Las luchas se reencuentran en las calles de Barcelona en el quinto aniversario del 15M
Las luchas por el derecho a la vivienda o la sanidad y la educación, entre otras, se han reencontrado este domingo en Plaça de Catalunya, donde hace cinco años se plantaron las primeras tiendas de campaña del ahora recordado y para algunos nostálgico 15M.
Desde allí, donde se han mezclado banderas palestinas, republicanas y griegas, miles de personas han emprendido el recorrido por las calles de Barcelona, a paso lento y al ritmo de la música combinada con clamores como “Luchar, crear, poder popular” o el ya famoso “sí se puede” que inició la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Colectivos con reivindicaciones diversas, desde la acogida de refugiados, plataformas en defensa de la enseñanza como SOS Educació, miembros de los Iaioflautas o de la Marea Blanca de Catalunya y de la PAH han caminado juntos este domingo por la tarde para reivindicar la garantía de derechos básicos.
“Cinco años después, seguimos de pie”, grita un joven a través de un megáfono. Otra comienza a levantar tímidamente la voz para rescatar una de las frases de aquel 15M de 2011. “No hay pan pa' tanto chorizo”, grita mientras el resto la sigue. Ningún partido les representa, dicen algunos que no quieren que se les asocie con un partido u otro.
Una mirada a los últimos cinco años
Ramon Font es portavoz nacional de la USTEC y miembro de la Marea Groga. Preguntado por lo que se logró con el 15M, admite que ha habido un cambio porque desde la sociedad civil “se han intentado mover cosas” pero asegura que a pesar de que han salido partidos y fuerzas nuevas, los resultados no son los que querían. “En enseñanza prácticamente no ha cambiado nada y las políticas son las mismas”, lamenta.
Precisamente esta semana se debate en el Parlament la ILP de educación. Las reivindicaciones que quieren los promotores son, según explica Font, “gratuidad del parvulario a universidad, que se acaben los conciertos en diez años, y que haya democracia en los centros educativos y una buena financiación para la educación”.
Unas filas de gente más adelante está Esperanza Fernández, que es enfermera de atención primaria. Sostiene un extremo de la pancarta de la Marea Blanca de Catalunya, donde participa. “En el campo de la sanidad hemos tenido muchos recortes. Me gustaría que se detuvieran las privatizaciones y que no se haga actividad privada dentro del sistema público”, dice refiriéndose a la actividad de Barnaclínic dentro del Hospital Clínic de Barcelona.
En Plaça Universitat charla con varios compañeros de los Iaioflautas Rafa Acedo. Para él, el 15M logró visibilizar un malestar pero asegura que aún falta mucha participación en las luchas. “Hay mucha gente que no quiere enterarse ni implicarse”, se queja.
El ejemplo de la PAH
Carlos Macías es el portavoz de la PAH y no ha faltado a la cita este domingo. Acompañado por varios miembros de la plataforma sigue la manifestación con la satisfacción de lo conseguido pero con la convicción de que todavía hay trabajo.
“La PAH venía trabajando de antes pero a raíz del 15M crece mucho porque mucha gente que baja a las plazas y los barrios se siente identificada. Esto nos ha permitido detener muchos desahucios y hacer más visible el problema de la vivienda”, asegura a Catalunya Plural.
“En estos años hemos hecho desde una ILP estatal a una catalana, que el PP ahora ha suspendido”, comenta. Con todo Macías se muestra prudente y avisa: “No podemos permitirnos el lujo de dormirnos”. La marcha pasa por el Paseo de Gracia y termina allí donde empezó todo.
