El plan del Tajo, aprobado sólo hace dos meses, será sometido a revisión
El Esquema de Temas Importantes es un documento clave en el proceso de planificación hidrológica, ya que deberá contener la descripción y valoración de los principales problemas actuales y previsibles de la demarcación relacionados con el agua y las posibles alternativas de actuación, así como concretar lo más posible las decisiones que puedan adoptarse cara a la redacción de la propuesta de revisión del Plan Hidrológico.
El EPTI se encuentra sometido a información pública hasta el próximo 30 de junio y se han celebrado jornadas de presentación en Guadalajara, Cáceres y Talavera durante las últimas semanas. El objeto de la consulta pública es recoger todas las propuestas, observaciones y sugerencias para la incorporación de las que en su caso se consideren adecuadas y que contribuyan a la elaboración del Esquema de Temas Importantes.
La Comisión de Planificación Hidrológica y Participación Pública de la CHT se reunirá a principios de octubre para tomar en consideración las propuestas de observaciones y sugerencias al EPTI recibidas durante la fase de información y consulta pública, en las jornadas de participación, así como la información actualizada disponible y relevante para la propuesta de revisión del Plan hidrológico, como pueda ser la relativa al inventario de presiones, el estado de las masas de agua y el Programa de Medidas.
De esta manera, siguiendo indicaciones del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica del Tajo pone en práctica la revisión del Plan hidrológico actualmente vigente, aprobado el 11 de abril de 2014, mediante Real Decreto 270/2014, y que suponía a su vez la revisión y derogación del Plan Hidrológico del año 1998.
Reserva no trasvasable
Uno de los aspectos más relevantes del Plan vigente, además del polémico régimen de caudales, es que define una reserva “no trasvasable” de 400 hm3 almacenados los embalses de cabecera (Entrepeñas y Buendía) para dar respuesta a las demandas de abastecimiento y riego de la cuenca frente al Trasvase Tajo-Segura. El volumen mínimo no trasvasable se incrementará desde los 240 hm3 actuales a los 400 hm3, pero será gradual, en un plazo máximo de cinco años, a un ritmo de 32 hm3 anuales.
Esta reserva ha sido presentada tanto por el Ministerio de Agricultura como por la Junta de Castilla-La Mancha como un gran logro, en la medida que supondría una garantía mayor que la preexistente y que supuestamente permite el mantenimiento de caudales en el Tajo aguas abajo y dar servicio de abastecimiento y regadíos. Sin embargo su carácter gradual e insuficiencia, así como las numerosas excepciones previstas hacen dudar del supuesto logro.
Así, aunque la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de Evaluación Ambiental preveía que quedase automáticamente establecido el umbral mínimo no trasvasable de 400 hm3 de manera permanente cuando se alcanzasen los 900 hm3 almacenados en la cabecera, se esperó a publicar el Decreto del Plan cuatro meses (desde que quedó aprobado en el Consejo Nacional del Agua hasta que el Consejo de Ministros lo envió al BOE) para que los niveles de los embalses de cabecera estuviesen por debajo de los 900 hm3 y así dilatar cinco años la entrada en vigor de la reserva de los 400 hm3 no trasvasables.
Insuficiencia de la reserva de 400 hm3
Quienes critican el supuesto logro de la reserva no trasvasable apuntan a la incertidumbre sobre lo que realmente embalsan Entrepeñas y Buendía, pues sospechan que la colmatación o aterramiento ha reducido su capacidad y ello distorsiona los datos. Por otra parte destacan las excepciones previstas en años secos, que permitirían trasvasar incluso sin mantener ese mínimo y finalmente que la reducción de demandas aguas abajo, sobre todo por la reducción legal de caudales mínimos circulantes y en regadíos (una vez abierta la puerta a la venta de derechos al Levante), harán que quede más agua en cabecera disponible para el trasvase. Y más si se lleva a cabo el multimillonario proyecto de desvío de aguas procedentes del Jarama (recicladas, fundamentalmente) para su almacenamiento estratégico en el embalse toledano de Finisterre y así suplir en épocas de estiaje los aportes desde la cabecera.