“We are humans”, bromea Faizal que, ya más serio, explica que para él “la identidad es lo que nos representa”. Y añade: “Tenemos muchos puntos en común con los chicos y chicas de Estambul”. Él es uno de los doce alumnos de 4º de ESO del Instituto Miquel Tarradell, del barrio del Raval de Barcelona, que participa en la última sesión del proyecto Capturant Identitats de la Filmoteca de Catalunya. Es pues, momento de hacer balance de un curso que ha sido diferente para ellos aunque no lo parezca.
Faizal y sus compañeros han formado parte de un proyecto innovador, Capturant Identitats,impulsado por los Servicios Educativos de la Filmoteca de Catalunya, en el que doce alumnos del Instituto Miquel Tarradell del Raval de Barcelona han trabajado la identidad mediante la fotografía. Lo han hecho de forma paralela a doce estudiantes del barrio de Gálata de Estambul, Turquía. Capturant identidats forma parte de Tandem-Turkey, programa que quiere desarrollar proyectos culturales y de intercambio, así como del proyecto de la Fundación Tot Raval Apadrina tu Equipamiento Cultural para desarrollar iniciativas a largo plazo entre centros educativos y espacios culturales.
Entender la expresión de emociones
Primero, los alumnos del Miquel Tarradell hicieron tres sesiones de reflexión en torno al concepto y los tipos de identidad: la personal, la de barrio, la de país ... Y a continuación, un fotógrafo profesional les impartió un par de sesiones de técnica para que hicieran las fotos ellos mismos durante un fin de semana y pudieran empezar a trabajar la semana siguiente. Un trabajo que consistió en analizar estas instantáneas y escribir los textos descriptivos pertinentes. Primero de uno mismo y después de un compañero. Se aparearon con los alumnos de Estambul y tuvieron que interpretar y leer sus fotografías. Y es que el proyecto no pretende otra cosa que “hacer hincapié en el valor de la imagen para expresar emociones”, clarifica Noemí Sas, responsable del proyecto.
Las fotografías de los doce alumnos reflejan su identidad. Alrededor de la mesa hay sentados 10 alumnos y al menos hay representadas tres culturas diferentes: Azaar es de raíces marroquíes, Miguel catalanas y Zyrish, sudamericana. Tanto ellos como sus compañeros han encontrado en el Raval un espacio que los identifica, ya sea un campo de fútbol, la calle donde vivieron o una plaza donde pasean con sus amigos.
El barrio, signo de identidad
El barrio, pues, los representa, si atendemos a sus fotografías y reflexiones. Faizal comenta que “Ciutat Vella no es el mismo que el Eixample. Ciutat Vella es el símbolo de la vida de Barcelona, es el barrio más multicultural y el más vital de la ciudad porque a todas horas encontrarás gente diferente por las calles”.
En 2010, el 50% de la población residente en el Raval tenía su origen fuera de Europa, principalmente en África, Asia y América Latina. Una consecuencia directa de la ola migratoria de los primeros años de la década de los 2000 que convirtió el antiguo Barrio Chino en el más multi-étnico y cosmopolita de Barcelona. Paralelamente, diversas instituciones públicas y otras ofertas turísticas se han instalado en el barrio como el Museu d'Art Contemporani de Barcelona, el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona o la Filmoteca de Catalunya. La apertura de la Rambla del Raval ha sido el primer paso de la reforma de una barrio que, a ojos de mucha gente, había quedado olvidado.
“La cultura es una herramienta de cambio, aunque sea en minúsculas”, asegura Noemí Sas. Esta responsable está convencida de que la iniciativa ha sido una buena oportunidad para todas las partes porque “hemos trabajado paralelamente con un centro educativo de un barrio del centro de Estambul que, al igual que El Raval, es muy turístico, tiene muchos centros culturales y goza de una multiculturalidad importante”. En este sentido, Esteve Riambau, director de la Filmoteca de Cataluña, asegura que “el proyecto pone de manifiesto el diálogo entre dos ciudades unidas por la imagen y la reivindicación de las respectivas identidades de los alumnos participantes”.
Capturant Identitats comenzó a funcionar en octubre de 2013 y ha seguido durante todo el curso escolar. Sas afirma que “hemos aprendido a leer las fotografías y a entender que el juego de las percepciones en las imágenes responde a una cuestión puramente cultural”. El hecho de trabajar paralelamente con una escuela de Estambul ha permitido “abrirles los ojos y cambiar la percepción sobre el poder de la imagen”, remarca Sas.
Proyecto transversal
El proceso ya se encuentra en la recta final. Sólo queda el montaje y la inauguración de la exposición de fotografías. Daniel Vázquez, profesor responsable del Instituto Miquel Tarradell del Raval, mira atrás y asegura que “nos ha permitido trabajar conceptos y temáticas de forma transversal: por un lado, el concepto de identidad, más propio de asignaturas como la Historia, la Ética o la Filosofía, y por otro, el arte, mediante la fotografía”. Una reflexión, la de la identidad, que se materializará en la exposición de fotos que abre puertas esta tarde, que también tendrá una muestra en Estambul y en un foro internacional.
Proyectos como este convierten los centros educativos de un barrio como el Raval en espacios de interrelación, de reflexión y de innovación y permiten que “dejen de verse como escuelas o institutos marginales”, argumenta Vázquez. Quizás es un barrio castigado por la crisis y socialmente complejo, pero acaba convirtiéndose en un “lugar privilegiado” que establece relaciones exclusivas con potentes equipamientos culturales que perfilan proyectos de integración que contribuyen poco a poco, al cambio.
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