Rajoy vuelve a marcar distancias con la 'tercera vía'
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha vuelto a marcar distancias con una ‘tercera vía’ que abra un diálogo con el Gobierno catalán para intentar solucionar la cuestión soberanista. En el día de la Constitución, el presidente ha indicado que siempre está dispuesto a hablar con Artur Mas, pero que es difícil que ese diálogo pueda llegar ya que considera que los planes del president son “irse de España”.
Rajoy ha reafirmado su postura de firmeza contra las aspiraciones de Mas en una conversación informal con los periodistas en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso con motivo del acto de celebración del trigesimosexto aniversario de la Carta Magna, al que ha acudido acompañado de varios de sus ministros. El presidente del Ejecutivo español ya marcó su postura en su comparecencia de la semana pasada en Barcelona, donde acusó a Mas de “desgobierno” y de haber fracasado con el 9-N.
Para el Gobierno, la soberanía nacional, la unidad de España y la igualdad entre los españoles son líneas rojas infranqueables, pero Rajoy tampoco considera que la negociación sobre las 23 peticiones hechas por Mas en julio pueda llegar a ninguna parte ya que “quiere irse de España”. De esta manera, Rajoy ha condicionado un posible diálogo a que el Govern catalán abandone sus aspiraciones independentistas.
Las 23 propuestas de Mas trasladadas al jefe del ejecutivo en su última reunión en Moncloa versaban sobre inversiones, infraestructuras, competencias y financiación. Según Rajoy, concederlas significaría reformar “siete u ocho normas aprobadas en el Congreso”, algo que descarta dada la actual situación política en Catalunya. También rechazó abordar el modelo de financiación autonómica en lo que queda de legislatura, una reforma que ha sido también reclamada por varios presidentes de comunidades autónomas donde el PP gobierna.
El único cambio de postura del Gobierno tiene que ver con su presencia en Catalunya. “Hay que ir más a Catalunya”, ha proclamado el presidente, siguiendo la estela de lo mostrado la semana pasada, cuando exhibió la ayuda económica del Estado a la finanzas de la Generalitat y se describió a sí mismo como el presidente de todos los catalanes, también de los independentistas.