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La reforma del Paralelo llega a su fase final sin satisfacer las demandas vecinales

Som Paral·lel, Xarxa Veïnal Ciutat Vella y Xarxa FEM Sant Antoni se unen en el Paralelo / J.M.

Jordi Molina

Barcelona —

Seis años y 9'6 millones de euros después, el Paralelo barcelonés quiere salir de la oscuridad que lo ha sumergido en una eterna reforma. En marzo está previsto que finalicen unas obras que, en el último año, han convivido con movilizaciones vecinales que han cuestionado el proyecto del Ayuntamiento por responder, a su juicio, más a las demandas del sector turístico que a sus necesidades. Una de las últimas demostraciones de este malestar se expresó este domingo de manera coral entre los tres barrios afectados por la reforma –Poble Sec, San Antoni y Raval– en una nueva edición de la campaña ciudadana Fem Plaça, impulsada por la Xarxa Veïnal de Ciutat Vella para reivindicar la necesidad de recuperar el espacio público.

Esta plataforma arraigada en el barrio del Raval -recientemente galardonada con el (Re)coneixament veïnal que entrega la CONFAVC- se sumó a las reivindicaciones de la Xarxa FEM San Antoni y la plataforma Som Paral·lel para enmendar, una vez más, el proyecto urbanístico que quiere rehabilitar el Paralelo. Un eje vital para la conectividad del Puerto de Barcelona -y los yates de lujo que llegan llenos de turistas- con puntos estratégicos de la ciudad, como la Fira o el castillo de Montjuïc.

Vecinos y vecinas de los tres colectivos ocuparon la calzada sin estorbar el tráfico de vehículos para demostrar al Ayuntamiento que otro tipo de urbanización era posible. Y es que los vecinos organizados en torno a las plataformas Som Paral·lel y FEM San Antoni habían pedido la construcción de seis plazas a lo largo de la avenida para proyectar actividades culturales y comunitarias y favorecer el espacio público. Un proyecto que el Ayuntamiento no contempló por cuestiones técnicas durante el proceso participativo y que acabó substituyendo por una ampliación de aceras que ha generado la oposición de buena parte del tejido vecinal.

“El diseño de las aceras favorecerá la instalación de terrazas de restaurantes y, por tanto, a la privatización del espacio público, y no a los vecinos”, explica Marc Serra, portavoz de Som Paral·lel. “Queríamos que se construyeran plazas, como mínimo una, la que llevará el nombre de Pepe Rubianes, para realizar actuaciones en la calle, un seña de identidad del Paralelo de antes”, reclama Toni Oller, presidente de la Asociación Pro Teatro Talia Olympia, entidad adherida a Som Paral·lel.

La respuesta del Ayuntamiento

La respuesta del AyuntamientoFuentes del Ayuntamiento recuerdan a los colectivos que se manifestaron el domingo que hubo un proceso participativo anterior a la ejecución del Plan Paralelo en el que “no estuvieron” y en el que se detalló los motivos del diseño de la reforma. Un proceso tachado de “fantasma” por Som Paral·lel, que considera que no fue suficientemente plural, aunque contaba con el apoyo de sectores vecinales tradicionales del barrio, como la Coordinadora de Entidades del Poble Sec, la Unión de vecinos, la Asociación de Comerciantes y, sobre todo, la Fundación El Molino, el socio del Ayuntamiento en la reforma.

En marzo las obras darán paso al debate sobre los usos de la avenida. Una nueva etapa donde todavía habrá margen, según fuentes municipales, para decidir los últimos elementos del mobiliario urbano a través de un plan de usos. Con las elecciones municipales en mayo, sin embargo, los vecinos temen que este debate no tenga lugar según el calendario previsto y que se acabe retrasando hasta la constitución de un nuevo equipo municipal, cuando ya no se esté a tiempo de reorientar la espíritu de la avenida.

Del Raval al Poble Sec, pasando por el Paralelo

Del Raval al Poble Sec, pasando por el ParaleloLa experiencia contra la masificación turística de Ciudad Vella -un distrito que representa cerca del 30% de las plazas hoteleras, pero que no llega al 5% de la superficie de Barcelona- quiere servir de aviso al Ayuntamiento para evitar que se repita la historia en otras zonas, como el Paralelo o sus barrios adyacentes, como el Poble Sec, que en poco tiempo ha notado el impacto del turismo. “Cada vez más zonas y barrios de la ciudad nos siguen la pista”, explicaba Faus, miembro de la Xarxa Veïnal de Ciutat Vella, durante la acción del domingo: “El plan de usos de Ciutat Vella supuso la barra libre para el mercado hotelero y vemos como las zonas periféricas, como el Paralelo, están sufriendo las consecuencias”.

En el mismo sentido, se expresa Som Paral·lel, que asegura que el “turismo masivo” que llega a la ciudad a través del Puerto ha hecho aumentar el precio de los alquileres en barrios como el Poble Sec. Un buen ejemplo es la calle Blai, que se ha convertido en un monocultivo del ocio, relleno de bares y terrazas -casi 50 en sólo 800 metros- que atrae a los turistas a la zona hasta altas horas de la noche, con molestias a los vecinos que viven en esta calle, en el corazón del barrio.

Ante esta situación, el Ayuntamiento pone en valor el impulso de un plan de usos en el Poble Sec, en pleno proceso participativo, y al mismo tiempo, haber congelado la tramitación de nuevas licencias de locales en el barrio. Además, niegan que los cruceristas vayan a parar al Poble Sec, ya que tienen circuitos cerrados una vez salen del barco. Los vecinos, sin embago, entienden que la calle Blas es la prueba más evidente de lo que puede ser el Paralelo si no se actúa de forma preventiva.

Una avenida inteligente para unos vecinos enfadados

Una avenida inteligente para unos vecinos enfadadosCriticados por Som Paral·lel por el elevado coste -unos 6.500 euros cada farola- y venerados por el Ayuntamiento, “por sus potencialidades ciudadanas y sociales”, el caso es que entre finales de febrero y principios de marzo en el Paralelo habrá 182 “columnas de alumbrado inteligente”. La mayoría de los dispositivos ya se pueden ver con un simple paseo por la avenida. Las nuevas farolas son de acero galvanizado y presentan dos configuraciones: con forma de L invertida, para iluminar la calzada y la acera, y la simple o tipo I, para las plazas y los pasos de peatones de la avenida.

“Las farolas del Paralelo se convertirán en el modelo de farola más avanzado del mundo en términos de servicio social. Son unas farolas que incorporan luz variable, wi-fi, sensorización. Es decir, hacen posible que la señora María, que tiene 83 años y un dispositivo de teleasistencia, tenga una red más amplia de cobertura”, explicaba a este medio el responsable de Hábitat Urbano, Antoni Vives. “Es muy decepcionante que en un barrio que tiene una renta media un 30% menor que el resto de la ciudad, el Ayuntamiento destine una tercera parte del presupuesto del Plan a unas farolas smart de cara al turismo”, replican desde Som Paral·lel.

La recuperación de Arnau, un asunto pendiente

La recuperación de Arnau, un asunto pendienteEl futuro del teatro Arnau es incierto y, según el Ayuntamiento, caro; pero la voluntad del vecindario de recuperar el antiguo cabaret es cada vez más firme. Aunque en ninguno de los puntos de la reforma municipal se hace referencia al teatro, los vecinos han constituido la plataforma Salvemos el Teatro Arnau, integrada dentro de Somo Paral·lel. La principal demanda es su rehabilitación como museo de las artes escénicas y de la historia de la avenida.

Según el impulsor de esta iniciativa, Enric H. March, el Arnau es el único vestigio que queda del Paralelo de principios del siglo XX. “Es el último teatro en forma de ‘barraca’, por tanto, no hablamos únicamente de una cuestión emocional, sino de una cuestión arquitectónica”. Según el historiador, el Arnau podría acoger pequeños creadores y expresiones culturales que, poco a poco, han ido desapareciendo de la avenida, en un momento en que el resto de teatros ya ofrecen un circuito comercial. “El Paralelo se caracterizaba por ser un eje de cultura popular donde los pequeños creadores podían encontrar su lugar: la pantomima, el vodevil, el circo o la magia tuvieron mucho éxito en la avenida”

El escollo para rehabilitar el viejo teatro, cerrado desde 1994, son los 10 millones de euros que costaría. Más que el presupuesto que, sobre el papel, se ha destinado a la reforma integral del Paralelo, presupuestada en 9,6 millones. Unas cantidades que, tal y como ha explicado recientemente el teniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana, a medios de proximidad de la zona, obliga a buscar una concesión a “muy largo plazo”. Por lo tanto y de momento, el compromiso municipal no va más allá de convocar un concurso para externalizar la gestión, aunque todavía no hay calendario a la vista.

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