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El sargento condenado por humillar a una subordinada trabaja ahora en la Guardia Urbana de Barcelona

Comisaria de la Guardia Urbana de Barcelona

Oriol Solé Altimira

El sargento de la policía local de Premià de Dalt, V.P.M., condenado por humillar a una subordinada, trabaja ahora en la Guardia Urbana de Barcelona. Según ha podido saber este diario y han confirmado fuentes oficiales de la policía de la capital catalana, V.P.M. entró en el cuerpo de la Urbana de Barcelona en 2012 a través de una permuta con otro sargento, pocas semanas después de las últimas vejaciones a una agente de Premià por las que ha sido condenado.

Las citadas fuentes de la Urbana han indicado que “tenían conocimiento” del procedimiento judicial y que han hecho un seguimiento del mismo. Con la información de la sentencia, añaden, “se avaluará la resolución y se adoptarán las medidas oportunas en la órbita disciplinaria”. Pese a esto, han evitado contestar si se expulsará del cuerpo al condenado, que ha recurrido el fallo de la Audiencia de Barcelona al Tribunal Supremo.

“La constatación de una falta muy grave comporta diversas sanciones disciplinarias posibles entre las que se incluye la separación del servicio”, han indicado las mismas fuentes. La ley de policías locales permite expedientar a un agente por una falta disciplinaria relacionada con cualquier delito doloso y, a la espera de un fallo judicial firme, adoptar medidas cautelares.

La Audiencia de Barcelona condenó al sargento a nueve meses de prisión como autor de un delito contra la integridad moral en el ámbito laboral y otro de lesiones –aunque no entrará en la cárcel al carecer de antecedentes. Fue absuelto del delito contra los derechos de los trabajadores del que también estaba acusado.

La sentencia subraya que el sargento vejó y ridiculizó a M.P.B. desde abril de 2010 a diciembre de 2011 de tal forma que la sometió a “una constante humillación en el entorno laboral”. A consecuencia de las sucesivas humillaciones, la agente estuvo de baja por depresión entre enero y abril del 2012.

“Ponte a trabajar y no escuches conversaciones de mayores”; “espabila niña que vas a paso de tortuga”; “ya me dirás si mañana vienes a trabajar o te quedas en casa llorando”, son solo tres de las varias frases vejatorias que las tres magistradas de la sección 10 de la Audiencia de Barcelona consideran probadas.

El fallo obliga al sargento de la Urbana, actualmente destinado en la unidad nocturna de los distritos de Sants Montjuic, Les Corts i Sarrià Sant Gervasi, a indemnizar con 14.000 euros a la mujer. La Fiscalía pedía un año de cárcel y la acusación particular, ejercida por la agente, solicitaba ocho años de prisión e inhabilitación para ser policía y reclamaba una indemnización de 40.000 euros.

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