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Manteros denuncian cuatro días de acoso de la Guardia Urbana en el metro

Patrullas de la Guàrdia Urbana en la entrada de metro Plaça Catalunya, en Les Rambles

Yeray S. Iborra

Diez furgones de la Guardia Urbana en el exterior y otros tantos agentes, de uniforme y secretas, en el ágora del intercambiador de Plaça Catalunya, la boca de metro más cercana a las Ramblas. Esta ha sido –denuncia el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes– la estampa habitual de los últimos cuatro días en la céntrica estación de metro de Barcelona.

Los manteros denuncian “persecución y acoso” por parte de la policía, además del decomiso de 25 bultos en las diferentes operaciones que la GUB ha realizado desde el pasado jueves, según han declarado fuentes del Sindicato a este diario.

Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado la operación del pasado jueves, un plan de “saturación”, para evitar la venta en las Ramblas. “El dispositivo de estos días era un dispositivo ordinario en materia de venta ambulante no autorizada, con saturación policial para evitar que se produjera la venta ambulante no autorizada”, ha remarcado el consistorio a Catalunya Plural.

La última de dichas operaciones se ha producido por partida doble este domingo. A mediodía la Guardia Urbana, esta vez –según el Sindicato– se contaban siete unidades en el exterior, ha llegado hasta los andenes de la estación y han obligado a concentrarse a cerca de 40 vendedores en una de las esquinas del subsuelo. Según testigos ha habido algún forcejeo.

Ya por la noche, hacia las 21 horas, la policía ha ocupado de nuevo el ágora del intercambiador de la estación de Plaça Catalunya para bloquear los tornos. Según los vendedores, la policía ha informado a viva voz que el bloqueo era por “una avería”. El Ayuntamiento de Barcelona ha informado no tener constancia del bloqueo.

El Sindicato ha considerado las últimas intervenciones de la Guardia Urbana como una “forma de calentar los ánimos”, aunque ha llamado a la prudencia a los vendedores. La situación preocupa al colectiva que, en un comunicado este sábado, explicaba que la “persecución” de la Guardia Urbana se ha extendido estos días por toda la Rambla de Barcelona, donde también se cuentan las paradas de metro Liceu y Drassanes.

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