CSQP se abre a apoyar un referéndum no pactado si tiene el aval de la Comisión de Venecia
El grupo de Catalunya Sí que es Pot (CSQP), en el que están ICV, Podem y EUiA, comienzan a clarificar las condiciones en las que apoyarían un referéndum sobre la independencia no pactado con el Estado. Según ha explicado este jueves en sede parlamentaria el portavoz Joan Coscubiela, su grupo reclama que la convocatoria sea avalada por la Comisión de Venecia. Si ocurriese así, ha explicado Coscubiela, la apoyarían “sea cual sea la postura del Estado español”.
El grupo de izquierdas considera que el aval de esta Comisión, que depende del Consejo de Europa y se considera la competente para analizar los procesos constitucionales y refrendarios a nivel internacional, garantizaría que se cumplen las condiciones que fijan como necesarias para dar su apoyo. Según han explicado en ocasiones anteriores, para la coalición el escenario deseable es el de un referéndum pactado pero, como mínimo, reclaman que el referéndum unilateral cuente con las garantías democráticas, efectos políticos y reconocimiento internacional.
“La convocatoria del referéndum, sea cual sea la modalidad, sea pactado o no, debe contar con un mínimo aval internacional, y para nosotros este aval es el de la Comisión de Venecia”, ha resumido Coscubiela, quien ha explicado la elección de esta comisión por tener “amplia experiencia en asesorar y emitir informes en cuanto a las condiciones para que los procesos referendarios sean reconocidos”.
La postura del grupo parlamentario es propia y no tiene por qué coincidir plenamente con la del nuevo partido de los comunes. De hecho, la formación dirigida por Xavier Domènech aún no se ha pronunciado sobre esta cuestión, que tratará en próximas reuniones de su reciente Ejecutiva, que hasta ahora no ha tenido oportunidad de debatirlo.
Con este paso, CSQP lanza un reto directo al Govern para que concrete en qué condiciones piensa efectuar la convocatoria refrendaria, que ha prometido para, como muy tarde, el próximo septiembre. Además, la Generalitat tendría complicado contar con el aval de la Comisión de Venecia por tres razones principales. La primera, cumplir con algunos de los requisitos que pone la Comisión, como contar con un marco legal que permita el referéndum, o que el Govern garantice la campaña de todas las opciones, además de su neutralidad en el proceso.
La segunda, es que para que un referéndum obtenga un aval previo, esta resolución debe ser propuesta por un Estado o por una organización supraestatal. La última dificultad es la posición predominante del Gobierno español en la Comisión. Muestra de esto es la resolución que el pasado marzo emitió el organismo consultivo sobre la reforma de la ley del Tribunal Constitucional, que obtuvo el aval internacional con una leve reprimenda. En aquella decisión la influencia internacional del Estado español fue clave para rebajar las propuestas más duras contra la reforma legal que había realizado.
