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Narrar Castilla y León desde las redes sociales: “El interés por las raíces está despertando”

Cristina Párbole gestiona la cuenta @lahuellaromnica, en la que difunde el peso del románico en Castilla y León.

Alba Camazón

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Todos comparten una inquietud por lo suyo: los pueblos, la historia, el patrimonio, la diversidad provincial...Y utilizan las redes sociales para mostrar Castilla y León como ellos lo ven, sin otros cristales. Algunos con un toque más personalista, y otros más divulgativos. El objetivo es narrar a través de las redes sociales y conseguir que más gente se interese por Castilla y León. Unos utilizan Twitter, otros Facebook o Instagram. “El interés por las raíces está despertando”, coinciden varios castellanos y leoneses activos en redes sociales, que plasman la Comunidad en sus cuentas.

Miguel Sánchez González (@miguel_sanchez_gonz) utiliza, principalmente, Instagram. “Plasmo mi manera de pensar e imaginar cómo quiero esta tierra, y muestro lo que es, harto de los tópicos”, explica este productor audiovisual palentino. David Ortega (@daviddcoba), muy activo en Twitter, explica que su objetivo es contar las historias de los pueblos. “Cuando recorres Soria, es inevitable que hables de la despoblación, e intento darle darle un sentido y explicármelo como un joven de 25 años”, explica David, que asegura que no busca “la ruina y la despoblación” en sus viajes, sino que se la ha “encontrado” en los 15 años que lleva profundizando en la provincia.

David está opositando, y el tiempo libre que ha tenido hasta ahora lo ha dedicado -en su mayor parte- a viajar por la provincia de Soria. Va a pueblos, habla con la gente que se encuentra y fotografía las estampas. Luego, organiza el contenido para poder mantenerse activo todos los días en Twitter y estar bien posicionado en redes.

“Aquí [en Twitter] yo pongo mis opiniones y sensibilidades. Es un punto de inflexión. Dentro de diez años los pastores y gente que recuerda historias de sus pueblos, es que no van a estar. ¿Cómo vamos a dejar este patrimonio de la gente y de los pueblos? Me sabía mal que las cosas que me cuentan se queden ahí, que mueran como si no hubieran existido”, reflexiona.

Entre lo cultural y el abandono de los pueblos también se mueve Rubén Castrillo (@ruben_Brgs), que intenta “poner en valor” el medio rural y reivindicar algunas de sus problemáticas. “En esta comunidad siempre hemos tenido un poquito de complejo, como que lo nuestro no valía. Y lo nuestro vale tanto como lo de los demás”, asevera este burgalés, que trabaja en un almacén de distribución de pienso animal, por lo que entre semana viaja a muchos pueblos y los fines de semana también los aprovecha para hacer turismo.

Miguel, sin embargo, no tiene un objetivo específico. “Solo mi compromiso con esta tierra”, remata este palentino, que muestra en Instagram un enfoque “muy personal”. “No por vivir en un pueblo hay gente que no apueste por la igualdad, la diversidad sexual... Intento transmitir una idea más cercana a la realidad, lejos de tópicos rancios”, apuesta.

Aunque no lo pretendan, la despoblación sigue marcando la agenda de estos tuiteros e instagramers. Hace unas semanas, Rubén subía una imagen de un buzón antiguo en cuyo tablón de anuncios figuraba una nota de 1999. “Correos se puso en contacto conmigo para ver en qué pueblo era porque decían que el buzón estaba en mal estado”, comenta. El deterioro del patrimonio es una de las cuestiones que aborda Cristina Párbole desde @LaHuellaRomnica, que ha lanzado hace unos meses una campaña en favor de abrir el románico. Desde su cuenta de Twitter, en la que lleva activa desde hace casi diez años, Cristina promociona el románico, una herramienta que puede “ayudar a entender nuestra historia”.

Esas cosas hacen que esta red social merezca la pena

Cristina pone en valor el trabajo del custodio, que tiene las llaves de las iglesias y que voluntariamente se ofrece a abrir las puertas a los turistas y explicar la historia del templo. “No hay un relevo generacional. La despoblación es un problema en sí mismo, pero también afectará al patrimonio”, apunta esta historiadora, que advierte del riesgo que puede suponer para posibles expolios en los templos.

“El patrimonio románico de Castilla y León es brutal. Mi objetivo es que la gente conozca, porque Castilla y León puede presumir de tener un patrimonio románico espectacular”, explica Juan Jesús Conejero, que lleva la cuenta de @cylromanica. Apasionado del románico, Conejero empezó hace una década a trabajar en difundir el románico a través de Facebook: primero para hablar de todo el románico español y después centrándose más en el autonómico.

Algunos de estos castellanos y leoneses se conoce de redes sociales, aunque no en persona. Juan Jesús, salmantino, asegura que a través de los grupos de Facebook intimó hace años con mucha gente con la que hoy mantiene amistad. Hace cuatro o cinco años se creó una cuenta en Twitter y destaca el “buen rollo” que encuentra en esta red social, aunque también tiene presencia en Instagram. Durante el confinamiento, varias cuentas de difusión del románico aprovecharon las herramientas para organizar mesas redondas y debatir en torno a este estilo arquitectónico.

Cristina aprovechó esos dos meses encerrada en casa para lanzar cuestionarios en Instagram. “Se agradecía, porque había gente que me escribía diciendo que en ese rato se había olvidado del monotema, por lo menos”, cuenta. Rubén tuvo que trabajar al estar en un sector esencial, y eso también le permitió trasladar a sus seguidores a los pueblos burgaleses. “Cuando no podíamos salir de las provincias, saqué una foto a dos señores que iban dados de la mano y justo eran los abuelos de un seguidor mío. Me escribió por privado diciendo que le hacía mucha ilusión, porque hacía muchos meses que no les veía”, relata.

“Esas cosas hacen que esta red social merezca la pena”, agrega Cristina al otro lado del teléfono. Todos reciben mensajes de seguidores que van a viajar a sus provincias o a Castilla y León y que piden recomendaciones de sitios para visitar o restaurantes para comer.

“Me habla mucha gente que me dice que su abuelo era de Soria, o que recuerda que su abuela le llevaba no sé dónde... Y me piden fotos de su pueblo, por ejemplo. O gente que se va de viaje y me pregunta. Por desgracia, Soria lleva décadas exportando gente. Me habló hace poco un hombre cuyo abuelo era de un pueblito de cinco habitantes de Tierras Altas (Ventosa de San Pedro) y se fueron a Buenos Aires hace décadas. Su padre tiene 94 años y todavía se acuerda, que le había enseñado las fotos y me contaba que allí vivía fulanito... A la gente le llegan estas cosas”, explica David.

La mayoría de sus seguidores son de Castilla y León, pero todos han detectado que hay mucha gente que ha emigrado o que tiene ascendencia en Castilla y León y que se interesa por la Comunidad. “Hay un pequeño resurgir de la puesta en valor de lo propio: la música tradicional; la cultura identitaria; ahora, por ejemplo, las mascaradas...”, añade Miguel.

Las redes sociales son también un potencial a explotar por las Administraciones para difundir el patrimonio y la historia de sus ciudades, pueblos y comarcas. David critica que muchas veces “no se aprovechen de estas herramientas” cuando tienen fondos económicos para financiar grandes campañas de publicidad tradicionales. Miguel es productor y ha trabajado con la Diputación de Palencia. “La Administración ha ido un paso por detrás, pero algunas están apostando ya por este tipo de microcampañas dirigidas a un nicho específico. Esto va a ir a más”, espera.

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