Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El Ayuntamiento de Barcelona pacta con los desalojados un techo hasta finales de verano

Imagen de las pertenencias de algunos de los encerrados, ayer en la iglesia Sant Bernat Calbó.

Pau Rodríguez

Barcelona —

El encierro en la iglesia Sant Bernat Calbó de Barcelona, ​​protagonizado por una cincuentena de subsaharianos -desalojados el miércoles de las naves industriales que ocupaban-, llega a su fin. El colectivo, siempre con el apoyo de los vecinos, ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona por el que se dará techo, al menos hasta el 31 de agosto, a todos los que no se acogieron a la oferta de Servicios Sociales justo después del vaciado de las naves. La Asamblea Solidaria contra los Desalojos lo ve como un parche que no solucionará el problema, pero se resigna a aceptarlo porque considera que la situación es de emergencia para los que todavía están sin techo.

Después de casi 48 horas de encierro, los vecinos han elaborado una lista para cuantificar los que aún no tienen realojamiento, algunos de los cuales han dormido en la iglesia pero otros en la playa o en los alrededores de las naves desalojadas. Se trata de 76 personas. El comisionado de Inmigración del Ayuntamiento, Miquel Esteve, ya ha dado la lista para buena, y a partir de ahora ya no se podrá incluir nadie más en ella.

Ante el acuerdo, esta tarde se celebrará una asamblea en la iglesia en la que se planteará abandonar el encierro. Montse Milà, miembro de la red de entidades que apoya al colectivo, aventura que la acción se dará por concluida “cuando todos estén ya en pensiones”, que según el consistorio será este mismo viernes.

La polémica sobre la duración de los alojamientos temporales también parece que esclarece, aunque todavía hay discrepancias entre consistorio y vecinos. El Ayuntamiento dice que siempre ha ofrecido alojamientos de entrada indefinidos, respondiendo a las necesidades de cada persona, y que los ocho días de que hablaban los Servicios Sociales durante el operativo del miércoles fueron una confusión.

Ahora hay una fecha pactada: el 31 de agosto. Además de la posibilidad de seguir en las pensiones si los beneficiarios se acogen a los programas de reinserción sociolaboral del Ayuntamiento. “Ahora lo más imporante será el seguimiento, para ver si se cumplen los compromisos”, explica Milà.

Pero esta salida se sigue viendo como “parche” que no soluciona el problema. Tanto los vecinos como los propios desalojados se resisten a verlo como “una victoria”, en palabras de Manel Andreu, portavoz de la Asociación de Vecinos del Poblenou. Se teme que buena parte de las 76 personas que reciban ahora una pensión vuelvan a estar en la calle en septiembre, porque no pueden seguir los programas de insersión. “La mayoría necesita dinero inmediato, el que les proporcionaba la chatarra”, explica Milán, “no ya para vivir ellos -porque los programas de inserción garantizan techo y manutención-, sino para poder enviar dinero a las familias, tanto si están aquí como en África”.

Etiquetas
stats