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Ciutat Vella pasa en ocho años de distrito pobre a de la clase media por la sustitución de sus vecinos

Los vecinos de la Barceloneta han visto la transformación del barrio a cuenta del turismo

Tomeu Ferrer

Ciutat Vella, que durante muchos años ha sido considerado uno de los distritos más pobres de Barcelona, ha adquirido la consideración de clase media. La explicación del fenómeno radica en la sustitución que se ha producido en la composición social de algunos barrios, como el Gótico, donde vecinos originarios de África o Latinoamérica han sido substituidos por habitantes originarios del norte de Europa, con un poder adquisitivo más alto.

Este sería un efecto de la gentrificación experimentada por el centro histórico de la ciudad, según se desprende del análisis del dossier el Treball a Barcelona 2016, que estudia la evolución de la ciudad entre 2008 y 2015, elaborado por el Consell Económic i Social de Barcelona (CESB).

La crisis ha incrementado las diferencias económicas entre los habitantes de los barrios de Barcelona. En 2008 había en la ciudad cinco barrios con una renta familiar disponible (RFD) inferior al 60% de la media. A finales de 2015 los barrios con un nivel de ingresos similar son 17. En cifras absolutas al inicio de la crisis había unas 25.000 personas con una RFD menor al 60%, mientras que en 2015 hay 222.581 personas viviendo en barrios en riesgo de pobreza, según las conclusiones del estudio.

Al tiempo que se ha disparado y se ha hecho más dura la pobreza en Barcelona, se ha incrementado la diferencia económica entre los barrios más acomodados y los que tienen menor renta. el índice RFD detectaba en 2008 un barrio: Tres Torres, con una RFD equivalente al 200% de la media barcelonesa.

En 2015 hay tres barrios donde los ingresos y el nivel de vida de sus ciudadanos dobla la media. En este caso los barrios más acomodados son Pedralbes, Sant Gervasi-Galvany y Vallvidrera. Si lo contamos en habitantes, la crisis ha supuesto que unos 60.000 barceloneses se sumen al club de los que duplican la renta media de la ciudad.

Más polarización social

Vicenç Tarrats, presidente del CESB, resumía la situación que se describe en el estudio afirmando: “Estos años se ha producido una polarización y un endurecimiento de las situaciones de los barrios con menos recursos, y sobre ello se debería trabajar para evitar que la ciudad se dualice”.

Los barrios con una RFD más reducida corresponden a los 11 del distrito de Nou Barris, dos de San Andreu, dos de Sant Martí, uno de Sants-Montjuïc y uno de Horta-Guinardó. En 2008 los barrios con la RFD más baja eran cuatro de Nou Barris y uno de San Andreu.

Una RFD de nivel 100 sería la media de la ciudad. Dicho en otras palabras, en este ámbito estarían los vecinos de clase media. En Barcelona los habitantes de barrios con la renta familiar situada entre el 90% y el 110% han aumentado en 23.000 personas en los años estudiados.

En los barrios de clase media entran por primera vez los dos del distrito de Ciutat Vella. La evolución positiva de estos lugares se explica por los autores del estudio por la sustitución de vecinos de un origen nacional por otro. Así, el barri Gòtic ha pasado de una renta familiar disponible del 80,8% de 2008 hasta el 108,5% en 2015.

“En una frase hecha se puede decir que la diferencia se explica porque antes vivían, guatemaltecos y ahora quizá viven alemanes”, ha explicado Tarrats. Los vecinos de la clase media alta, con un nivel de vida superior al 110% de la renta de la ciudad se han reducido con la crisis. Ahora son 60.000 menos.

Mejora en 2016

En resumen, la crisis ha disparado en 200.000 los habitantes en riesgo de pobreza. Ha incrementado la clase media en 23.000 personas. Ha reducido de 60.000 personas la franja de clase media alta y ha incrementado también en 60.000 personas los habitantes de barrios que duplican la renta media de la ciudad.

Geográficamente la pobreza se concentra en el norte de Nou Barris y la franja paralela al Besós. Mientras que la riqueza se ubica preferentemente en el norte de la Diagonal, mientras que el resto de la ciudad se mueve en el rango que va de clase media a clase media alta.

El estudio también compara los datos del 2016 y los del año anterior. En casi todos los apartados hay mejoras. Barcelona gana residentes. Hay también más población ocupada, concretamente, 21.600 hombres y 16.500 mujeres. La contratación también ha aumentado, aunque el 86% de los contratos eran temporales. El paro de larga duración se redujo y, según los datos de la Agencia Tributaria, el salario en Catalunya era en 2015 un 13% superior a la media española.

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