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Sobre este blog

Un servidor es de esos del procés. Quiero decir que estoy metido tal y como se suelen meter los periodistas en los procesos políticos de todo tipo. Con entusiasmo vital pero con una inevitable distancia intelectual que el oficio lleva incorporada.

Este blog es pues el relato de estos meses de participación política con ojos de periodista. No se preocupen que sí se puede hacer. Muchos periodistas en la historia han tomado partido sin que eso fuera (necesariamente) una pérdida de su objetividad o de su capacidad de análisis. Pienso en Gaziel o Pla, colaboradores estrechos de Cambó. O en George Orwell o Hemingway que nunca trataron de explicar la Guerra Civil desde ambos bandos sino que escribieron y lucharon en defensa de uno.

Ahora que ya me he comparado con los grandes, ya puedo volver a la realidad. Para que ustedes se hagan una idea general de mi posición, soy miembro numerario de la ANC, participo activamente en la asociación Súmate y, de vez en cuando, los amigos de la CUP tienen la paciencia y la misericordia de invitarme a hablar en sus actos. El retrato, bastante nítido, pretende ser sólo el marco en el que se desarrollarán las crónicas que, no necesariamente, tratarán de las entidades antes citadas.

El momento es histórico, no hay duda. Y un servidor desde la modestia de su crónica personal aspira al menos a traer reflexiones y experiencias para todos aquellos que lo viven intensamente, de manera distante o como un estorbo que estorba toda discusión política.

Espero no causar más molestias que beneficios con las crónicas que, de aquí hasta el nueve de noviembre (y más allá), tengo la intención de ofrecerles.

Catalans, cap a Can Brians!

Antonio Baños

Va ser després de veure a lliçó de serenor democràtica, de temple, d'hidalguía que van tenir Sánchez “la niña feliz” Camacho i la seva colla de periodistes de món i de gent d’ordre. Va ser després d’aquesta epifania de #spanishdemocracy que ho vaig tenir clar: Avui mateix em poso a desobeir la llei espanyola. A saco. A tope. Com vulguin. En part per patriotisme d’aquest que em van inocular a l'escola franquista on vaig estudiar i en part per egoisme perquè si m’empresonen el primer podré escollir a Can Brians la llitera de dalt, que és la que mola.

Deia el gran jurista castellà del segle XVI Francisco Suárez en el seu De Legibus que “Solamente puede llamarse ley la que es medida de la rectitud sin más y, consiguientemente, sólo la que es regla recta y honesta”. És obvi que ens trobem en un cas en el qual se'ns imposa una llei que ni és recta i que d’honestatat no en té cap.

Els catalans tenim, doncs, dret a desobeir. De fet, desobeir és un vell dret català, i sovint l’únic que se’ns ha reconegut: Tancament de caixes, revoltes de quintes, La Canadenca i, és clar, el setge de 1714. El procés deixa a partir d’avui de ser una festa familiar. És una cosa d’adults amb drets polítics. És un tema de consciència i responsabilitat. Del Setembre alegre passem l'octubre seriós.

És ara que les amenaces (ridícules però amenaces) es concreten quan hem de saber quanta gent vol de veritat la República. Ja hem vist que Catalunya està unida i que som un poble alegre. Ara és l’hora del poble combatiu.

Fem campanya pel 9N. El nou de novembre estem (encara) convocats a una consulta no refrandatària per decidir el futur polític del Principat. I jo us animo, com a sediciós que es veu que sóc, a totes aneu a votar. I com a Hong Kong on també és lluita pel vot, tots amb paraigües (bé, també perquè plourà)

Ja sabeu: catalans, cap a Can Brians! Que hi falta gent.

Sobre este blog

Un servidor es de esos del procés. Quiero decir que estoy metido tal y como se suelen meter los periodistas en los procesos políticos de todo tipo. Con entusiasmo vital pero con una inevitable distancia intelectual que el oficio lleva incorporada.

Este blog es pues el relato de estos meses de participación política con ojos de periodista. No se preocupen que sí se puede hacer. Muchos periodistas en la historia han tomado partido sin que eso fuera (necesariamente) una pérdida de su objetividad o de su capacidad de análisis. Pienso en Gaziel o Pla, colaboradores estrechos de Cambó. O en George Orwell o Hemingway que nunca trataron de explicar la Guerra Civil desde ambos bandos sino que escribieron y lucharon en defensa de uno.

Ahora que ya me he comparado con los grandes, ya puedo volver a la realidad. Para que ustedes se hagan una idea general de mi posición, soy miembro numerario de la ANC, participo activamente en la asociación Súmate y, de vez en cuando, los amigos de la CUP tienen la paciencia y la misericordia de invitarme a hablar en sus actos. El retrato, bastante nítido, pretende ser sólo el marco en el que se desarrollarán las crónicas que, no necesariamente, tratarán de las entidades antes citadas.

El momento es histórico, no hay duda. Y un servidor desde la modestia de su crónica personal aspira al menos a traer reflexiones y experiencias para todos aquellos que lo viven intensamente, de manera distante o como un estorbo que estorba toda discusión política.

Espero no causar más molestias que beneficios con las crónicas que, de aquí hasta el nueve de noviembre (y más allá), tengo la intención de ofrecerles.

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