Parece ser que los barceloneses vamos a dejar de ser usuarios del metro para convertirnos en clientes, tal como explica Naomi Klein en su libro No logo. En su obsesión por reducir la monumental factura de TMB utilizando técnicas de manual ultraliberal, el Ayuntamiento de Barcelona ha presentado un plan de patrocinio corporativo que incluye vender los nombres de las estaciones de metro de la ciudad a empresas para que los comercialicen. Es lo que en el agresivo y deshumanizado mundo del marketing se conoce como naming rights. En este caso, el alcalde Trias ha optado por copiar el modelo madrileño bicéfalo de tal forma que si no lo evitamos, acabaremos bajando en la parada Catalunya-Durex.
Para hacer más atractivo el negocio a los potenciales interesados, TMB no ha dudado en ofrecer como cebo a un centenar de directivos los 553,5 millones de usuarios que utilizamos y pagamos este servicio de transporte durante el 2012. “TMB es el principal operador de transporte público del Área Metropolitana de Barcelona. Gestiona una red de metro de 102,6 kilómetros de longitud, integrada por ocho líneas y 141 estaciones, por donde circulan hasta 134 trenes en hora punta, y una red de autobuses con 102 líneas y una flota de más de mil vehículos además de los servicios de transporte de ocio”, explica reduciéndonos a simple mercancía sin ninguna vergüenza.
Con el propósito de “incrementar los ingresos accesorios y disminunir las necesidades de financiación pública” TMB contrató el pasado mes de mayo los servicios de la consultora International Management Group (IMG). Dejando de lado que TMB habla de adjudicación a través de un concurso público por procedimiento negociado pero no menciona su coste, también se esconde que IMG es una poderosa multinacional con sede central en Nueva York que representa a los intereses de las principales corporaciones y marcas del mundo. “IMG is a global sports, fashion and media business, with nearly 3.000 employees operating in 30 countries. For nearly 50 years, IMG has been connecting brands and audience through Sponsorship, licesing, media, consulting, venues, training, talent management and unparalleled client service”, dice en su web corporativa, imgworld.com.
De momento no se sabe la cifra de estaciones de metro disponibles para ser alquiladas porque, según aclaró el alcalde, todo dependerá de la demanda. Lo que sí está claro es que las paradas más céntricas y más turísticas serán las primeras en sucumbir a un descarado proceso de privatización del espacio público y de transformación de la ciudad en un escaparate por parte del consistorio que no es nuevo. Tenemos otros ejemplos polémicos, como el monumento a Colón vestido con la nueva camiseta del Barça o la invasiva publicidad de una marca de telefonía móvil que me he encontrado en los asideros de los autobuses y el intercambiador de Diagonal-Provença. ¿O debemos decir intercambiador de Nike-Vodafone?
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