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Marcos regresa a la huelga de hambre para luchar contra Telefónica

Marcos Armenteros, en el centro de la imagen con camiseta azul, junto a algunos compañeros de Telefónica y otros agentes que apoyan la huelga de hambre.

Noelia Román

Barcelona —

Víctima de un despido improcedente por parte de Telefónica, Marcos Armenteros recurre de nuevo a la huelga de hambre para luchar por su readmisión y por los derechos de los trabajadores. Lo hará a partir del próximo sábado, casi tres meses después de haber concluido la primera experiencia, de 23 días, y coincidiendo con la celebración del Congreso Mundial de Móviles en Barcelona. Otros 14 compañeros de las plantillas de Barcelona y de Euskadi -algunos en activo, otros retirados o prejubilados- renunciarán también a alimentarse para unirse a una causa que consideran común a todos los trabajadores.

Marcos se ha convertido en un símbolo de la lucha por los derechos perdidos de los trabajores y de la batalla contra el “abuso de poder” que ejercen las empresas sobre quienes trabajan para ellos. “Si tocan a uno, nos tocan a todos”, ha recordado este mediodía una de las empleadas que secundará la huelga de hambre. “Telefónica actúa discrecionalmente, se salta la ley y también es responsable de los despidos improcedentes de las subcontratas. Necesitamos una alianza social para plantar cara a este tipo de decisiones de las multinacionales”, ha apuntado Josep Bel, uno de los trabajadores de Telefónica que protagonizó la anterior huelga de hambre.

Marcos y Mari Cruz [la otra trabajadora despedida en las mismas condiciones], aseguran los sindicalistas, fueron utilizados por parte de la empresa como una amenaza para el resto de empleados: Telefónica había presentado un ERE que afectaba a unos 6.500 trabajadores, pese a haber ganado 10.000 millones de euros ese año (2010).

La lucha, esta vez, se amplia y engloba también a aquellos que trabajan para las empresas subcontratadas por el gigante de la telefonía española, “víctimas de la precaridad y de la represión sindical de las contratas”. “A nuestros objetivos anteriores, añadimos otros: limitar la subcontratación, equiparar los salarios y eliminar la precarización de los autónomos”, ha señalado Bel.

Las reivindicaciones pasadas (la readmisión de Marcos; que no se produzcan más despidos como el suyo y que sean las víctimas de despidos improcedentes y no las empresas las que decidan si quieren reincorporarse al trabajo o aceptar la indemnización) se mantienen intactas porque la multinacional no cede en su postura. Ni ha readmitido a Marcos, despedido tras acumular varias bajas laborales justicadas -sufre una hernia discal-, ni pretende hacerlo. Así se lo hicieron saber el pasado miércoles el presidente de la compañía en Barcelona, Kim Faura, y algunos de los máximos mandatarios de Telefónica en Madrid a un grupo de parlamentarios catalanes que se habían ofrecido a mediar en el conflicto.

“Telefónica se cierra en banda a la readmisión y, con su actitud, comete un fraude de ley y deja a Marcos en una situación de indefensión”, ha denunciado David Fernández, de la CUP, uno de los parlamentarios presentes en la reunión del miércoles. “De alguna manera, admitieron que Marcos y Mari Cruz fueron despedidos por enfermedad, pero insinuaron otros motivos que no quisieron revelar”, ha añadido David Companyon, de EUA, que también asistió al encuentro junto a los representantes del PSC y del ERC.

“Teniendo en cuenta que veníamos del desierto, lograr esa reunión ya fue un éxito: conseguimos bajarlos de la montaña para que hablaran con nuestros representantes”, ha señalado Marcos. En marzo, está previsto otro encuentro similar con parlamentarios de la Izquierda Plural, en Madrid. “Hace tiempo que perdimos la batalla del sindicalismo y muchos de nuestros derechos. Ésta no es sólo una lucha por un salario o por mi readmisión sino también por recuperar esos derechos perdidos para no convertirnos en esclavos”, ha proseguido el afectado que, tras trabajar durante más de 20 años en Telefónica, puso fin a la primera huelga de hambre el pasado 27 de noviembre, con unos 10 kilos menos.

Junto a la huelga de hambre que, en principio, no se prolongará más allá del día 28, fecha de finalización del Congreso Mundial de Móviles, los trabajadores de Telefónica en lucha han previsto, entre otras acciones, una marcha contra el paro, la precariedad y por una renta ciudadana garantizada, una charla sobre el podre mediático de la multinacional y una huelga de Telefónica, convocada para el próximo lunes 25.

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