Aportar a diario un toque de nostalgia a sus seguidores en Facebook, Twitter e Instagram con imágenes históricas de la capital catalana. Este era el objetivo de Barcelona desapareguda y de su impulsor; Giacomo Alessandro, un arquitecto de origen sardo que murió el año pasado con 39 años de una leucemia. Natural de Porto Torres, llegó a Barcelona en 2009, donde cursó el máster Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI en la UPC en 2013. De manera altruista quiso extender en Barcelona una iniciativa que ya había emprendido en su tierra natal, Porto Torres Sparita, donde recogía fotografías antiguas del municipio.
Giacomo Alessandro amó Barcelona. Supo cautivar miles de internautas, trasladando y ordenando el legado de los archivos históricos de la ciudad y de particulares en las redes sociales. Barcelona desapareguda suministraba píldoras de recuerdos: edificios que ya no están, otros que se han mantenido pero ha cambiado todo su alrededor o grupos de gente con vestimentas que hoy en día nos parecen muy lejanas. A Alessandro le fascinaba la evolución arquitectónica a lo largo de la historia. “Un amor increíble hacia su ciudad y sus orígenes, confirmados con una tesis de final de carrera fascinante y escrita con el corazón”, destacaba el diario Nuova Sardegna en enterarse de la muerte de su compatriota.
Tras su desaparición, entusiastas de la ciudad y amigos íntimos han publicado el libro que Alessandro había comenzado a idear. Sin la aportación de Jorge Álvarez, entusiasta como él de Barcelona, la edición del libro no habría sido posible. Ha rebuscado en mercados y anticuarios de todo para conseguir una colección de más de 4.000 fotos históricas de la ciudad. Con las imágenes que llenan el volumen Barcelona desapareguda, editado por el Ayuntamiento de Barcelona, el sueño de Giacomo se ha hecho realidad. “Giacomo popularizó la ciudad histórica y lo consiguió porque supo hacerlo de manera interesante y muy cercana”, explica Álvarez. El libro recoge, sobre todo, las imágenes que ha ido recopilando Álvarez tras conocer Alessandro y su pasión por coleccionar fotografías.
Un equipo de historiadores y amantes de Barcelona se han encargado de fechar, categorizar y ubicar las fotografías: Entre los barcelofílicos que han colaborado en la elección hay Enric Comas, coordinador de La Barcelona Oblidada; Miquel Barcelonauta, autor de Barcelofília; Francisco Arauz; Enrique H. March, autor de La reconstrucción de Barcelona y otros mundos, Salvador Claret, y Víctor Oliva, coautor del libro y encargado del diseño. Los textos son de Josep M. Cadena y Oriol Oliva. Barcelona desapareguda se ha hecho de manera altruista, tal como Giacomo hizo siempre y todos los beneficios del libro irán destinados al estudio contra la leucemia.
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