Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Una iniciativa por un sueldo mínimo de mil euros se expande entre partidos y ayuntamientos.

Pilar Pérez, impulsora de la campaña 'Anem a mil' frente al Arco de Triunfo de Barcelona

Tomeu Ferrer

“El salario mínimo es antisistema”. Lo dice Pilar Pérez, una de las impulsoras del colectivo 'Anem a mil' (Vamos a mil), repitiendo la frase de Miquel Puig, un economista liberal preocupado porque con los salarios tan bajos que se pagan, el Estado de bienestar es insostenible. Puig lo dice en su libro: “Un bon país no és un país low cost”.

'Anem a mil' es un movimiento ciudadano creado el pasado verano. Su objetivo es claro: lograr que el salario mínimo se sitúe al menos en mil euros en catorce pagas.

Pilar Pérez es la portavoz del grupo que se define como transversal. En él conviven personas con ideologías diversas y prácticas también variadas. “Nos consideramos cercanos a la forma de actuar de la gente de la campaña por la Reforma Horaria, o la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH)”, dice Pilar. Lo justifica porque todos son movimientos que pretenden alcanzar soluciones concretas y no buscan una alternativa global ni ideológica. En el campo internacional ven con simpatía el movimiento fight for $15, que quiere conseguir en Estados Unidos un salario por hora de al menos 15 dólares.

La creación de 'Anem A mil' se hizo hace un año en el barrio del Eixample de Barcelona. Después, usando las redes sociales como propulsor, la agrupación cívica se ha extendido a varias poblaciones del cinturón de Barcelona. Ahora tienen cerca de mil asociados que realizan tareas diversas, especialmente agitación en las redes sociales.

Los impulsores de la campaña inicialmente hablaron con los sindicatos y con los partidos políticos. En la mayoría de los casos recibieron su apoyo entusiasta: “Los sindicatos hace tiempo que trabajan en el mismo sentido, entienden que es bueno que otra gente no estrictamente del campo laboral impulse movimientos como el nuestro”, dice Pilar. De los partidos políticos la mayoría han mostrado simpatía y, de hecho, los hay que han puesto en sus programas medidas similares a la del salario de mil euros: “ERC y Junts pel Sí, el PSC lo han hecho, y Podemos hablaba en su programa de 900 euros que se aplicarían de manera escalonada”, explica la portavoz del colectivo. Con una filosofía diferente, Ciudadanos también son partidarios de subir los salarios más bajos, pero a partir de una subvención pública a las empresas.

Mociones

La primera campaña que ha hecho este grupo ha sido presentar mociones en los ayuntamientos. Las iniciativas piden que el municipio se sume a la iniciativa y, mientras tanto aplique algunas medidas concretas, como que los empleados municipals cobrenpor lo menos mil euros en catorce pagas o que el ayuntamiento no contrate servicios o bienes a empresas que no paguen a sus trabajadores esta cantidad. También se reclama que se reduzca la diferencia entre los salarios más altos y más bajos de las empresas, que a veces muestra una distancia del 400%.

Hasta ahora 35 consistorios han votado favorablemente las mociones. Entre otros los municipios más poblados, con Barcelona y Hospitalet a la cabeza. Se dan casos como Mataró donde la decisión se ha tomado por unanimidad, incluyendo los concejales del PP y de Plataforma per Catalunya.

Una vez se ha conseguido el apoyo, a veces se hace un repaso del cumplimiento de lo firmado. Pérez explica que “en Barcelona hemos visto que a pesar de lo que se decidió, se han hecho contratos con una empresa como Clece, del grupo de Florentino Pérez, que no paga los mil euros a sus empleados”. También hay otra empresa como Valoriza, que no paga la cifra simbólica, pero en este caso la concesión es anterior al acuerdo de pleno.

La iniciativa ciudadana en su manifiesto asegura que el salario mínimo interprofesional español, de 655 euros, no es suficiente para cubrir los gastos esenciales a las que debe hacer frente a una persona para vivir en Cataluña. Pilar Pérez añade un dato en este sentido “el salario mínimo está en 655 euros cuando el umbral de la pobreza, según el Tercer Sector se sitúa en unos ingresos de 690 euros”.

En los debates internos entre los miembros de la iniciativa ciudadana se ha llegado a la conclusión de que como las empresas, especialmente las multinacionales, pagan salarios muy bajos, las cotizaciones no son suficientes para pagar los servicios del Estado de Bienestar. Y como estos servicios sin embargo se dan, los financia el conjunto de la ciudadanía, mientras que los beneficios de los salarios bajos se los llevan las empresas, muchas veces multinacionales, “lo que equivale a que entre todos estamos financiando los beneficios de estas grandes corporaciones ”.

Otra reflexión global es que si se consigue una subida salarial aumentará la capacidad de consumo y de la actividad económica y así se obtendrá una distribución de la renta más justa y una sociedad más cohesionada.

La campaña se hace sin recibir ayuda de nadie. “Sólo una vez iniciado el movimento hemos recibido la adhesión explícita de ERC y de Demócratas de Cataluña (antigua UDC)”, explica, pero añade que entre los activistas hay gente que vota o milita en formaciones que van desde la CUP hasta sectores liberales o de derecha civilizada. “Hay gente que apoya por motivos ideológicos, otros consideran que no es cristiano pagar tan poco, otros piensan que así no se puede formar una familia, hay motivos varios en el movimiento”, asegura la portavoz.

Anem a mil se considera compatible con otras iniciativas paralelas, como la de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC). “Cuando vamos a los actos de los partidos políticos, algunos dirigentes pasan por nuestro tenderete y también por el de la renta garantizada y firman en las dos”, explica la portavoz de la campaña. “En uno y otro caso lo que se quiere es que las personas tengan suficiente para vivir con dignidad”, concluye Pilar Pérez.

Etiquetas
stats