El sindicato que dirige en Cataluña Joan Carles Gallego fijará las demandas salariales del año próximo en los convenios en el aumento de productividad alcanzado por las empresas durante la crisis. Esto significa dejar en segundo plano la indexación de los salarios respecto al aumento de los precios que fija el IPC, según ha declarado el secretario general de CCOO en el balance de fin de año.
«Tenemos claro que después de los últimos años en los que ha habido tanta destrucción de desempleo hay dos elementos claves de futuro. Uno es la consolidación de la situación de escaso crecimiento y el otro recuperar poder adquisitivo ». Así justificaba Gallego la estrategia que CCOO dibuja de cara a la salida de la crisis.
Estará por ver la respuesta de la patronal que antes de la crisis reclamaba precisamente que los salarios se indexasen respecto a la productividad y no a los precios.
La organización obrera es consciente de que con las reformas laborales se ha ocasionado una ganancia muy importante de productividad en las empresas. Y que esta productividad no ha repercutido igual en los trabajadores que en el capital. «La participación de las rentas del trabajo en el conjunto de España ha bajado mucho en los últimos años y eso hay que cambiarlo». El cálculo de la productividad Gallego cree que: «sale de dividir facturación por empleo», afirma. Esto, en los últimos tiempos ha supuesto que la producción ha aumentado o se mantiene, mientras que el empleo ha caído drásticamente. La relación debería equilibrarse, según Gallego. Los acuerdos sobre productividad deberían hacerse por varios años para así conseguir una mejora sostenida, dijo el sindicalista.
Otros elementos que CCOO quiere mejorar son la calidad del trabajo con una vinculación directa de la fijeza de los puestos de trabajo en la tarea concreta que se realiza en las empresas, de forma que a una tarea temporal le corresponda un contrato temporal ya una que sea estable, un puesto de trabajo fijo.
En Cataluña el año 2015 se tienen que renovar convenios de empresa que cubren a 500.000 trabajadores, a los que hay que sumar otras 200.000 personas a las que afectan convenios vinculados con las administraciones públicas.
Gallego ha pasado revista al año que termina afirmando que se caracteriza por los riesgos de estancamiento; por el afloramiento de una emergencia social fruto de la pérdida de más de 20 puntos de cobertura de la protección social y una fuerte baja de los salarios. También se ha dado una involución democrática que tendría como último elemento la denominada ley mordaza y el hecho de que más de 300 sindicalistas estén imputados por haber ejercido de piquetes durante huelgas.
Para contrarrestar la situación negativa, CCOO ha articulado diversas estrategias. Una ha sido su vinculación con los movimientos sociales: actuaciones conjuntas con las asociaciones de vecinos y participaciones en plataformas ciudadanas en defensa de los derechos democráticos como el de la salud o una fiscalidad justa o contra los recortes. Una segunda línea ha sido la renovación interna con aplicación de medidas de transparencia y apertura a la sociedad. El tercer eje sería el mantenimiento de la acción a las empresas y sectores.
Precisamente esta persistencia ha hecho, según ha declarado, que CCOO mantenga la primera posición en representatividad sindical en Cataluña con un 43% de los delegados elegidos. «Hemos frenado la caída de la afiliación», aseguraba Gallego, indicando que este último año se han producido 12.000 altas mientras que las bajas han sido 16.000, lo que sitúa la afiliación en el entorno de las 150.000 personas.