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La Fiscalía constata que no hay cámaras en la escalera del CIE de Barcelona donde internos denunciaron agresiones

CIE de la Zona Franca de Barcelona

Oriol Solé Altimira

La Fiscalía de Barcelona ha avalado la actuación de la Policía Nacional y de los funcionarios del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barcelona en el conato de motín de la noche del pasado 1 de noviembre. Con todo, el informe del ministerio público constata que el único espacio del CIE de la Zona Franca donde no hay cámaras de vigilancia es un tramo de escalera que comunica la planta baja con el primer piso, el lugar donde algunos internos denunciaron haber recibido agresiones de funcionarios policiales.

En un escrito, el ministerio público archiva las diligencias que abrió tras el motín, aunque recuerda que el juzgado de instrucción número 24 de Barcelona tiene una investigación abierta por los altercados. “No se aprecia que se haya producido anomalía en el funcionamiento del CIE ni extralimitación o desproporción en la actuación policial”, asegura el fiscal coordinador de la Sección de Extranjería de la Fiscalía Provincial de Barcelona, Fernando Rodríguez Rey.

El fiscal ha analizado las grabaciones de las diferentes cámaras de vigilancia que hay en el CIE, con la excepción de un tramo de escalera que queda fuera de la cobertura de las cámaras. Fue este el lugar donde algunos internos denunciaron que se formó un “pasillo de policías” y que les agredieron con porras.

El origen de los hechos, según el fiscal, no es una protesta por las condiciones de vida de los internos sino “problemas de convivencia” entre migrantes de nacionalidad argelina y albanesa que derivaron en una pelea y en la intervención policial para sofocarla. Ninguno de los internos que ha entrevistado el fiscal “constan identificados como participantes activos en los hechos”.

Según su relato, la noche del 1 de noviembre, sobre las 20 horas, varias decenas de internos de nacionalidad argelina se hallaban en el comedor finalizando la cena cuando comenzaron a gritar y golpear la puerta de la cocina para intentar huir. Los policías del centro reaccionaron llevándoles a la sala de estar, donde unos 80 golpearon y arrancaron mesas, rompieron objetos y forzaron una puerta, y algunos de ellos estaban armados con listones metálicos, trozos de cristal de metacrilato y fragmentos de azulejos.

Por este motivo se activaron las Unidades de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios, que se personaron en el centro a las 23 horas. Los agentes condujeron a estos internos al patio, y posteriormente funcionarios policiales les cachearon y les subieron a sus habitaciones, donde a las 00.15 horas se normalizó la situación.

El fiscal considera correcta tanto la presencia –que entidades como Tanquem els CIE cuestionaron– como la actuación de los antidisturbios. El ministerio público señala que “no se observa desproporción, extralimitación o comportamiento irregular” por parte de los antidisturbios.

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