En los últimos días, el Gobierno de la Generalitat ha pisado el acelerador de su maquinaria comunicativa para poner el énfasis en la agenda social. Prácticamente todos los departamentos con competencias sociales han puesto su grano de arena para reforzar el mensaje de que el pasado lunes lanzaba el president Artur Mas desde el nuevo centro penitenciario de El Catllar (Tarragona): “El país funciona, el gobierno funciona y las administraciones funcionan”. El relato oficial se aparta momentáneamente de la denuncia de los ataques y la incomprensión secular de Madrid. Ahora hay que enfatizar la buena gestión del Gobierno catalán, aunque sea forzando un poco la máquina.
1. Salud. Dos días antes de Navidad, el día 23, el departamento de Boi Ruiz presentó un informe según el cual, a pesar de los efectos de la crisis, los principales indicadores muestran una clara mejora en la salud de la población en Cataluña en los últimos años. La nota de prensa de Salud subrayaba, por ejemplo, que la esperanza de vida de los catalanes ha aumentado y que la mortalidad ha descendido en el periodo 2007-2013. Naturalmente, obviaba las malas noticias que también recoge el informe, como es que la tasa de suicidios no ha dejado de crecer en el mismo periodo. En realidad, como explicaba Catalunya Plural en la edición de ayer, las conclusiones de este oportuno informe del Observatori del Sistema de Salut a Catalunya van en sentido contrario de lo que señalan hasta cinco informes diferentes que recientemente han auscultado también la salud de los catalanes.
2. Educación. Un día después, el 24, se anunciaba un nuevo decreto para promover la escuela inclusiva, si bien éste aún no está cerrado y no será una realidad, si todo va bien, hasta junio de 2016, según reconoció la propia consellera Irene Rigau. A pesar de las explicaciones y la información facilitada, los periodistas convocados por el departamento salieron sin una idea demasiado clara de donde estaba la noticia, posiblemente porque Ensenyament lleva años asegurando que en Cataluña la escuela ya es inclusiva. Posteriormente, la Plataforma Ciudadana por una Escuela Inclusiva emitió un comunicado en el que criticaba no sólo la fecha elegida para el anuncio sino que refutaba las supuestas mejoras del futuro decreto y exigía que se respete el derecho de los padres con alumnos con necesidades educativas a elegir la escolarización de sus hijos.
3. Cultura. El mismo día 24 se daba un pequeño empujón al catalán, ya que el departamento que dirige Ferran Mascarell anunciaba una nueva línea de ayudas que permitirá doblar y subtitular 14 películas “que no son de estreno en el cine sino que se emitirán en las plataformas de vídeo a la carta y televisión, DVD, Blu-ray y otros formatos digitales”. En el comunicado se evitaba cuantificar el importe de esta nueva línea de ayudas, tal vez porque no parece que tenga que ser muy elevado, pero sí se aprovechaba para hacer un repaso a todas las otras ayudas que ya impulsa el departamento de Cultura para normalizar la presencia del catalán en la gran pantalla.
4. Vivienda. Después de tres días de pausa (Navidad, San Esteban y domingo 27), el lunes 28 las buenas noticias llegaron de los departamentos de Justicia y Territori i Sostenibilitat. El departamento de Santi Vila, a través de la Agencia de la Vivienda, firmó un convenio con Cáritas de Terrassa y Sant Feliu del Llobregat para la futura cesión de viviendas del parque público a fin de realojar familias de estos municipios que hayan sido desahuciadas y se dirijan a sus servicios. El titular de la nota de prensa, sin embargo, era un poco más grandilocuente: “La Agencia de la Vivienda cede pisos sin coste a las entidades del tercer sector para destinarlos a emergencias sociales”.
5. Prisiones. En relación al departamento de Justicia, aprovechando la visita de Mas a la nueva prisión de El Catllar (inaugurada el lunes pero ya operativa desde finales de noviembre), ponía sobre la mesa que las políticas penitenciarias han convertido Cataluña en un modelo europeo en cuanto a la tasa de reinserción y no reincidencia, ya que ocho años atrás se situaba en el 60% y en la actualidad se encuentra en el 70% de la población reclusa que sale de la cárcel. Dicho así, suena bien. Pero tiene truco. El dato parte de un estudio que ya presentó el departamento que dirige Germà Gordó el pasado mes de junio, un estudio que se había hecho sobre una muestra de los presos que salieron de la cárcel en 2010, y se contraponía con uno anterior, presentado en 2008, con una muestra de reclusos de 2002. O sea que más exacto hubiera sido decir que en 2010 la tasa de no reincidencia había mejorado diez puntos en relación a 2002... pero, claro, todo esto era período del Tripartito.
Salud, educación, discapacidad, lengua, vivienda, prisiones... Materias que suelen suscitar mucho interés entre las personas con sensibilidades de izquierdas. Posiblemente estas buenas noticias, reales o maquilladas, no tengan mucha incidencia a la hora de cambiar la opinión de nadie sobre nada, pero como se vio el 27-D, y como posiblemente se vuelva a ver el 2 de enero, la cosa puede ir de un solo voto. Y todo ayuda.
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