CDC vende su sede afectada por el caso Palau y comprará otra para reducir costes

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ha vendido su sede corporativa a un grupo inversor y comprará otra para reducir costes, al tiempo que ha depositado en el juzgado que investiga el caso Palau de la Música otros bienes inmobiliarios como garantía de pago en sustitución de su edificio principal.

En una rueda de prensa, el coordinador de régimen interno y comunicación de CDC, Francesc Sánchez, ha remarcado que la sede de la calle Còrsega de Barcelona “no está embargada” porque de ser así “no se podría haber vendido”, sino que estaba entregada en el juzgado como aval de pago.

Sánchez ha asegurado que ofrecerán los datos de toda la operación -tanto a la prensa como en la web del partido- una vez sea efectiva la compra de la nueve sede, a la que prevén trasladarse pasadas las elecciones catalanas del 27 de septiembre.

El juez que investiga el caso Palau de la Música declaró a CDC partido responsable civil a título lucrativo y le impuso una fianza de 3,2 millones, ante la cual Convergència presentó como aval las escrituras de su sede central en Barcelona.

Tras la compra, CDC ha entregado a los juzgados escrituras de diversos bienes inmobiliarios que tiene repartidos por Cataluña -principalmente sedes territoriales- para garantizar el pago.

En todo caso, Sánchez ha enmarcado esta operación en la estrategia de CDC de reducir el gasto corriente global del partido en un 30%, aunque también ha indicado que persigue el objetivo de “adecuarse al siglo XXI”.

Ha remarcado que la venta de la sede de los últimos 16 años, que tuvo como inquilino al expresidente catalán Jordi Pujol, no supone “cortar” con el pasado sino una “evolución” hacia el futuro: “Estamos muy orgullosos del pasado de CDC”, ha incidido.

Los dos edificios que conforman la sede de CDC y de la federación de CiU suman 4.500 metros cuadrados y han sido vendidos como oficinas al Grupo Platinum sin intermediarios y por iniciativa del propio partido, que fue a buscar a los inversores.

CDC dispone en estos momentos de un alquiler de un año para poder seguir en la calle Còrsega hasta que compren el nuevo emplazamiento, al que calculan trasladarse pasadas las elecciones catalanas del 27 de septiembre.

Sánchez ha explicado que buscarán un nuevo edifico en un emplazamiento céntrico -no prevén moverse de L'Eixample-, que tenga “puertas de cristal” y que permita más “interrelación con la ciudadanía”, en consonancia con el objetivo de ser un partido más transparente.

La intención es que el nuevo edificio sea más pequeño y menos costoso que el actual, pero más diáfano, con capacidad para poder celebrar actos de gran formato como consejos nacionales o incluso noches electorales que actualmente se celebran en hoteles.

Compra a precio ventajoso a Enher

CDC compró el inmueble a Enher, filial de Endesa, el año 1998, por 625 millones de pesetas, 3,7 millones de euros actuales. En su momento se afirmó que el precio de adquisición estava por debajo del que marcaba el mercado en aquella zona del Eixample barcelonés. La oposición socialista, por boca del más tarde consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, relacionó el precio favorable para CDC de la operación con un intercambio de favores. Se dijo que el precio de la transacción tuvo que ver com el apoyo dado por CiU a la política energética del Partido Popular. Y fue el Gobierno conservador quien nombró al presidente de Enher, Juan Rosell, que era además presidente de la patronal Foment del Treball, actual presidente de la CEOE.

En concreto Nadal vinculó la venta a bajo precio del local sede de CDC al apoyo a la titulización de los costes a la transición de las empresas elèctricas dado por los partidos nacionalistas al PP.