La Generalitat ha plantear a empresa y trabajadores de Panrico elementos para un acuerdo que desbloquee la situación. En la reunión mantenida entre los miembros del comité de empresa y de la dirección, Trabajo ha planteado un acuerdo en dos líneas que ayude a salir del callejón sin salida que hace siete meses que mantiene la factoría de Santa Perpètua de la Mogoda prácticamente parada por la huelga laboral.
El director general de relaciones laborales, Jordi Miró, ha pedido al comité de empresa que desconvoque la huelga indefinida que dura ya siete meses desde que se comunicó el Expediente de Regulación de Empleo, que afecta especialmente a la planta catalana. Al mismo tiempo que se vuelve al trabajo, el representante de la Generalitat cree que se deberían retomar las negociaciones para un acuerdo definitivo.
A la empresa la Generalitat también le ha puesto deberes. La propuesta es que de forma paralela a la reanudación de la actividad plantee un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que permita un inicio de los trabajos sin tensiones y también realizar los trabajos adecuados para que la factoría pueda volver al pleno rendimiento.
Miró ha hecho una reflexión a dos bandas en el sentido de que entiendan que el conflicto tiene un grave problema porque el tiempo juega en contra y, si se alarga más, podría ocurrir que el resultado fuera negativo para trabajadores y empresa.
Fuentes de la Generalitat han manifestado a Catalunyaplural.cat que tanto empleados como dirección de Panrico han tomado nota de la propuesta oficial y han quedado que se volverían a reunir el próximo viernes para entrar, si es necesario, en la negociación concreta.
La sentencia de la Audiencia Nacional emitida el 21 de mayo pasado daba luz verde al despido de 124 trabajadores de Santa Perpètua. A esta cifra hay que sumar los 30 despidos ya realizados en la misma planta. De hecho, los trabajadores siempre han denunciado que el ERE se cebaba sobre la factoría y lo vinculaban a su belicosidad contra el expediente, basada en el hecho que dos años atrás ya habían asumido recortes de salario y de puestos de trabajo.
Más tarde la cuerda se tensó ante la propuesta, luego desmentida por la empresa, de reducir en un 40% los despidos a cambio de que la dirección eligiera las personas a que se podía hacer fuera. Eso sublevó de nuevo los trabajadores que calificaron el hecho de chantaje, lo que hizo que la huelga indefinida se ratificara.
Panrico ha afirmado en más de una ocasión que la recuperación del grupo sería un hecho sin la huelga en Santa Perpètua.