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Los 3.500 médicos residentes de Catalunya, llamados a la huelga: “Nos usan de mano de obra barata”

Médicos residentes que apoyan la huelga en Catalunya

Pau Rodríguez / Barcelona

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Una oleada de indignación recorre desde hace meses a los médicos residentes, el amplio colectivo de jóvenes facultativos en formación que, en la práctica, se han convertido en personal imprescindible –y más barato– para el funcionamiento de hospitales y ambulatorios. A las huelgas de la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana, este lunes se les suman tres días de paro en Catalunya, desde este lunes hasta el miércoles.

“El sistema se aprovecha de que somos mano de obra barata y, en vez de garantizarnos una formación de excelencia, acabamos ocupando puestos de trabajo estructurales”, lamenta Àlex Mayer, portavoz del comité de huelga y médico residente internista en el Hospital Parc Taulí de Sabadell. Las condiciones de estos facultativos durante los cuatro o cinco años que dura la residencia MIR son las mismas desde hace años, pero la presión de la pandemia ha hecho colmar el vaso.

A partir de este lunes y hasta el viernes, los 3.500 médicos residentes de Catalunya están llamados a secundar un paro que cuenta con el apoyo del sindicato mayoritario Metges de Catalunya y de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC). Los huelguistas han mantenido negociaciones hasta el último momento con el Departamento de Salud, pero no han llegado a buen puerto. 

La última reunión del pasado viernes entre el comité de huelga, representado por Metges de Catalunya, y el Institut Català de la Salud (ICS) y las patronales de la red sanitaria concertada acabó sin avances. Según el sindicato, la propuesta que les trasladaron consistía en crear una comisión de seguimiento de los programas de formación de los MIR, el cumplimiento de las jornadas y descansos “legalmente establecidos” y un incremento de un 5% del sueldo base en dos años. 

El sindicato calificó las mejoras de “insignificantes”, “insuficientes” e “inconcretas”. Además, añadieron que el ICS y las patronales se excusaron en una “supuesta falta de competencias” y en la “heterogeneidad de los convenios colectivos” para no tocar más condiciones.

Sus exigencias incluyen mejoras de carácter laboral, retributivo y, sobre todo, formativo. Los residentes se quejan de que si se pasan el día “sacando adelante el trabajo a paladas” –en palabras de Mayer– luego no hay tiempo para una correcta formación. Así, reclaman que se reserve un 15% de la jornada a “formación no asistencial” y 10 días al año para acudir a cursos y congresos. También exigen que “en ningún caso” el médico residente acabe realizando tareas de asistencia médica sin la supervisión de su facultativo adjunto.

Esto último es algo que ocurre muy a menudo, según Nura Estany, médico residente de cuarto año en el Centro de Atención Primaria (CAP) de Rubí, que depende de Mutua de Terrassa. “Durante las guardias es cuando estamos más solos, el primer golpe lo paramos nosotros y esto genera a menudo ansiedad anticipatoria”, lamena esta médico. Y argumenta que la prueba de que desempeñan tareas estructurales dentro de los hospitales y ambulatorios es que, cuando están de baja, les ponen un sustituto. 

En el capítulo laboral y salarial, los residentes exigen ampliar los descansos y incrementar sueldos. Este colectivo cobra en la actualidad entre 16.000 y 22.000 euros al año, según las tablas salariales, que complementan con las horas de guardia.

En cuanto a los descansos, Mayer denuncia que no siempre se cumplen las 12 horas de descanso tras una jornada y reclama para el colectivo 36 horas ininterrumpidas a la semana. “Dependiendo del centro, cuando haces guardia un sábado a veces no tienes fiesta el lunes”, pone como ejemplo de esto último Estany. 

Más allá de Catalunya, en la Comunitat Valenciana los residentes siguen en pie de guerra desde hace dos meses. La última reunión entre ambas partes, el pasado martes, acabó sin acuerdo. En Madrid, se desconvocó al llegar a un acuerdo de mínimos en agosto. Y en Castilla y León, donde había un paro previsto para este lunes también, finalmente ambas partes lograron el pacto.

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