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Puigdemont se reivindica como president y pide a Rajoy “empezar la era del diálogo y la negociación”

Puigdemont pide a Rajoy reconocer el resultado del 21-D y negociar con "el Govern legítimo"

Oriol Solé Altimira

Un discurso de fin de año “en las circunstancias más inverosímiles imaginables”. Así ha arrancado Carles Puigdemont el mensaje que ha enviado a los catalanes para hacer balance de 2017 y presentar sus perspectivas para 2018. El líder de JxCat se ha reivindicado como president y ha pedido al Gobierno de Mariano Rajoy empezar “la era del diálogo y la negociación”.

Al estar cesado por el 155 y huido a Bélgica, Puigdemont ha emitido su discurso a través de sus cuentas de Twitter, Facebook e Instagram, y no por TV3, como era tradición, lo que da cuenta de la excepcionalidad en la que sigue instalada la política catalana. Para ponerle fin, el expresident ha insistido en entablar un diálogo con el Gobierno central.

Como ya hizo la noche electoral del 21D, Puigdemont ha instado a la negociación entre el Govern “legítimo” y el Ejecutivo central. Este sábado, además, el expresident ya sabía la respuesta de Rajoy: el presidente del Gobierno rechazó la oferta de Puigdemont para reunirse en un país de la UE, y situó a Inés Arrimadas como su primera interlocutora. Y después se reunió con Albert Rivera.

Puigdemont, no obstante, ha insistido en que el Gobierno “tiene una nueva oportunidad de comportarse como la democracia europea que asegura ser” si  reconoce la mayoría independentista salida del 21D y empieza a negociar políticamente con su Govern.

“Fracasada la receta de la violencia, la represión y la liquidación del autogobierno, muchos ciudadanos esperan que empiece finalmente la era del diálogo y la negociación que venimos reclamando desde hace años”, ha aseverado Puigdemont, tras constatar que las elecciones “no han salido como el presidente Rajoy soñaba y su partido ha quedado relegado a la última posición”. “El Govern que presido puede mantener el apoyo parlamentario”, ha añadido.

Asimismo, Puigdemont espera del Gobierno central explicaciones sobre “el dolor” causado a las víctimas del 1-O, a los exmiembros del Govern y la Mesa del Parlament encausados y a los “presos políticos” encarcelados, en referencia a Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.

La parte más desafiante del discurso de Puigdemont se ha dirigido hacia el propio Rajoy. “Como president, exijo al Gobierno español y a los que le apoyan que rectifiquen lo que ya no funciona, que reparen el dolor causado y que restituyan todo lo que han destituido sin el permiso de los catalanes. Las urnas han hablado, ¿a qué espera el señor Rajoy para aceptar los resultados?”, se ha preguntado.

Con todo, el discurso de Puigdemont no ha servido para que el expresident explique a los catalanes sus planes para el futuro inmediato y cómo pretende ser investido por el Parlament. Puigdemont será detenido al poner un pie en España y el reglamento del Parlament –aunque sujeto a interpretación de la Mesa– afirma que el candidato debe presentar ante la cámara su programa para la presidencia, lo que hasta ahora ha supuesto la presencia física del futuro president en el hemiciclo.

Puigdemont ha preferido pronosticar que el discurso de fin de año de 2018 del president de la Generalitat “se hará, como no puede ser de otra manera, desde el Palau de la Generalitat”, sin explicitar, a diferencia de otras partes de su discurso, si dentro de 365 días será él quién se dirigirá a los catalanes desde las paredes góticas de la Generalitat.

“Espero que sea un año próspero, un año de progreso y un año de armonía en que disfrutemos de los valores de la república: libertad, igualdad y fraternidad”, ha concluido Puigdemont, sin aclarar desde dónde quiere disfrutar de estos valores.

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