¿Qué sabe un espectador español del cine italiano actual? Poco. ¿Qué puede saber? Pues el espectador medio, el “consumidor” (¡qué horrible palabra!) habitual de cine, poco más. Se exhiben muy pocas películas del país transalpino en España, menos del 10% de la producción. Esta carencia ha motivado la primera Mostra de Cine Italiano de Barcelona (MCIB), organizada por el Istituto Luce Cinecittà y que trata de convertir la ciudad condal en una plataforma privilegiada para la difusión del cine italiano en España. Desde el viernes, 14 de diciembre, hasta el martes, 18, los cines Verdi proyectarán gratuitamente ocho largometrajes y otros tantos cortos y cuatro proyecciones especiales. Cada película será presentada por su director y por algunos de los actores. Los espectadores se podrán hacer una idea muy fiel del cine italiano actual, ya que se trata de películas
La selección de los títulos es todo un lujo. “Es un festival de festivales”, comentó ayer Carla Cattani, responsable del Área FilmItalia del Istituto Luce Cinecittà. “Recogemos una selección de lo mejor que ha pasado por los festivales de Cannes, Locarno, Venecia, Toronto y Londres”. Para Daniela Aronica, directora del Centro di Studi sul Cinema Italiano y profesora en la Universidad de Barcelona, “nos hallamos ante una generación de cineastas que ha dejado desde hace tiempo de mirarse el ombligo para confrontarse con la realidad y poner, si cabe, el dedo en la llaga; que sabe ahondar con descarnada lucidez en los momentos dramáticos de la Historia nacional o representar el presente con inquietudes antropológicas”. Así se puede ver en las películas de la Mostra, que tratan temas tanto históricos como sociales, como oníricos, como divertidos pero que reflejan, como corresponde, la realidad italiana del momento.
Directores-presentadores
Presentarán sus películas los propios directores, por lo que contaremos con la presencia de figuras destacadas como el director turco-italiano Ferzan Özpetek (Premio de Honor de la MCIB), de quien podremos ver Magnífica presencia; Marco Tullio Giordana (Relato de una masacre, sobre los llamados Años del plomo, la década de los 70, a partir del primer atentado, en diciembre de 1969, al Banco Nacional de Agricultura, en Milán),Susana Nicchiarelli (El descubrimiento del amanecer, una segunda oportunidad que dos hermanas reciben desde el pasado) o Giuseppe Piccioni (El rojo y el azul, cuatro divertidas y conmovedoras historias que ocurren en una escuela de Roma) junto con cineastas que presentan su ópera prima, como es el caso de Daniele Ciprí (Ha sido el hijo, una historia surrealista con la mafia como telón de fondo), Elisa Fuksas (Nina, la historia de una chica que sueña con huir a China), Leonardo di Costanzo (la gran sorpresa de la Mostra de Venecia por El intervalo, la relación entre una chica prisionera y un chico guardián, que inexorablemente recuperarán sus ilusiones de adolescentes), Edoardo Gabbriellini (Los dueños del piso, sobre la llegada de dos jóvenes empresarios de la construcción a una aldea de los Apeninos) y David Maria Putortì (La guerra del cerdo, basada en Diario de la guerra del cerdo, de Bioy Casares, que trata el conflicto generacional por el Poder).
Además, se podrán ver cuatro proyecciones especiales, empezando por Magnífica presencia, la última película de Özpetek, que inaugura esta noche la Mostra. Seguirán el documental La guerra de los volcanes, documental de Francesco Patierno que relata un mometo de la historia del cine italiano y mundial, una historia intensa y atemporal con Roberto Rossellini, Ingrid Bergman y Anna Magnani. La mítica Stromboli, con una Bergman estelar, se verá a continuación. La otra proyección especial de la Mostra es la versión animada del clásico Pinocho, que recientemente inauguró la Mostra Internazionale del Venezia, de Enzo D’Alò, cuya música es la obra póstuma del inolvidable Lucio Dalla.
Las citadas películas estarían en cartelera por estas fechas si no tuviéramos las carencias que hemos comentado. Son, por lo tanto, una muestra fiel y de la mayor calidad de lo que se está rodando en Italia, que ha vivido uno de los mejores años en cuanto a producción cinematográfica. “César debe morir, de los hermanos Taviani, ha ganado el Oso de Oro de Berlín este año y la película Reality, de Matteo Garrone –director de Gomorra-) se llevó el premio del jurado en Cannes, mientras que Elio Germano compartió premio con Bardem en Cannes”, recordó Catan en la presentación de la Mostra.
Cuidemos los festivales…
Estamos, por tanto, ante una oportunidad para ver películas que, por el momento, no se comercializarán en España. “Si no cuidamos los festivales, apaga y vámonos, porque tal como están las cosas, los festivales nos hemos convertido en distribuidores de cine”, comentó Ángel Sala, director del Festival de Sitges y presidente del jurado del Premio al mejor cortometraje de la MCIB. “Hubo una época en que el público español aplaudía a Gassman, a Sordi… a grandes actores y directores italianos. Ahora no tiene ocasión de verlos en cines”.
Iniciativas como esta Mostra permiten poner de manifiesto esta triste situación y, sobre todo, permitir al aficionado al cine, conocer de primera mano lo que se está cociendo en los estudios italianos.
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