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“La pregunta que propone la dirección de Podem es engañosa y poco transparente”

Laura Pérez, concejal de Podem en el ayuntamiento de Barcelona

Arturo Puente

Desde este jueves a las 10 de la mañana los inscritos en Podem, la marca catalana de Podemos, están llamados a participar en una votación clave sobre el futuro del nuevo partido de Ada Colau. La respuesta de las bases moradas a la pregunta “¿Crees que estas condiciones son imprescindibles para la participación de Podem en la asamblea fundacional del nuevo partido con ICV, BeC y EUiA?” será capital, pues decidirá la participación de Podem en el proceso de confluencia.

Laura Pérez Castaño, concejala de Ciclo de Vida, Feminismos y LGTBI en el ayuntamiento de Barcelona por Podem, se muestra disgustada por cómo está llevando la dirección de su partido el proceso de confluencia y considera la pregunta propuesta “engañosa y poco transparente”. Para ella, que Podem no formara parte de la confluencia sería “un enorme error estratégico”. “Perdemos todas, no solo el nuevo sujeto catalán, perdemos como Podem y pierde la ciudadanía”, considera Pérez.

Podemos está en pleno proceso de confluencia, algo que en Barcelona o en las elecciones generales ya ha pasado, pero de forma puntual, sólo para elecciones concretas. ¿Era necesario ir más allá y hacer una confluencia permanente en un partido propio?

Hacía falta un espacio amplio, de izquierdas, de gente de diversos espacios, feminista… ahora mismo, en la realidad catalana que tenemos, que es compleja y necesita alternativas, que está tan enrocada en el proceso catalán, hacía falta una alternativa por el referéndum y desde la gente de abajo. Y hacía falta sobre todo que desbordasemos los espacios de una suma de fuerzas. Esa es la oportunidad que tenemos ahora, formar una fuerza sólida de alternativa a Convergència y a la situación catalana.

¿Hay diferencia de opiniones dentro de Podem sobre la necesidad de esta confluencia?

De la misma forma que hablamos de la pluralidad dentro del nuevo sujeto político, hay una pluralidad dentro de Podem. La hemos visto hace poco en Podemos estatal, con lo que ha pasado en Vistalegre. Es cierto que hay un sentimiento de miedo por perder la identidad, pero yo creo que la gente que tenemos en la directiva, en los cargos y que trabajamos en las bases, lo que deberían promover es justo este mensaje de “nosotras no tenemos que perder nuestro ADN”. Yo no he perdido mi ADN de Podem dentro del Ajuntament de Barcelona. Tenemos que reivindicar la pluralidad que multiplica, la identidad de Podem suma, como suma la identidad de ICV, la de EUiA o la de la gente que no viene de ninguna.

¿Cree que desde la dirección de Podem se está combatiendo este miedo?

No, no estamos combatiendo este miedo. Los discursos que se están haciendo, o la pregunta que nos propone la directiva, no está yendo en esta línea. Juntas hemos ganado el ayuntamiento de Barcelona, juntas hemos ganado dos elecciones generales. Eso quiere decir que Podem suma mucho.

La dirección de Podemos ha sido muy crítica con este proceso de confluencia y de hecho ha llamado al voto negativo en la consulta que tiene lugar estos días. ¿Ve razonables los argumentos de su partido?

Yo discrepo del planteamiento de la pregunta. Lo que no entiendo es, si realmente nos dan toda la información y existe esta transparencia de cómo ha ido el proceso de confluencia, la pregunta debería ser: ¿con las condiciones de consenso que hay ahora estamos o no por la confluencia? Pero con la actual pregunta se da por hecho que no tendremos código ético, que la gente de Podem no podrá participar, o que no habrá listas abiertas… y eso no es cierto. ¿Alguien se imagina a este espacio sin código ético? ¡Hace meses que se acordó! Tendremos código ético, tendremos listas abiertas y la gente de Podem podrá participar.

¿Por qué cree que la dirección de Podem propone esta pregunta?

Me cuesta muchísimo de entender. Muchísimo. Puede que porque lo vivo desde el idilio del Ajuntament de Barcelona, donde estamos haciendo cosas ilusionantes. Yo no puede entender por qué una fuerza importantísima para la confluencia como Podem se enroca en una excusa que puede ser técnica, como es el censo, que incluso puedo estar de acuerdo, pero esta no es una razón suficiente para no participar en la confluencia. No nos dan argumentos reales y serios. Para mi es incomprensible.

Hasta la denuncia de la dirección de Podem la opinión pública no conocía que había una propuesta organizativa concreta. ¿Comparte con la dirección de su partido alguna de las criticas sobre cómo se ha llevado el proceso de confluencia?

Yo soy parte del grupo impulsor y también de la coordinadora de Barcelona en Comú, quizás por eso sí conocía cómo se estaba llevando a cabo el proceso. Teníamos una primera parte, que era el ideario que trabajamos entre las más de cien personas del grupo impulsor, cuando acaba este trabajo abrimos un proceso participativo con más de 70 talleres por todo el territorio, yo misma he participado en algunos. Y había una segunda parte que es cómo creamos una coordinadora, una Ejectuvia con un número determinado de personas y un consejo más amplio. Eso estaba en la mesa de partidos y se estaba trabajando. Como no había consenso tampoco había propuesta. Pero yo he estado en plenarios con más de 300 personas hablando de cómo debía hacerse esta coordinadora… en los espacios de las bases ya se estaba hablando y todo el mundo sabía que había una mesa de partidos.

Fuera de Catalunya, Podemos siempre ha preferido mantener la marca y hacer coaliciones electorales puntuales. De hecho incluso ha habido criticas a la coalición con IU. En cambio, en Catalunya, se va mucho más allá y se apuesta por hacer todo un nuevo partido. ¿Por qué cree que sucede esta diferencia?

Tenemos como poco antecedentes diferentes. De entrada han habido más elecciones y más periodo electoral y por eso diferentes encajes. Nos hemos presentado como Catalunya Sí que es Pot y después como En Comú Podem. Da para comparar qué pasa cuando trabajamos juntas, cunado tejemos por debajo y cuando apostamos por un cambio real aglutinando las diferencias. Creo que incluso en Madrid hay consenso sobre que en Catalunya hay que apostar por la confluencia. Vistos están los resultados. La realidad catalana es clara en el hecho de que cuando vamos juntas llegamos más lejos, por eso también merece la pena hacer un esfuerzo superior por ir juntos.

Otro de los debates se sobre que debe pasar con la marca de los partidos que formen el nuevo partido. Para usted, ¿Podem tiene sentido como marca o con sus estructuras propias?

Respecto a la parte orgánica, Podem nos da la oportunidad de estar conectadas con el resto de Podemos. Este vínculo Estatal es chulísimo. Yo participo en el círculo de feminismos de Podemos estatal y eso me da muchísimas oportunidades de estar comunicada con todas las compañeras que están trabajando en todo el territorio. Por eso creo que Podem no debe desaparecer. Pero también es bueno que cuando nos presentamos a construir un nuevo espacio lo hagamos manteniendo cierto equilibrio entre lo que representa mantener nuestra identidad pero hacer algunos sacrificios, como pueden ser temas técnicos de compartir un censo. Creo que es absolutamente compatible mantener nuestros espacios con tener un sujeto único que con el tiempo ya veremos como funciona y a dónde nos lleva.

¿Vería una confluencia sin Podem?

Espero que no. Sería un enorme error estratégico. Perdemos todas, no solo el nuevo sujeto catalán, perdemos como Podem y pierde la ciudadanía.

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