Uno de los artífices del proyecto, el veterano Pepe Ribas, curtido en mil batallas desde que en 1974 sacó adelante el primer número de la libertaria publicación, afirma que actualmente “no hay una alternativa clara al neoliberalismo, porque lo tiene todo: las universidades, las multinacionales, los museos”. Sin embargo, considera que “existen síntomas que está pasando algo, jóvenes que no se rinden” y recuerda lo que ha supuesto el movimiento del 15-M, plasmado en las alcaldías de Madrid y Barcelona, con equipos de gobierno encabezados por Manuela Carmena y Ada Colau, respectivamente. “Muchos nos dicen que es el momento Ajoblanco, porque es el momento de lo social y de lo cultural sin dogmatismos, con la participación verdadera de la gente. Mejor publicación que nuestra nunca se ha vendido ”, afirma.
Con energía renovada la revista vuelve después de 16 años con un nuevo espacio cultural en Gràcia ubicado en la calle de Santa Teresa, 3. Con el mismo espíritu contracultural de los inicios, han decidido abrir el local para reflexionar y debatir. La idea es que estos contenidos formen la nueva revista en papel que saldrá en primavera. Una vez cada cuatro meses, en papel y con un tercio de la publicación dedicada a la participación de la gente. Su fundador, Pepe Ribas, explica que tendrá el mismo espíritu de siempre y que vuelven también porque en un momento de guerras, cambio del clima, la presidencia de Donald Trump y la subida de la extrema derecha en Europa, cree que deben dar vuelo otra vez a la cultura libre y dar herramientas a la gente para reflexionar y entender.
Bajo el lema 'Revolver', el primer número de la revista se editará con un volumen de 180 páginas, y la voluntad es que la publicación sea cuatrimestral. Este primer número de la nueva etapa de Ajoblanco tendrá un amplio apartado fotográfico satirizando la actualidad; otro en el que se repasará los 17 años sin la revista “sin nostalgia”, y una tercera en la que se dará cabida a lo que se reciba de los colectivos -Tirante gráficas, cómic y cultura underground-. Además del formato en papel, la revista se actualizará en Internet con una web que irá recogiendo contenidos y actividades.
El primer número de Ajoblanco se publicó en 1974 y tuvo una primera etapa hasta 1980, en ese momento fue uno de los primeros puntos de encuentro y difusión de la contracultura del país. Pusieron el foco en el feminismo, las comunes, el empleo, el antimilitarismo, la sexualidad libre, la antipsiquiatría, nuevos formatos cinematográficos, el viaje y nuevas formas de vida y de activismo. El segundo período comprende de 1987 a 1999. Si en los primeros años fue una revista agitadora, en este segundo se profesionalizó para hacer una revista cultural de calidad. En total, se publicaron 180 números y 30 especiales. Ahora, esperan que la revista vuelva a imprimirse con una distribución de 50.000 ejemplares. A la vez, harán hervir el espacio cultural donde quieren que se genere creación e innovación.
El pensamiento libertario de Ajoblanco
Una exposición, hasta el 6 de mayo, en la Fundación Suñol de Barcelona, propone una relectura desde el presente de temas anticipados por la revista en 1977, año clave en el proceso de transformación cultural y político de España. Barcelona tuvo un protagonismo radical y libertario que no siempre se ha visibilizado. Sin embargo, aquellas huelgas, acciones y convulsiones sociales cambiaron para siempre la mentalidad y la vida cotidiana de miles de ciudadanos. Cuarenta años después, los creadores de Ajoblanco revisan la implicación libertaria de la revista con los movimientos sociales de entonces, la vigencia de la que aún se mantiene viva, además de aportar hechos y fechas en la historia de la Transición.
Las nuevas generaciones querían desligarse del legado del franquismo y los imperativos jerárquicos que habían marcado sus vidas hasta entonces. Los más jóvenes optaron por transformar su día a día, construyendo nuevos estilos de vida que durante años habían imaginado. Las ideas libertarias unieron a miles de personas en torno redes de colectivos y ateneos que apostaban por alternativas como la ecología, el feminismo, el sexo libre y la amnistía total. Buena parte de estos grupos eran lectores de Ajoblanco, la publicación que ayudó a impulsar y divulgar el pensamiento ácrata y la contracultura. Con su participación en actos como el mitin de la CNT el 2 de julio en Montjuïc o las Jornadas Libertarias Internacionales, que unieron a medio millón de personas, documentaron e influir sobre una época convulsa y de gran potencial creativo.
Recorrer Ajoblanco libertario 1977 permite explorar aquellos acontecimientos históricos y su reflejo en la revista. Es por ello que el Nivell Zero de la Fundación Suñol se puede consultar, leer y examinar los números de 1977, así como fotografías y otros materiales que documentan las aportaciones de Ajoblanco y de lo que significó su existencia. Además, la muestra incluye el documental El tiempo de las cerezas. 1977-79, eclosión libertaria (Juan Felipe, 2015), que a través de testimonios directos investiga los sucesos destacados de finales de los setenta en relación a la organización de las ideas de izquierdas y el movimiento libertario.
La exposición ofrece una singular mirada sobre la revista por parte de sus propios creadores, que han seleccionado para la ocasión documentos originales de la época y han destacado los temas más representativos de los números de Ajoblanco durante el 1977. De esta manera, han creado una ruta por su imaginario, que incluye las formas de cultura libertaria, las comunes, la ecología y el naturismo, la educación, el feminismo, la sexualidad y la antipsiquiatría, los viajes, las drogas y las radios libres, las políticas y las secciones “Cloaca” y “Minipimer”, unos apartados de la revista abiertos a la participación de los lectores cuya consulta nos acerca al estilo de vida de entonces. Esta miríada de asuntos disidentes, lúdicos y inconformistas, que se pudieron leer en las páginas de la revista durante ese año, supone un buen resumen de la trayectoria completa de la publicación en su primera etapa y antes de que aparezca otra vez para 'revolver' conciencias.
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