Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Una denuncia de la extrema derecha lleva al límite a Pedro Sánchez y amenaza el Gobierno
Crónica - El día que Sánchez se declaró humano. Por Esther Palomera
Opinión - El presidente Sánchez no puede ceder

“La respuesta nunca debe ser la represión”

Javier Mariscal en una foto de archivo

Yeray S. Iborra

Javier Mariscal (Valencia, 1950), diseñador, responde a esta entrevista desde París. Por trabajo le toca viajar –dice con tono pausado– “mucho, mucho”. Y le gusta. Pese al movimiento en su vida, no es ajeno al proceso que vive Catalunya. De hecho, hace unos días decidió participar en él sumándose a un manifiesto contra el 1-O, firmado junto a 960 intelectuales que se autodenominaron de izquierdas. “El referéndum no es feina ben feta (trabajo bien hecho)”, dice una y otra vez, cambiando al catalán.

Los viajes, prosigue el creador de las mascotas olímpicas de los juegos de Barcelona 1992 desde el otro lado del hilo, incluyen discutir con personas “de todos lados” sobre la cuestión catalana. Sus amigos de Londres, por ejemplo, le comparan la secesión con el Brexit. “¿Dónde nos hemos metido?”, le dicen sus allegados británicos.

Él defiende el último intento por una Europa de pueblos. Todo ello mientras ve, con incredulidad, los últimos pasos del Gobierno Rajoy para frenar el referéndum. Si la cosa sigue igual, incluso él mismo podría llegar a salir el día 1 de octubre a depositar su papeleta en una urna. Lo haría, eso sí, “con las tripas deshechas”.

Firmó un manifiesto contra el referéndum la semana pasada que tildaba de “antidemocrática” la votación del 1-O. ¿Qué le llevó a darle apoyo?manifiesto

Me preguntaron y firmé. Porque el referéndum no es un trabajo bien hecho. No tiene garantías y uno no sabe qué va a pasar con tu voto. Pero del manifiesto no me gustó que fuese tan propagandístico.

¿No le gustó el tono?

No me gusta que trate de convencer a nadie. Aunque sigo firme en mi posición: no me gusta votar en algo que no sabes quién lo está controlando.

¿A qué se refiere con lo de tratar de convencer?

Tal como luego salió publicado no era exactamente lo que yo firmé, figuraban otras palabras. El fondo era el mismo: tal como se han planteado las cosas, no hay ninguna garantía.

¿Por qué considera que no hay garantías?

Tal como está planteado no sabes nada... Ni listas, ni censos.

La Generalitat ya ha publicado los lugares de votación. lugares de votación

[La entrevista se realizó el mismo jueves de la publicación de la web de consulta de espacios electorales] De eso no me enteré. Pero luego, cuando metes el voto... ¿Quién lo va a contar? ¿Cómo? Tenemos un Govern que hace tiempo que son hooligans de la independencia. Se debería haber creado un espacio de negociación política, porque, pese a que no soy catalanista, hay mucha gente en la calle en Catalunya que valora la secesión como una opción.

¿Qué no ha permitido ese espacio de diálogo? ¿Cómo valora la interlocución con el Gobierno central?

Me toca tragarme a la gente que dice que no estar con el referéndum es darle alas a Rajoy, y no. Se ha llegado a un momento en que todo es tan exagerado que es un 'o estás con nosotros o contra'. Y quiero dejarlo claro: el Govern de la Generalitat está haciendo mucho daño a Catalunya pero el primero que debería haber dimitido, porque no tiene ninguna autoridad moral después de todas las trampas que ha hecho con los casos de corrupción, es el señor Rajoy. Si me ponen entre la espada y la pared, mucho peor lo han hecho Rajoy y el Partido Popular. Pero el Govern, yendo hacia delante con todo, se ha cargado todas las razones de un referéndum.

¿Comparte dichas razones?

Me parece positivo plantear otra manera de gobernarnos, plantear una república. Es incluso higiénico, pero que haya un debate. Hay muchas fórmulas posibles. Antes de una votación así, se tiene que hacer un debate de qué implica. El Govern debería haber tenido la cabeza más fría y haber sabido elaborar un plan bien hecho y fascinar a todos los socios, a España.

¿Lo que plantea el Govern no fascina?

No, porque se ha arrancado siempre, y es una percepción personal, desde el sentido que nos tratan mal, nos roban, no nos hacen caso... Mira, mi idea siempre es sumar. Y aquí se han creado cada vez más fricciones. Yo puedo entender que Gandhi se salte las leyes. Pero no somos la India. ¿Por qué se ha llegado a tanto mal rollo y tanta crispación? La única solución será que la gente se calme y que los profesionales de la política hagan debate de ideas. Acabará pasando como con el Brexit.

¿A qué se refiere?

Tengo muchos amigos de Londres y me comentan que está pasando lo mismo que aquí: unos hooligans apostaban por la separación y que ahora dicen '¿dónde nos hemos metido?'. Yo tengo muchos amigos en la movida independentista y ya la ven como una cuestión para joder a Rajoy, pero es mucho más serio un cambio de este tipo. Yo me siento agredido por las dos partes, y me da mucha pena todo. Yo siento muy buen rollo en Catalunya, España y Europa, ¿por qué sacar tantos trapos sucios de todo cuando hay cantidad de cosas maravillosas que nos unen?

¿Hay camino todavía para buscar aquello que une al Estado?

Yo no creo que España deba ser 'una, grande y libre'. Yo siempre he soñado con un país que sea Europa. España, Francia... solas, pierden mucho. La unión hace ganar sensibilidades. No creo en más particiones ni fronteras.

En los últimos días han habido movilizaciones masivas como respuesta a las detenciones de altos cargos del Govern por el 1-O. ¿Cambia eso las cosas?movilizaciones masivasdetenciones de altos cargos del Govern por el 1-O

Me parece un nuevo error del Gobierno central, como lo de los alcaldes, que es de locura. Es todavía más leña al fuego, insisto que existe una carrera hacia no se sabe dónde por parte del Govern de la Generalitat, pero la respuesta nunca debe ser la represión. Vamos a llegar a un acuerdo aunque sea de última hora.

¿Si no se llega a un acuerdo y la situación se va al extremo, se plantea ir a votar?

A mí me encantaría votar en un referéndum que esté bien planteado, pero en un extremo en el que realmente viera que el Gobierno de Madrid se está pasando de represión –y que no quiere entender qué se está pidiendo desde Catalunya– igual sí, igual a última hora cambiaría de opinión e iría a votar. Aunque lo haría con las tripas deshechas.

Etiquetas
stats