castilla-La Mancha entre 1947 y 1953. “He querido contar la historia del fenómeno en nuestra región. Llama mucho la atención y creo que le va a gustar a la gente”.
El gusto por lo misterioso y las historias de miedo es inherente a la naturaleza humana. Hay que explotarlo para que la gente venga a Guadalajara y a Castilla-La Mancha a disfrutar del turismo del misterio
“Me gustan especialmente los sucesos que hablan de apariciones de vírgenes, su mitología, el pastor que lo ve, los milagros y exorcismo y cómo son recogidos esos sucesos que aparecen en las relaciones topográficas de Felipe II o el fervor que se ha mantenido hasta el siglo XXI”.
Este biólogo de formación pero que ha desarrollado su labor profesional en el sector de la banca rechaza abordar estas cuestiones “desde el sensacionalismo”. Asegura que su objetivo es “buscar el porqué de las cosas, su sentido racional. Nada es antinatural, se basa en la Naturaleza y tiene explicación”.
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