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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

El desalojo de la Masia de Can Piella provoca numerosas protestas y un peligroso corte de la AP-7

Imagen desde lejos de la finca de Can Piella. / Roger Andreu

Jordi Mumbrú

Montcada i Reixach (Barcelona) —

“Se ha hecho en otras ocasiones y ha salido bien”, explicaba uno de los miembros de la improvisada asamblea. A todos los asistentes se les adivinaba una larga experiencia en reuniones y asambleas y la organización y las conclusiones han sido rápidas. Se corta la autopista AP-7. El objetivo de esta arriesgada protesta era hacer pagar por el desalojo de Can Piella, una Masía okupada desde hace tres años en Montcada i Reixac, a pocos kilómetros de Barcelona.

Los okupas esperaban a la policía. La orden de desalojo se tenía que ejecutar a partir de hoy y no se ha hecho esperar. Con la ayuda de un agricultor de la zona, los jóvenes habían cavado varios agujeros para impedir el acceso de los antidisturbios, que han tenido que irlos tapando uno a uno para permitir el paso de las furgonetas. La operación ha empezado a las cinco de la mañana. Mientras los agentes tapaban los agujeros a pico y pala, los okupas se preparaban para la resistencia pacífica e iban avisando a su red de apoyo para preparar la respuesta.

Dos jóvenes se han colgado con tensores desde el tejado de la casa mientras otros intentaban impedir el paso de los agentes desde abajo. La operación, que he terminado con cinco detenidos, ha sido compleja pero los agentes han conseguido descolgar a los jóvenes. “Pues esos chicos tenían ya plantados todos los tomates, que yo paso por allí cada día y ya lo tenían todo plantado”, explicaba un vecino de la zona que observaba desde lejos como los agentes entraban en la casa. El desalojo ha durado menos de lo esperado pero ya se habían concentrado unas 300 personas para organizar la respuesta.

Poco antes de las doce del mediodía, y tras una asamblea exprés, unas 200 personas decidieron cortar la autopista AP7. Todo el mundo era consciente del riesgo de la acción pero existe una máxima okupa que garantiza protestas de todo tipo después de un desalojo. Poco a poco los jóvenes han ido entrando por el arcén y han empezado a desplegarse ocupando todos los carriles. En cuestión de 20 segundos una de las principales y más rápida vía de acceso a Barcelona ha quedado cortada. “No es una crisis, es capitalismo” gritaban los okupas. Uno de los primeros vehículos en pisar el freno ha sido el de un comercial. “Hoy tenía que visitar a un cliente nuevo… pero bueno, entiendo lo que hacen estos chicos. El futuro está muy complicado”, ha dicho. Otros se lo miraban con cabreo mientras las patrullas de los Mossos pasaban por los carriles contrarios sin poder hacer gran cosa.

Después de unos minutos de protesta, se ha suspendido el corte de circulación y todo el mundo se ha dirigido a Montcada i Reixac, donde los propietarios de este terreno, el Grupo Alcaraz, tienen más edificios. Allí los jóvenes han realizado otra acción de protesta y está tarde se convocado una manifestación en el centro de Barcelona.

La Masia y los terrenos han quedado vacíos y se desconoce que uso le dará el propietario. El objetivo inicial de la empresa, que se dedica a la compra y venta de terrenos, era construir un campo de golf pero también intentaron albergar Eurovegas, cuando la Generalitat buscaba una ubicación en Catalunya.

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