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La Cámara de Valladolid no publica sus cuentas desde 2018 y la Junta no consigue que reformule las trucadas en 2019

Ana Carlota Amigo y Alfonso Fernández Mañueco, en una imagen de archivo.

Laura Cornejo

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La Cámara de Comercio de Valladolid sigue operando mientras obvia la Ley de Cámaras de Castilla y León, la Ley de Transparencia e incurre en irregularidades contables. Todo ello mientras la entidad tutelante, la Consejería de Empleo, dirigida por Ana Carlota Amigo, mira para otro lado. Tal y como ha informado elDiario.es, la entidad cameral acumula desde hace años una deuda superior a los 8 millones de euros. Pero la ley autonómica de cámaras, de 2018, obliga en su artículo 11 a presentar un plan de viabilidad a cumplir en 4 años si se incurre dos ejercicios en resultados negativos. O eso, o se disuelve. La Junta ha reclamado ese plan desde 2019, pero a pesar de la negativa de la Cámara, la ha dejado seguir operando. Desde entonces, ni una sola vez ha logrado cerrar las cuentas en positivo.

Pero, repasar las cuentas de la Cámara no es fácil desde fuera, al menos desde 2018. Esa es la última vez que ha publicado tanto sus cuentas como la auditoría correspondiente en su Portal de Transparencia, una obligación legal. La razón es que las cuentas de 2019 no fueron aprobadas por la Junta y desde septiembre de 2020 le exige que las rehaga. La Cámara desoye esta indicación y el Gobierno autonómico no sólo no actúa, sino que no le ha cortado el grifo de las subvenciones, algo con lo que amenazó el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ante la primera negativa de presentar el plan de viabilidad.

La consejera calla

Las cuentas de 2019, siempre según la versión que ofreció el director general de Comercio de la Junta, Luis del Hoyo, se presentaron maquilladas. La Cámara había argumentado que no podía presentar un plan de viabilidad porque la Ley de Cámaras no era retroactiva y se había puesto en marcha en 2018. Era desde ese momento por tanto desde el que debía empezar a contar el número de ejercicios con resultados negativos. Siguiendo la lógica de la Cámara, 2018 era su primer año en números rojos. El problema llegó en 2019, que también acabó con más gastos que ingresos. Eso no dejaba salida y finalmente se vería obligada a presentar un Plan de Viabilidad. Así, optó por trucar resultados para presentar unos beneficios exiguos, inferiores a 100.000 euros, pero ganancias al fin y al cabo. Lo consiguió sacando de esas cuentas la millonaria y ya histórica deuda de la Escuela de Cocina, que supera los seis millones. La maniobra, por absurda, no ha colado en la Junta de Castilla y León, pero más allá de no aprobar esas cuentas, no ha hecho nada más, aparte de subvencionarla. ElDiario.es ha intentado en reiteradas ocasiones obtener una explicación de la Consejería de Empleo, responsable última, como tutelante, del desaguisado contable, pero Ana Carlota Amigo se niega a atender a este medio y desde la Consejería indican que “está cumpliendo con la ley” y que “alguien” no informa “bien” a este medio.

Espera obtener el 62% de sus ingresos en 2021 mediante subvenciones

Por otro lado, la Cámara sí ha publicado en su portal el presupuesto que maneja para 2021. Curiosamente, prevé que el 62% de sus ingresos lleguen a través de subvenciones. Respecto a los ingresos que pretende generar mediante prestación de servicios reduce al 50%, respecto al ejercicio anterior, las previsiones de ingresos por Mediación. También baja el presupuesto de aportaciones voluntarias de los 120.000 euros presupuestados en 2020 a los 95.000 del presupuesto del 2021. La explicación a esto está en el propio Pleno de la Cámara, del que forman parte empresas que han dejado de pagar.

Según este presupuesto los gastos ascenderán a 3,6 millones y los ingresos a 3,6 millones, por lo que esperan un resultado positivo de 148.631,96 euros. Pero muy parecidas fueron las previsiones de 2020, que acabaron en números rojos aunque se esperaba un beneficio de 189.309,05 euros, o las de 2019, con un positivo previsto de 2.404,60 euros que nunca se cumplió.

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