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Metro condiciona integrar los empleados fuera de convenio a pactar antes una nueva estructura de categorías

Asamblea de trabajadores de Metro de Barcelona

Tomeu Ferrer

Barcelona —

La integración de casi 300 trabajadores con contratos fuera de convenio a la estructura regular de Metro topa, a pesar de la sentencia judicial dictada con un problema capital: la empresa y el ayuntamiento supeditan su aplicación práctica a una nueva clasificación profesional de la cual los sindicatos no quieren ni hablar.

El conflicto del Metro de Barcelona tiene pues un fleco potente: la integración de un colectivo significativo de trabajadores con contrato no vinculado al convenio a la disciplina de este acuerdo. Este es un detalle importante y dificulta el pacto entre trabajadores y empresa: TMB.

Los trabajadores de Metro al igual que sus compañeros de Autobuses de Barcelona tienen el salario congelado desde hace cuatro años. Negocian desde enero sin avances un nuevo convenio colectivo con la empresa, de la que el único accionista es el Ayuntamiento de Barcelona. Aparte del incremento salarial el asunto de la integración de los trabajadores con contrato no sujeto al convenio es clave. Todo parecía resuelto cuando el 18 de abril pasado la magistrada del juzgado 19 de lo social de Barcelona emitió una resolución de ejecución de sentencia en relación con una decisión firme muy anterior. La sentencia afectaba 320 trabajadores de fuera de convenio, y excluía a 13 personas de los grupos profesionales 0 y 1 considerados de alta dirección.

En el último pleno municipal el concejal Josep Garganté, de la CUP, interpeló de alcaldesa, Ada Colau, con relación a cómo aplicará la sentencia de integración a la disciplina del convenio de los trabajadores que tenían hasta ahora contratos particulares con Metro. En la respuesta la alcaldesa aludió al término negociación, sin aclarar mucho más.

La sentencia se basa en tres puntos. El primero sobre cuándo quedarán las personas afectadas integradas plenamente en el convenio. La respuesta es que las personas aludidas, “por efecto de la sentencia ya están integradas en el convenio”, según oficiales de TMB consultadas por Diari del Treball.

La madre del cordero: clasificación profesional

La segunda cuestión planteada desde este diario en TMB es ¿en qué plazo se equipararán las condiciones salariales entre los trabajadores de fuera de convenio y las ya afectadas por el acuerdo colectivo? Al respecto TMB afirma explícitamente que “las condiciones que tiene el personal fuera de convenio deben integrarse dentro de la estructura del convenio colectivo en una nueva clasificación profesional, y esto debe ser abordado y resuelto en un proceso de negociación con los representantes de los trabajadores: el acto de conciliación -continúa indicando la empresa- marca el inicio del proceso pero no pone fecha de finalización”.

Este último punto es clave y marca el desacuerdo. La empresa plantea integrar los empleados fuera de convenio en una nueva clasificación profesional que se ha de negociar y pactar con los sindicatos. Esto se debate en el convenio, y no hay acuerdo, de momento.

En Metro hay una gran cantidad de categorías profesionales, “hasta 70”, explica un miembro del sindicato UGT. Por el contrario, fuera de convenio hay sólo cinco grandes grupos profesionales. La idea de la empresa sería, en opinión de los sindicatos, aprovechar la negociación del convenio para solucionar dos grandes problemas: reducir el abanico de categorías y realizar la integración de los trabajadores actualmente fuera de convenio . El responsable ugetista explica con un ejemplo porque defienden la estructura intraconvenio frente a la pretensión de la empresa: “tenemos dos afiliados que son ingenieros, realizan trabajos similares, ambos fuera de convenio, y la diferencia salarial entre uno y otro son 9.000 euros”, asegura.

El hecho es que a pesar del acuerdo de ejecución de sentencia, buena parte del pacto está pendiente de la negociación del convenio, lo que puede alargar mucho la resolución del conflicto.

Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona aceptaban implícitamente que el problema a resolver es el de la clasificación profesional. En este sentido la voluntad del consistorio sería integrar en los convenios correspondientes a todos los trabajadores de Metro y de Autobuses de Barcelona. Esto podría ser más fácil en el caso de Autobuses porque en esta empresa ya se ha pasado de tener categorías a tener grupos profesionales. Pero “se ha empezado por Metro para hacer cumplir la sentencia”, afirma una fuente oficial del gobierno de la ciudad consultada.

No se facilitan ni nombres, ni salarios ni beneficios sociales

El sindicato CGT, que tiene mayoría en el comité de empresa e hizo la denuncia, considera, por boca de su representante, Oscar Sánchez, que siguiendo el espíritu de lo expresado por la jueza en el acto de ejecución de la sentencia, faltan detalles claves que la empresa no facilita. Uno es el nombre, el salario y los beneficios sociales con que cuentan todos los trabajadores de fuera de convenio: “sin estos datos no podemos hacer lo que se dijo en el juzgado, que es buscar de común acuerdo un encaje de cada persona en la estructura del convenio”, asegura Sánchez.

El representante de CGT cree que hay casos en que la integración se puede hacer de forma casi automática: “hay fuera de convenio una trabajadora que es enfermera y dentro del convenio está la categoría de enfermera”, explica. Cuando haya discrepancia los sindicatos aceptan que se mantengan los salarios más altos y las diferencias se vayan absorbiendo hasta que se equiparen los sueldos de su categoría de convenio. Pero para ello sse ha de saber lo que cada persona cobra y los beneficios sociales de que dispone, y esta información no se ha proporcionado, aseguran.

TMB afirma a su vez que cuando se haya aplicado la sentencia en todos los puntos se conocerá la estructura de personal de las empresas del grupo, que es pública.

Diario del Treball preguntaba también en TMB si la operación de integración tiene costes económicos añadidos y en caso de no tener, por qué se mantiene la situación de desacuerdo. A esto la empresa manifiesta: “no se podrá determinar el efecto económico hasta que culmine la negociación”, sin más detalles.

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