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La Fundación Catalunya Europa (FCE) es una fundación privada sin ánimo de lucro que tiene como objetivo hacer presente Catalunya en Europa y Europa en Cataluña a través del debate y la generación de conocimiento en economía, gobernanza, democracia, sociedad y cultura.

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El Índice de Desarrollo Social Europeo, un paso más en la parametrización del bienestar social

Aurora Campmany

El gran reto de las ciencias sociales contemporáneas es conseguir extraer datos cuantificables y, por tanto, medibles y susceptibles de ser comparados de un objeto de estudio tan cambiante y difícil de parametrizar como es la sociedad humana. Porque sin datos concretos, justificables y susceptibles de ser comparables no hay ciencia ni conclusiones plausibles.

Hasta los años 90 el PIB fue el índice más utilizado para evaluar el desarrollo humano en un país pero la realidad evidenció que no era un indicador de que apuntara información real sobre el índice de bienestar de una sociedad, sino datos de la su riqueza en global. El PIB, por ejemplo, de un país rico en petróleo podía ser muy alto, a pesar de los beneficios no llegaran a todos sus habitantes y la riqueza producida se acumulara en unas solas manos.

En el extremo contrario, y en contraposición al PIB, a finales de los setenta surgió un índice muy popular sobre todo entre ONG y grupos alternativos, el de la Felicidad Nacional Bruta. Lanzado desde el Reino de Bhutan, su intención es medir el grado de felicidad, de satisfacción con la vida, de sus habitantes. Partiendo de una base budista plantea que una sociedad se desarrolla positivamente cuando desarrollo material y social van de la mano, se complementan y se refuerzan. Sus cuatro áreas de valoración son la sostenibilidad de este desarrollo sostenible, la preservación y promoción de los valores culturales, la conservación del medio natural, y el establecimiento de un buen gobierno.

Medir el bienestar de las personas

Medir el bienestar de las personasHuyendo de ambos extremos a partir de los 90 se fue imponiendo el uso del Índice de Desarrollo Humano, un indicador que también nace para medir la calidad de vida de los seres humanos que viven en un territorio, pero que lo quiere hacer con una mirada más amplia. Más allá de los parámetros meramente económicos del PIB, el IDH tiene tres pilares de datos: las relacionadas con la salud, con la educación y las económicas en un intento de identificar mejor cuál es realmente la calidad de vida de los habitantes de un territorio.

Precisamente, para conseguir que los datos que se extraen sean lo más definitorias posibles de la realidad de un territorio, ya hace más de media década que la Dirección General de Política Regional y Urbana, dependiente de la Comisión Europea, trabaja junto con otros organismos para definir el Social Progress Regional European Index (SPI), un indicador que quiere ir más allá de resultados basados sólo con datos económicos para intentar dibujar de la manera más precisa posible el bienestar de las personas de una determinada sociedad, su nivel de progreso social. Hacerlo implica tener que sumar otros indicadores tales como los que miden acceso a la educación, factores medioambientales... datos que habitualmente se agrupan en tres grandes ámbitos: Necesidades básicas, Fundamentos del bienestar y Oportunidades.

Una de las principales finalidades de este índice -y la razón por la que el promueve la Comisión Europea- se pudo valorar los esfuerzos que se hacen para mejorar la vida de los ciudadanos con, entre otros, la distribución de los Fondos de Cohesión de la Unión Europea.

La ventaja que implica el indicador europeo sobre el SPI a nivel mundial es que tiene en consideración indicadores específicos “europeos” que pueden ser muy definidores para la región. Así, por ejemplo, no se considera indicativo el nivel de matriculación de los menores en educación primaria para que se parte de que en los países de esta área político -geográfico la educación básica es universal y el hecho diferencial que debe incluir también la educación secundaria obligatoria, el valor que sí se tiene en consideración.

Catalunya, PIB vs SPI Europeo

Catalunya, PIB vs SPI EuropeoEl Índice de Progreso Social Europeo ha calculado para 272 regiones. Hoy Catalunya ocupa la posición 58 en este ranking de regiones europeas según su PIB per cápita, una posición que cae hasta el puesto 165 cuando se aplican los parámetros del índice de desarrollo social, por detrás de otras regiones españolas y europeas con menor PIB.

¿A qué se debe esta diferencia? Esta es una de las preguntas que intentarán resolver los expertos en la conferencia “¿Líderes en PIB y a la cola del desarrollo social? El índice regional europeo de desarrollo social a debate”, que la Fundación Catalunya Europa celebra el próximo viernes, 6 de mayo, en el Palau Macaya de Barcelona. Representantes del Parlamento y la Comisión Europea, así como expertos en el ámbito del desarrollo, analizarán cómo puede complementar el SPI indicadores más tradicionales como el PIB; y las particularidades del caso catalán. El encuentro, que se celebra bajo la presidencia de la consejera de Bienestar Social, Dolors Bassa, cuenta con la colaboración del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias; la Fundación Josep Irla y la Obra Social “la Caixa”; y el apoyo del grupo Verdes / ALE del Parlamento Europeo.

Sobre este blog

La Fundación Catalunya Europa (FCE) es una fundación privada sin ánimo de lucro que tiene como objetivo hacer presente Catalunya en Europa y Europa en Cataluña a través del debate y la generación de conocimiento en economía, gobernanza, democracia, sociedad y cultura.

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