Coopmercat, la mayor concentración europea de producto cooperativo
En las estanterías de Coopmercat, las viejas botellas de sifón, con su cobertura de plástico amarillo en el cuerpo y la capucha blanca en la cabeza, retrotraen a aquellas viejas tiendas de barrio en las que se encontraba de casi todo y casi todo de la tierra. Coopmercat, sin embargo, no es un ultramarinos de los que aún sobreviven al dominio de los supermercados y de las grandes superficies. Es un nuevo concepto de tienda que, desde el pasado jueves, e impulsado por el Grupo Cooperativo TEB (Taller Escola Barcelona), ofrece al barrio de Gràcia la más amplia concentración y variedad de productos alimenticios provenientes de cooperativas catalanas.
El sifón es una reliquia actualizada por un productor que decidió recuperar las viejas botellas de la época de su abuelo. “Esas botellas pueden tener unos 60 años”, apunta Albert Forcades, cooperativista y asesor de comercialización de este proyecto. Pero en los estantes de esta colorida y luminosa tienda, se encuentra además casi todo lo que uno puede necesitar para su cocina diaria: desde aceite y vino hasta sal y setas, pasando por arroces y pasta, así hasta 600 referencias de 60 productores de kilómetro cero, es decir, aquellos que elaboran sus productos en Catalunya.
“Frente a las tiendas delicatessen, nosotros ofrecemos un lugar para la compra cotidiana, con productos de calidad y de proximidad, y con precios asequibles”, señala Pepa Muñoz, responsable de comunicación de TEB. “La mayoría de productos provienen de cooperativas, algunos, de pequeños productores con valor añadido, y el 80 por ciento de ellos tenía dificultades para vender en Barcelona”, prosigue. “Somos el comercio de mayor concentración y variedad cooperativa de Europa en ámbito urbano”, añade Muñoz.
La idea, sin embargo, no era establecer ningún tipo de récord. Sino ampliar los horizontes de TEB, una cooperativa que nació hace 45 años en la Barceloneta con el objetivo de buscar salidas laborales a las personas con discapacidad intelectual. Casi cinco décadas después, TEB da trabajo a casi 600 persones entre todas sus actividades, 500 de ellas con este tipo de discapacidad.
“Nosotros siempre hemos sido cooperativistas militantes y, con esta tienda, logramos dar a conocer el producto de nuestros colaboradores y lo hacemos más accesible para la ciudad, al tiempo que seguimos trabajando con la discapacidad”, expone Muñoz. “Apostamos por una ciudad amable que los reconozca”. “Apoyamos la economía territorial y contribuimos a la reducción de residuos apostando por formatos familiares”, añade Forcades, señalando un paquete de arroz de cinco kilos.
Coopmercat, situada en el Paseo Sant Joan 186 y abierta de 7:30 de la mañana a 11 de la noche, emplea a siete personas, la mitad con discapacidad intelectual o física. Y continúa con la línea de servicios abierta por TEB en 2010 con PortaAPorta, un servicio para llevar a casa la compra. Se inició en el Mercado de la Concepción y lo desempeñan, a pie, miembros de este colectivo.
“Luego, fuimos ampliándolo y ofreciendo también la posibilidad de acompañar a comprar a aquellas personas que les gusta hacerlo pero no pueden llevarse la compra a casa; ésas son tareas que, como las de jardinería y limpieza, nuestra gente puede hacer perfectamente”, cuenta Pepa Muñoz.
Desde Coopmercat, TEB ha ampliado estos servicos al barrio de Gràcia y a algunas zonas del Eixample. Y ha incorporado uno nuevo de conserjería, que ofrece a los clientes la posibilidad de recibir y guardar en su local desde la compra que hacen por Internet hasta las revistas a las que están suscritos.
“Los recortes han sido brutales y nos han complicado, pero nosotros no dependemos de las subvenciones. Estamos acostumbrados a reinventarnos, a adaptarnos a la situación y a las necesidades del mercado para poder soportar la creación de nuevos puestos de trabajo con nuestra producción”, cuenta Mil.li Rodríguez, gerente de TEB.
Rodríguez fue una de las personas que recorrió una parte de los 14.000 kilómetros realizados por toda Catalunya para conocer y escoger a los productores que venden a través de Coopmercat. Antes, no les salía a cuenta llevar su producción a Barcelona. Ahora, ellos marcan el rango de precio de sus productos y TEB se queda con el margen suficiente para que la tienda pueda sobrevivir.
Planes de expansión con 50.000 euros de inversión
“Todo el producto que tenemos ha sido comprado; no hay nada en depósito porque creemos en el comercio justo”, señala Pepa Muñoz. Eso ha supuesto una inversión de 15.000 euros, a los que hay que sumar 35.000 más destinados al local y a su acondicionamiento.
Inaugurada oficialmente este pasado sábado, Coopmercat es la primera de una cadena que pretende acabar con 13 tiendas que lleven productos cooperativistas a toda Barcelona. El plan habla de otros cuatro establecimientos el próximo año y ocho más en 2015.
“Si se cumple, en dos años habríamos generado 96 puestos de trabajo, ocupados en un 60-70 por ciento por discapacitados intelectuales”, concluye Mil.li Rodríguez, contenta con la buena acogida que han tenido en el barrio en estos primeros días de funcionamiento.
