Centenares de micromecenas se solidarizan y aportan más de 10.000 euros en un día para pagar la multa de Cafèambllet
Desde que fueron condenados a pagar 10.000 euros a un asesor de Artur Mas, los editores de Cafèambllet, Marta Sibina y Albano Dante, están sobrecogidos por el apoyo recibido. Cuentan que en sus charlas sobre la corrupción en la sanidad pública, con las que recorren Catalunya, se les ha acercado gente en más de una ocasión ofreciendo dinero para colaborar, pero no lo aceptaban porque querían dar una respuesta “más contundente” a la condena. Ayer presentaron una campaña de micromecenazgo en Verkami. Pedían 10.000 euros para editar un libro y pagar la multa y los consiguieron en 13 horas.
El título es Artur Mas: ¿dónde está mi dinero? Con él pretenden, a partir de su experiencia, demostrar que “uno de los problemas principales de la sanidad catalana es la corrupción y la opacidad” y ofrecer herramientas para que los ciudadanos puedan poner en marcha sus propias investigaciones sobre el destino del dinero público. Ya han recaptado dinero de sobras para editarlo y aún les quedan 39 días para seguir recibiendo aportaciones.
Su revista “de pueblo”, como dicen ellos, destapó varios casos de corrupción en la sanidad catalana que denunciaron a través de vídeos en YouTube. En uno de ellos se citaba un artículo de Josep Maria Via que, a pesar de no ser acusado de nada, los denunció por atentado al honor, ya que el vídeo se titulaba “El mayor robo de la historia de Catalunya”. En cambio, nadie ha negado la implicación de las personas que sí acusaban de haber malversado fondos públicos.
La condena ha sido criticada por Reporteros Sin Fronteras en uno de los tres comunicados que ha hecho sobre la libertad de prensa en España en 2013. La consideran “una clara limitación a la libertad de prensa” ya que “es derecho y obligación de cualquier periodista informar sobre casos de corrupción”. En este mismo sentido, también han recibido el apoyo de muchos periodistas que han firmado un manifiesto que considera la sentencia “alarmante, no solo porque la justicia ha resuelto el caso de Cafèambllet con inusitada rapidez y mucho antes de que hayan llegado a los juzgados los casos de corrupción que ha revelado, sino también porque supone una amenaza clara para la libertad de expresión y de información y para el periodismo crítico e independiente”.
