El Parlament cuesta 7 euros al año a cada catalán, casi 3 menos que la media española
El Parlament de Catalunya cuesta a cada catalán 6,9 euros al año, 2,8 euros menos de lo que le cuesta a cada español mantener su Cámara autonómica. Estos son los datos que se desprenden de un informe elaborado por Convivencia Cívica Catalana que mide el coste de los parlamentos de las comunidades, elaborado a partir de los presupuestos de 2015. En total, estas diecisiete cámaras costaron 328,6 millones de euros el último ejercicio, mientras que el coste de las Cortes Generales –Congreso y Senado– ascendió a 136,1 millones.
En cuanto a coste total, la Cámara catalana se sitúa en primera posición, con un coste de 51,9 millones, mientras que la más barata es la de La Rioja, que costó 4,6. Sin embargo, si se evalúa el coste por población la escala varía de forma importante, quedando el riojano como el tercer parlamento que más cuesta a sus habitantes mientras que el catalán desciende hasta el 11 lugar más caro.
Por habitante, el parlamento más caro es el navarro, que cuesta a sus habitantes 19,9 euros anuales, seguido del vasco, que roza los 15 euros por ciudadano. Por contra, el más barato para sus habitantes es el de Castilla-La Mancha, que solo cuesta a los castellano-manchegos 3,5 euros. En la parte alta de esta tabla se sitúan comunidades como Euskadi, Aragón, Extremadura o Asturias, mientras que entre los más económicos Comunidad de Madrid, Andalucía o País Valenciano.
Respecto al Parlament catalán, es la cámara que más aportaciones hace a sus grupos, ascendiendo estas a los 15,7 millones de euros anuales. Pero, de nuevo, si se calcula es coste por habitante de estas aportaciones, la Cámara catalana queda por debajo de la riojana, la navarra, la cántabra, la asturiana y la aragonesa, con 2,1 euros pagado por cada catalán destinado a aportaciones a los grupos. En la parte baja de la tabla vuelve a estar Castilla-La Mancha, que solo reclama a cada uno de sus ciudadanos 0,6 euros anuales para pagar aportaciones a los grupos.
La partida en la que el Parlament más ahorra es la de personal. La cámara catalana es la quinta que menos esfuerzo exige a cada habitante para mantener el personal, 3,4 euros al año. Mientras, la media del coste del personal de los parlamentos autonómicos es de 5,5, siendo de nuevo los navarros los que más deben rascarse el bolsillo, 10,3 euros cada uno.
Según estos datos, las cámaras autonómicas resultan bastante más caras a cada ciudadano que las dos de las Cortes Generales españolas, Congreso y Senado. El conjunto de parlamentos autonómicos cuestan a cada español 9,7 euros, mientras que las Cortes quedan en 1,9 euros por habitante.
