La misión imposible de surfear una Diada cada año más independentista

“Si Duran va a la manifestación, lo contaremos como independentista”. La frase la pronunció en 2012 la entonces presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell, el día antes de la multitudinaria manifestación de la Diada. El líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), no precisamente famoso por su independentismo, acabó yendo igualmente a la marcha porque consideró que no era más que una manifestación “de afirmación catalanista”.

Desde un espacio totalmente diferente al de Duran, los partidos de izquierdas no independentistas y movimientos sociales y vecinales que se escapan de la órbita de la ANC y de Òmnium Cultural no irán al masivo acto de este viernes. La razón que han dado es que la convocatoria de la Meridiana ha tomado una dirección inequívocamente independentista y partidista.

Año tras año el ANC y Òmnium habían demostrado que los multitudinarios actos de la tarde de la Diada podían marcar la agenda de los partidos independentistas y, a la vez, integrar un amplio abanico de sectores sociales que no dan apoyo explícito a la secesión. Este 2015, sin embargo, la cristalización de la lista Junts pel Sí, que cuenta con el apoyo de las dos entidades, y la coincidencia de la Diada con el inicio de la campaña para las elecciones del 27 de septiembre han hecho imposible este equilibrio. Y es que, para muchos, la del 2015 será la Diada más partidista de la historia.

Una movilización de amplio alcance

En 2012 fueron seis los partidos con representación parlamentaria (CDC, UDC, ERC, ICV, EUiA y SI) los que asistieron a la primera de las grandes manifestaciones independentistas, la más numerosa y que forzó a Mas a avanzar unas elecciones donde perdió doce diputados. La CUP, que aún no había entrado en el Parlament, no convocó oficialmente al tener su tradicional manifestación con el resto de la Esquerra Independentista, pero también tuvo un espacio en la marcha por el Passeig de Gràcia.

El paso del “dret a decidir” al independentismo como reivindicación hegemónica del catalanismo ha hecho que de aquellos seis partidos con representación en el Parlament que asistieron a la manifestación del Passeig de Gràcia de 2012, hoy sólo dos convoquen para ir a la Meridiana: CDC y ERC, ahora integrantes de Junts pel Sí. La CUP, hoy ya con 3 diputados en la cámara, también apoya el acto.

La izquierda se descuelga de la Meridiana

Buena parte de los recelos que ha levantado la Diada de este año entre los sectores progresistas que antes participaban se personifican en la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Colau votó Sí-Sí en la consulta del 9 de noviembre y ha expresado en numerosas ocasiones su apoyo al derecho a decidir. Pero la alcaldesa tampoco acudirá a la Meridiana aduciendo el carácter partidista de la movilización, a pesar de considerar un “orgullo” que Barcelona acoja una manifestación por las “libertades” de Catalunya.

Las formaciones de izquierdas y sindicatos habían encontrado su manera de participar en las últimas jornadas. ICV, por ejemplo, no convocó en 2013 a participar en la Vía Catalana al considerarla “poco inclusiva”, pero le desearon éxito y se engancharon a ella, a su manera, con un tramo de la vía que rodeaba los edificios de La Caixa en la Diagonal para “defender tanto los derechos nacionales como los derechos sociales”. Asimismo, a diferencia de Duran i Lleida, Joan Herrera participó en la 'V' del año pasado para defender la consulta del 9 de noviembre.

Pero la implicación de la ANC y Òmnium con Junts pel Sí (las expresidentas de ambas entidades, Carmen Forcadell y Muriel Casals, son las números 2 y 3 de la lista) ha hecho que Catalunya Sí que es Pot rechace ir a la Meridiana, a pesar de la advertencia de que el acto no se convertirá en un acto de campaña que lanzaba Jordi Sánchez, presidente de la ANC, a Lluís Rabell a través de Catalunya Plural.

Este año, por tanto, no se repetirá la escena del año pasado, en que ICV, EUiA, organizaciones sindicales, como CCOO y UGT; asociaciones vecinales, como la FAVB o CONFAVB; plataformas como SOS Racisme o el CJB, y varias entidades de las agrupadas en la campaña “Por una Cataluña social” ocuparon dos tramos de la 'V'.

Presencia del Gobierno

Lo que sí se ha repetido año tras año y hoy no será una excepción es la presencia masiva de consellers y dirigentes de CDC. En cuanto al presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha declinado asistir a los actos organizados por el ANC y Òmnium para preservar su “rol institucional” pero este año declaró que se planteaba participar en la Vía Lliure de la Meridiana porque es candidato de Junts pel Sí.

Junts pel Sí además, también recoge los cambios que el soberanismo ha provocado a CiU y el PSC. La candidatura soberanista integra a Demòcrates de Catalunya y Movimient d'Esquerres (MES), las escisiones independentistas de Unión Democràtica y el PSC.

Los socialistas no han asistido nunca oficialmente a los actos de la tarde de la Diada. Sí lo hicieron los representantes de su ala catalanista, que tres años después han abandonado el PSC y han conformado MES, como Ernest Maragall, hoy eurodiputado de ERC. Unió, por su parte, ha ido surfeando los eventos enviando miembros de su dirección, aunque Duran vio la Vía Catalana de 2013 desde Panamá y no acudió a la V del año pasado

Y todavía hay otro de los asistentes a la manifestación de 2012 que el año pasado se ausentó de los actos multitudinarios de la tarde de la Diada y que este año tampoco está previsto que asista a la Meridiana: el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Sus motivos, sin embargo, no son tanto ideológicos sino que están relacionados con la herencia en el extranjero sin regularizar que confesó en julio del año pasado.