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Condenado a un año de prisión un policía local de Barcelona por romper la mandíbula a un detenido

Comisaría de la Guardia Urbana de Barcelona en la Estación del Nord

Sergi Franch

La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a un año de cárcel y una indemnización de 10.000 euros a Daniel Baiget Ortega, agente de la Guardia Urbana de Barcelona, por romper de un puñetazo la mandíbula de Kamal Uddin. SOS Racismo, que representa al vecino, constata que el caso “estaba destinado a ser archivado por las numerosas trabas policiales y judiciales” que se han detectado durante toda la instrucción. 

El caso se archivó dos veces, y después de cinco años, en noviembre de 2016 se celebró juicio oral y público en la Audiencia Provincial de Barcelona. La sentencia, conocida este miércoles, constata la veracidad de la declaración de Kamal Uddin. 

A pesar del resultado condenatorio, SOS Racismo considera que “es una sentencia hecha a medida para no encarcelar el agente de policía”. La entidad hace notar que aunque el tribunal reconoce los hechos, absuelve al agente del delito contra la integridad moral y no se consideran varios agravantes. 

Concretamente, la entidad considera incomprensible que no se aplique el agravante de abuso de autoridad, ya que se trata de una agresión hecha por un agente de policía en servicio, o que no se tiene en cuenta tampoco la vulnerabilidad de la víctima: una persona recién llegada al país, sin conocimiento del idioma y en situación administrativa irregular. Circunstancias, que según la entidad, “facilitan el abuso, y que nos llevan a identificar la práctica como racista”.

La misma sentencia de la Audiencia señala la indefensión de la víctima al constatar que “... es probable que sin la intervención de la acusación particular no hubiera llegado ni siquiera a la fase intermedia”. SOS Racismo lamenta que la sentencia no inhabilite un funcionario público, a pesar de haber sido condenado por agresión y reclama que el Ayuntamiento de Barcelona adopte medidas. 

Los hechos se remontan hace seis años

Según la sentencia, los hechos ocurrieron el 9 de julio de 2011, cuando dos agentes de policía detuvieron el coche patrulla delante de Kamal Uddin, que esperaba un amigo en las Ramblas. Le pidieron la identificación y lo trasladaron a comisaría. Allí, uno de los agentes le llevó a una zona sin cámaras donde le propinó un puñetazo y le golpeó varias veces, fracturándole la mandíbula. El agente le dejó en libertad sin dejar constancia de la detención ni el registro. Las cámaras de la comisaría acreditaron la entrada y salida de la víctima.

Kamal, acompañado de un amigo, se dirigió al centro médico Perecamps, que lo derivó al Hospital de la Vall d'Hebron. Allí lo intervinieron quirúrgicamente. Estuvo dos días hospitalizado y necesitó 140 días para su recuperación. Al darle el alta presentó una denuncia a Mossos. El caso se archivó dos veces. 

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